En medio del repunte de contagios por COVID-19 y la sobredemanda de tanques de oxígeno, por las noches ayudan a la población que no cuenta con el transporte, recurso o el tiempo de acudir a las empresas que lo comercializan.
Así nace en Guadalajara “Oxígeno en Ruedas”, un proyecto solidario que se mueve por diferentes puntos de la ciudad para acercar a quien lo necesita el relleno de sus tanques de oxígeno.
Por Aletse Torres Flores / @aletse1799
Fotografías por Christian Cantero / @ChristianCHMalv
A las seis de la tarde, cuando se ven los últimos rayos del sol caer, cuando las oficinas comienzan a vaciarse y las calles se llenan de carros, el equipo de “Oxígeno en Ruedas” se dirige a instalarse en el punto que anunció horas antes en sus redes sociales, con la misión de ayudar a los y las tapatías que necesite una recarga en sus tanques de oxígeno a un precio accesible.
Ante el aumento de contagios por COVID-19 en el estado de Jalisco, hubo un incremento también en la demanda de oxígeno para recargar los tanques de las y los pacientes que enfrentan esta enfermedad en casa y/o en hospitales particulares, ya que, de acuerdo con la Secretaría de Salud Jalisco, el abastecimiento de este gas vital dentro de los nosocomios públicos se encuentra subsanada.
Frente a la sobredemanda devino la escasez y el alza en los precios, así fue como las familias se vieron obligadas a pagar por el rellenado de un tanque “pequeño” (de 400 a 600 mililitros) hasta 500 pesos, más del doble de su valor original (entre 150 y 300 pesos).
Por ello, el 24 de enero, nació “Oxígeno en Ruedas”, un proyecto particular conformado por seis trabajadores del establecimiento MEDI-RENTA, que tienen como propósito ayudar a quienes no cuentan con el recurso o no pueden trasladarse a los negocios que distribuyen este gas vital y, además, hacerlo por un precio accesible.
Marco Díaz, integrante de “Oxígeno en Ruedas”, expresa que después de mucho esfuerzo, dedicación y apoyo, pudieron lograr él y sus colegas la creación de este “negocio en ruedas”. El vehículo fue diseñado junto con un ingeniero experto en el mercado, cuenta con seis tanques grandes de oxígeno, piezas de fabricación canadiense y cumple las normas correspondientes para poder realizar el trabajo de “manera segura y sin peligros para los ciudadanos”.
“La idea surge de la necesidad que se ve en las calles” comentó Díaz en la entrevista, ya que, con este nuevo modelo, ellos no buscan sacar “ventaja”, sino apoyar a las personas que lo necesitan y con suerte “salvar una vida”.
El grupo hasta ahora ha rellenado 480 tanques; por día puede rellenar hasta 60 cilindros, cada uno a $250 pesos. A su vez, cuenta con el auxilio del Ayuntamiento de Guadalajara, quienes se encargan de “acomodar” a las personas, tomando “su sana distancia” y vigilar los alrededores.
También, los acompañan la Unidad de Protección Civil y Bomberos para verificar que no existan riesgos durante las recargas, que los tanques estén en buen estado y que cumplan con las disposiciones que garanticen que estos son de uso médico.
Horas antes de comenzar su “misión” del día, en sus redes sociales anuncian la ubicación y hora en donde se encontrarán en el transcurso de la noche. En su mensaje, siempre recuerdan a sus seguidores -que suelen ser sus usuarias y usuarios- que los tanques que sacian son de una capacidad de 425 litros y 682 litros, por lo que, les recomiendan “checar que sigan vigentes”. Y es que, Díaz, explica que no pueden trabajar con cilindros vencidos o en mal estado, porque “son de alto riesgo para la salud”.
Reconocen que el mayor reto al que se han enfrentado en medio de esta labor reciente es al riesgo de contagiarse de COVID-19, pero, además, a las personas mal intencionadas que han querido utilizar su nombre para engañar a la población y venderles tanques portátiles:
“No se trata de robarle a la gente, que triste que pasen este tipo de situaciones cuando uno solo quiere ayudar”.
Finalmente, confiesan que existen días en los que “el oxígeno no alcanza”, se agota y con los proveedores cerrados, no es posible salir a las calles. Sin embargo, pese al panorama, encuentran cada noche en el rostro de las personas que necesitan el oxígeno para ellos o sus seres queridos, la motivación para salir adelante:
“Nos ha llenado el pecho de orgullo este proyecto, la verdad se siente padre poder ayudar de esta manera”.