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Aunque están protegidos en México por leyes federales y por normas internacionales, el tráfico ilegal de caballitos de mar no para. Entre 2001 y 2019, los traficantes intentaron sacar más de 95 mil caballitos para producir polvos medicinales y afrodisíacos
Por Naguales y HK01 E/Mongabay
Fotos: HK01 vía Mongabay
El 19 de julio de 2018, Daquan Zhen abordó un vuelo en Belice con destino a Shanghai. Pero cuando Zhen registró su equipaje en el aeropuerto Internacional de la Ciudad de México donde hacía escala, los agentes aduanales percibieron un fuerte aroma a pescado fresco y le pidieron que abriera su maleta.
Los agentes encontraron seis bolsas negras que contenían 81 piezas de caballitos de mar (Hippocampus); también pepinos de mar (Holothuroidea) y vejigas natatorias de peces no identificados.
Las especies marinas que Zhen traía en su maleta son utilizadas en China con un fin medicinal y afrodisíaco. Actualmente China continental es el mayor consumidor de caballito de mar, un tipo de pez con una demanda estimada de 500 toneladas al año, según la organización de conservación marina Project Seahorse. Éstos se trituran y se toman en sopas o en vinos para mejorar problemas de riñón; también para equilibrar el Yin-Yang y así tratar la impotencia masculina y la infertilidad femenina en China.
Exportar estas especies sin los permisos adecuados en México implica una pena de hasta nueve años de cárcel. Sin embargo, en México el problema del tráfico ha escalado.
Entre 2001 y 2019, los traficantes intentaron sacar 95 mil 589 caballitos de mar de manera ilegal —sin permiso ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)–. De estos, el 64 % tenían como destino las ciudades chinas de Hong Kong, Beijing y Shanghai; mientras, el resto fue a la venta local mexicana, de acuerdo con un registro elaborado por Diálogo Chino a partir de decomisos de Profepa entregados en un oficio vía la Ley de Transparencia.
El juicio de Zhen: Libre rápidamente
Zhen fue presentado el 19 de julio de 2018 ante el Ministerio Público y se demostró, ante la jueza Angélica Lucio, que había cometido un delito ambiental. Los caballitos de mar están listados como especies Sujetas a Protección Especial, bajo la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y la Ley General de Vida Silvestre. También están contemplados en el artículo 420 del Código Penal Federal; y cuentan con protección internacional en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), por lo que su comercio internacional está regulado.
La jueza le dictó una medida de prisión preventiva, lo que significa ser ingresado en la cárcel mientras se prepara el juicio. Zhen fue trasladado al Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México, Reclusorio Sur; estas es una cárcel ubicada a las orillas de la Ciudad de México que alberga 4 mil 594 internos (a 725 de sobrepoblarse), que cumplen condenas por delitos por robo simple y agravado, homicidio, delitos sexuales, extorsión y delincuencia organizada, entre otros.
La fiscalía tenía elementos para enviarlo a prisión. Se definió el resarcimiento del daño en 6 mil 600 dólares, según la causa penal 181/2018 en el Sistema integral de Seguimiento de Expedientes del Consejo de la Judicatura Federal .
Sin embargo, el juicio se resolvió con un acuerdo para que el castigo a Zhen se sustituyera por una multa y la advertencia de que no puede volver a entrar al país. Fue liberado, pese a que le decomisaron especies ilegales con posibles fines de comercialización.
Israel Alvarado, ex director general de Delitos Federales contra el Ambiente y Litigio de la Profepa, advierte que este tipo de casos casi siempre acaban de esta manera —para cualquier especie—. Esto es por corrupción o la falta de capacitación y criterio de la Profepa, el ministerio público y los jueces.
“El juez es muy proclive a no tenerlo por acreditado, porque le parece demasiado duro que alguien vaya a la cárcel por tener unos huevos de tortuga o unas tripas de totoaba o caballitos”.
Israel Alvarado, ex director general de Delitos Federales contra el Ambiente y Litigio de la Profepa.
El de Zhen es uno de los 56 expedientes administrativos iniciados por la Profepa por decomisos de caballitos de mar, según la base de datos. De éstos, al menos 36 fueron en el Aeropuerto internacional de Ciudad de México, el punto con mayor conectividad a destinos internacionales.
Tráfico de caballito de mar y el problema de la ley
Según Sarah Foster, autora del estudio Global Seahorse trade defies export bans under CITES action and national legislation, los caballitos de mar secos son muy fáciles de mover a través de las fronteras.
“Son pequeños, y al secarse se mantienen bien durante largos períodos de tiempo”, explica la experta.
Se pescan con redes de arrastre camaroneras que barren el mar, donde quedan atrapadas miles de especies, entre ellas el caballito de mar. Una vez atrapados, se les congela, aunque en la mayor parte de los decomisos, se les encuentra secos debido a que se conservan mejor durante los traslados.
Los caballitos se trafican por vía marítima, aérea y por paquetería o correo; y a menudo se mueven entre los envíos de otros productos del mar secos o en el equipaje personal, o por otras rutas difíciles de detectar.
“Muchos caballitos se sacan por paquetería, DHL y otras”, explicó Alicia Poot, investigadora del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca). “Solo si los de paquetería saben que es ilegal se reporta, pero mayormente no saben que es ilegal”, explicó.
La exportación del caballito de mar técnicamente se puede dar de manera legal, con fines de comercialización para el mercado de acuaristas o colecta científica —para enseñanza e investigación—. Esto, siempre y cuando los interesados cuenten con un respaldo de un plan de manejo presentado ante las autoridades ambientales, a quienes deben rendir informes anuales de actividades. Ambas producciones tienen un límite que impone la autoridad.
Pero México ya no está emitiendo permisos para las exportaciones de caballitos de mar con otros fines distintos a estos. Al respecto, Abraham Huerta, exfuncionario de la Secretaría de Pesca de Baja California en México, explica que la única forma para comercializar caballitos de mar requiere de la constitución de una Unidad de Manejo Ambiental —predios destinados al aprovechamiento sustentable de especies silvestres—, por medio de proyectos de acuacultura para el mercado de acuaristas.
La evidencia reciente indica que la gran mayoría de los caballitos de mar secos que cruzan las fronteras no es legal, no se registra ni se monitorea.
La incapacidad del gobierno mexicano para proteger el caballito de mar y asegurar que no sea exportado ha dado pie a la expansión del mercado negro de esta especie.
Hong Kong, epicentro de la venta
Dos son las rutas del tráfico de caballitos de mar desde México hasta China continental. La primera va directo a Beijing y Shanghai, y la segunda pasa por Hong Kong.
Los caballitos de mar secos se pueden encontrar fácilmente en las tiendas de mariscos secos de Hong Kong. Son productos de alto precio debido a la oferta limitada. El precio de 100 gramos de caballitos de mar secos varía entre 120 y 580 dólares (entre 900 y 1500 dólares de Hong Kong), según el tamaño y el origen.
A diferencia de la posesión para la venta local, la exportación de caballitos de mar secos requiere licencias en Hong Kong. Periodistas colaboradores de Diálogo Chino en Hong Kong acudieron a las tiendas donde se encuentran los caballitos de mar y encontraron a vendedores dispuestos a ayudarles a traficarlos a China continental.
“No lo traiga a China continental usted mismo. La aduana lo arrestará”, dijo un vendedor anónimo de una tienda de mariscos secos en Mong Kok, una importante zona comercial de Hong Kong. “Tenemos formas que no necesita saber ni preocuparse. También tengo clientes en China continental”, agregó.
El vendedor también afirmó que los caballitos de mar secos que venden, vienen principalmente de América, incluido México, y son importados por proveedores de medicamentos. El personal explicó que el servicio de entrega en China continental se puede proporcionar con una tarifa de entrega adicional de HK $200 (unos 26 dólares estadounidenses) y que ningún servicio de mensajería ordinario en el mercado aceptaría el pedido.
“No es fácil cruzar la frontera con las mercancías. Tenemos que buscar la ayuda de otros. De todos modos, tenemos nuestras propias formas. Sabes, todavía tenemos que suministrar productos a los restaurantes en Shenzhen”, dijo el vendedor.
“No hay forma de que puedas enviar caballitos de mar secos a China continental mediante los procedimientos adecuados. La única forma de hacerlo es traficando”, dijo otro dueño de una tienda de mariscos secos en Sheung Wan.
Este explicó que solicitar licencias de exportación implica fuertes impuestos, pero que él podía ofrecer ayuda. “Puedo ayudarte a arreglar esto, sin importar qué bienes sean. Si la gente está dispuesta a aceptar su dinero, se puede hacer”, afirmó.
Los caballitos de mar en la medicina tradicional china
La medicina tradicional china (MTC) ve los caballitos de mar como un medicamento que puede ayudar a fortalecer el riñón y equilibrar el Yin-Yang; esto con el objetivo de tratar la impotencia masculina y la infertilidad femenina.
“Funciona gracias a las hormonas sexuales de los caballitos de mar. Las hormonas sexuales en nuestro cuerpo disminuyen debido al envejecimiento, por lo que las personas mayores pueden necesitar tomarlas de suplementos como las algas marinas”, explicó Zhang Shiping, profesor asociado de la Facultad de Medicina China de la Universidad Bautista de Hong Kong.
Aunque algunos practicantes de medicina tradicional china recetan caballitos de mar, Zhang enfatizó que no es común en Hong Kong y China continental. En cambio, la gente compra los caballitos de mar ellos mismos para hacer sopa y vino medicinal. “Los caballitos de mar se pueden usar como alimento o medicina con menos efectos secundarios”, explicó Zhang.
Zhang también dijo que los caballitos de mar se pueden sustituir por algunas hierbas medicinales que comparten propiedades curativas similares. Hong Kong estableció la “Ordenanza de protección de especies de animales y plantas en peligro de extinción”, después de firmar la Convención sobre el comercio internacional de especies de fauna y flora silvestres en peligro de extinción (CITES) en 1973; por lo que deberían usarse sustitutos, pero su consumo perdura.
El problema actual es que a pesar de que el caballito de mar está protegido por leyes nacionales e internacionales —explica el doctor Alvarado, experto en derecho ambiental— las autoridades no están deteniendo el tráfico. En parte por ineptitud, en parte por corrupción. El resultado es un comercio ilegal que aumenta cada vez más.
“Nuestra investigación ha hecho que al menos algunas partes sean conscientes de los desafíos a ese respecto, y ahora deberían tomar medidas para hacerlo bien”, explicó Foster.
“Alternativamente, pueden levantar las prohibiciones y tomar medidas hacia un comercio legal y sostenible. Para los caballitos de mar, al menos, existen herramientas para ayudar a las Partes a hacerlo bien”, añadió la experta.
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*Naguales es un colectivo de periodismo ambiental dedicado a documentar el tráfico de flora y fauna silvestre en México. Está integrado por los reporteros Enrique Alvarado, Andrés M. Estrada y Alejandro Melgoza, coautores del libro Tráfico de animales comercio ilegal en México.
*Este texto fue publicado originalmente en Mongabay Latam y es parte de una alianza periodística con Diálogo Chino. Se reproduce aquí con permiso de Mongabay.