La Hilandera
Por Rosario Ramírez @la_hilandera y Elisa López @CirculoFemAlaideFoppa
En tiempos recientes, y animadas por la ola de los feminismos contemporáneos, se han hecho ejercicios muy valiosos para la recuperación y el reconocimiento de las mujeres en la ciencia. En estos ejercicios de visibilización es común que los nombres mencionados y cada vez más reconocidos sean de mujeres que han realizado grandes contribuciones desde disciplinas asociadas a las ciencias naturales, por tanto, en las ciencias sociales, todavía tenemos esa enorme deuda.
Vinculado a ello y con el objetivo de identificar la presencia de mujeres en los programas de estudio a nivel licenciatura, surge la investigación “visibilidad de las mujeres en las ciencias sociales”, uno de los proyectos más ambiciosos del Círculo Feminista Alaíde Foppa. Se trata de una iniciativa independiente y autogestiva que parte de dos premisas: primero, que en el ejercicio de recuperación de las mujeres las científicas sociales han tenido un papel secundario, y segundo, que es necesario someter continuamente a la prueba empírica el argumento conocido y difundido de la inequidad entre hombres y mujeres en el campo científico.
El proyecto toma dichos argumentos y los somete a prueba en el caso específico de los programas de estudio de licenciatura, para obtener datos precisos acerca de qué tanto se incluyen referencias e investigaciones de mujeres en los programas de estudio, y generar así una base de datos con potencial replicable en diversas instituciones que permita no sólo hacer un diagnóstico de los programas revisados, sino recomendaciones para impulsar el trabajo, la presencia y la visibilidad de las mujeres desde las distintas disciplinas.
Este ejercicio es relevante desde muchas posiciones. Primero, porque cuestiona la hegemonía masculina tan asentada en las ciencias sociales (cosas tan simples como pensar en los “padres” de las disciplinas, pero nunca en las mujeres que también fueron piezas clave para su consolidación y sus orígenes). Segundo, porque frente al cuestionamiento de la inclusión o la ausencia de científicas sociales en los programas de estudio se planta al menos la duda de por qué las mujeres no han tenido un papel central en ciertos temas o por qué sus contribuciones no han sido consideradas relevantes para ser replicadas, leídas y tomadas en cuenta en el proceso formativo de las y los nuevos científicos. Tercero, porque a estas alturas ya sabemos lo importante que es que las mujeres tengamos visibilidad, nos veamos representadas y generemos también (re)conocimiento a nuestras ancestras y nuestras pares.
Paralelo a este proyecto y como ejercicio de circulación y generación de conocimiento colectivo, surge el seminario titulado “mujeres en las ciencias sociales”, con el propósito de compartir hallazgos, discutir textos generados por mujeres y buscar revertir poco a poco el borramiento de las contribuciones de las mujeres a las nuevas generaciones, provocando ejercicios reflexivos y críticos sobre cómo aprendemos y reaprendemos nuestros referentes y, por supuesto, abriendo la puerta a la generación de nuevas investigaciones.
Este tipo de trabajos, propuestas y espacios, además de su evidente potencial creativo, resultan relevantes al ser un ejemplo del cuestionamiento necesario de por qué la perspectiva de género y el papel de las mujeres en las ciencias ha estado relegado de los espacios clave de generación de conocimiento, ya sea desde sus núcleos formativos o desde sus ejercicios prácticos.
Con frecuencia las mujeres, cuando (nótese las comillas) “no hemos alcanzado los méritos suficientes” (un título, el grado de algún sistema o la simpatía de alguna autoridad) o aún cuando somos miembros activos en las investigaciones, somos relegadas a papeles secundarios o simplemente nuestro trabajo y nuestros nombres son borrados, y esto tiene que cambiar.
Hacer activismo feminista y buscar la visibilización del trabajo de mujeres desde distintas especialidades, experiencias, formaciones, contextos, posicionamientos, pasa por todas las arenas de las que somos parte. Algunas hacemos resistencia desde las calles, en las marchas, desde nuestras computadoras, desde nuestros canales. Otras creamos y resistimos desde las academias, desde nuestras letras, nuestros poemas, nuestros dibujos. Otras más, vamos y acuerpamos, luchamos, rompemos. Y no importando dónde estemos y desde dónde activemos, estamos cambiando la historia con nuestras herramientas, nombrando y reconociéndonos entre nosotras, a nuestras pares y nuestras ancestras. Quizá nos falta mucho, pero ya empezamos.
*si quieres saber más sobre este proyecto y el seminario de mujeres en las ciencias sociales, entra a https://www.facebook.com/CirculoFemAlaideFoppa o escribe a mujeresenlaciencia.proy@gmail.com