Solamente compartió la lista de artículos prohibidos que figuran en sus lineamientos de prestación de servicios, que son: plantas de cualquier tipo y animales, ya sean vivos o muertos; de igual forma artículos perecederos y de fácil descomposición; armas entre otros productos.
A través de una respuesta de correo electrónico Diana Villegas, de relaciones públicas de la compañía, describió que se aseguran que los clientes tengan en cuenta los lineamientos de su servicio de paquetería.
El uso de la paquetería para mover el peyote como mercancía no se limita a la venta ornamental. En 2018 la Policía Federal aseguró en el aeropuerto de Tijuana 41 peyotes y dos frascos con peso de 8 kilos de peyote molido. El hallazgo se realizó en una empresa de paquetería. El bulto iba desde Guadalajara.
En 2019 la misma Policía Federal aseguró en Tepotzotlán, Estado de México, un kilo y 400 gramos de peyote en una bodega de servicios de paquetería de autotransporte.
Además, en 2020 en el aeropuerto de San Luis Potosí, la Profepa identificó pieles de cocodrilo y tres ejemplares de peyote. También viajaban por paquetería.
Este mismo 2021, la Guardia Nacional interceptó un envío por paquetería en los que viajaba de manera ilegal peyote y otras plantas del desierto; reportado el 10 de octubre, sucedió en el aeropuerto de San Luis Potosí e iban 180 plantas en total.
¿Por qué aparece peyote molido en estas confiscaciones? Para los grupos de la Native American Church (NAC), así como algunos movimientos que se han derivado de ella —como lo son Fuego Sagrado de Itzachilatlán o la Fundación Camino Rojo— la planta se muele y se envasa en botes de plástico. De esa forma puede esconderse entre el equipaje y pasar por los aeropuertos. También buscan enviarlo por paquetería.
Pedro Nájera dice que “muchas de las personas que forman parte de estos cultos consumen el peyote molido y nunca en su vida han visto un ejemplar como es físicamente. Aunque tengan años usándolo”.
La misma NAC tiene intereses diversos y luchas varias. Existen grupos que forman parte de este conglomerado que nació para re-dignidicar a los pueblos originarios de América del Norte. A finales del siglo XIX incorporaron el peyote a sus rituales y desde entonces lo consumen como medicina sagrada.
Así como pasa en México, donde la autodeterminación de los pueblos abre la posibilidad para que grupos como los wixaritari puedan usar el peyote de manera religiosa sin que se les persiga, en los Estados Unidos existe una norma similar.
Sin embargo, tal como ha surgido presión acá para la despenalización, en EEUU pasa algo similar: diversas ciudades han considerado quitar el bloqueo al consumo de algunas plantas identificadas como “los cinco grandes”: los hongos mágicos, laiboga, la ayahuasca, la huachuma y el peyote. La iniciativa parte de una asociación denominada Descriminalize Nature.
«muchas de las personas que forman parte de estos cultos consumen el peyote molido y nunca en su vida han visto un ejemplar como es físicamente. Aunque tengan años usándolo»
Pedro Nájera
En el reportaje ¿Por qué algunos nativos americanos luchan contra los esfuerzos para despenalizar el peyote? publicado por Los Ángeles Times, Miriam Volat codirectora de la fundación RiverStyx —un grupo filantrópico que ha ayudado a financiar la preservación de la tierra en Texas y México ante la amenaza al peyote— señala que quienes promueven esta iniciativa “deberían decir: ‘Nos gustaría ayudarte a cuidar tu medicina sagrada»’ en lugar de exigir su consumo.
La demanda de la NAC de peyote es muy amplia, como ya lo destacó Predo Nájera, de hecho la Lophophora Williamsii que nacía en el sur de Texas se dice que está prácticamente desaparecida.
El gobierno norteamericano, con el fin de abrir la posibilidad de que los miembros de la NAC pudieran abastecerse de peyote para sus ceremonias, permitió que algunos invernaderos produjeran peyote para la venta y consumo. Para adquirirlo sólo se necesita una carta que acredite que el comprador es miembro de la NAC. No obstante, la demanda es muy amplia y los invernaderos no logran cubrirla.