¿Qué hay detrás de la recolección de basura en la ciudad? ¿Quiénes son las personas que se encargan de los sistemas de recolección de basura? ¿Cómo son sus jornadas de trabajo y qué riesgos sanitarios enfrentan?
Por Abi Valeria López / @abivalerial
La jornada de Carlos y Roberto comienza a las seis de la mañana en la estación de transferencia de la empresa Caabsa EagleEn ese lugar toman los camiones que trasladan los residuos generados en diferentes zonas de la ciudad hasta Los Laureles, el relleno sanitario que esta misma empresa gestiona y donde se disponen los residuos de Guadalajara, Tonalá y Tlaquepaque.
De acuerdo con el artículo 10 de la Ley General para la Prevención y Gestión de los Residuos, cada municipio tiene a su cargo “las funciones de manejo integral de residuos sólidos urbanos, que consisten en la recolección, traslado, tratamiento, y su disposición final”. Guadalajara cumple con esta ley a través de la concesión con Caabsa Eagle.
La empresa inició operaciones en la ciudad en 1994 y, el año pasado el Ayuntamiento de Guadalajara, extendió la concesión hasta 2024. A lo largo de este tiempo la empresa ha contratado empleados, como Carlos y Roberto, que se encargan de esta labor, la cual tiene algunos riesgos a considerar.
Con la llegada de la Covid-19, los empleados han recibido capacitaciones, así como material de cuidado y prevención: guantes, cubrebocas y gel antibacterial. Aunque este es el riesgo más latente en estos momentos, los recolectores se enfrentan a otros factores que exponen su salud e integridad con o sin pandemia.
Cantidad de residuos y la extensión de la jornada
Una jornada usual de trabajo es de ocho horas durante seis días a la semana; sin embargo, esta puede extenderse desde una hasta cuatro horas dependiendo de un factor: la cantidad de basura generada en las colonias donde su cuadrilla labora.
En los últimos años la cantidad de basura generada por persona en Guadalajara ha incrementado y, de acuerdo con la solicitud de transparencia UT/ AI/10305/2020 realizada a la Coordinación de Gestión del Territorio, en Guadalajara se producen aproximadamente 1,662 toneladas de basura al día.
Carlos explica que el día dos de enero es uno de los días más pesados debido a que la gente desecha mucha basura, provocando que den hasta tres vueltas al relleno sanitario.
Asimismo, menciona que con el temporal de lluvias la labor se complica, pues disponer de todos los residuos puede llevar más de dos horas, ya que se deslava el terreno.
Por otra parte, Roberto cuenta que, aunque su sueldo como chófer es mejor que cuando se es “peón” o “chalán”, es un salario bajo. Los recolectores ganan el salario mínimo, siendo las propinas que reciben las que los ayudan a tener un mejor ingreso.
Sobre los riesgos de la recolección
La recolección de basura, aunque es un paso de todo el proceso de gestión de residuos, representa una labor muy importante para la ciudad ya que impide que los residuos generados en ella tengan otro fin que perjudique al medio ambiente y nuestra salud. Roberto como Carlos son parte de este largo proceso que hasta la fecha no ha sido planificado adecuadamente a nivel estatal ni municipal, por lo que promueve jornadas de riesgo y una mala gestión de residuos.
Tanto Carlos como Roberto afirman que su trabajo es riesgoso, así también lo señala la Dra. Martha Georgina Orozco, investigadora del Centro de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara. La investigadora comenta que esta labor los expone a agentes biológico-infecciosos que puede afectar su salud a corto, mediano y largo plazo.
El tiempo al que están expuestos directamente al sol también es otro factor a considerar:
“no nada más es el riesgo de lo que inhalan, sino que son largos periodos de trabajo que no tienen un descanso, que no tienen una correcta hidratación entonces todo este esquema de trabajo en el que están inmersos no es del todo recomendable porque son largas jornadas”.
Sumando a estos factores, la exposición a virus, bacterias y hongos provoca infecciones gastrointestinales, respiratorias y, en algunas ocasiones, renales, explica la especialista.
La vialidad es otro punto a tomar en cuenta.
“Son muchos accidentes, incluso en la cuestión también del tráfico vial, tener precaución con los vehículos de que no te vayan a aventar o una moto, la bicicleta. No, infinidades de cosas, pues, que uno está en riesgo, que uno está todo el día en la calle”.
Roberto tiene 15 años laborando en la recolección de basura, él nos contó que en algunas ocasiones tanto él como sus compañeros han enfermado de diarrea; sin embargo, para él, lo más común son las cortadas a partir de los residuos que manejan.
Carlos, por su parte, cuenta que ha sufrido algunas fracturas, tanto en manos como en piernas. Él lleva 33 años trabajando en este sector.
Debido a estos riesgos, la investigadora Orozco explica que es necesario brindar un uniforme adecuado que disminuya la exposición a diferentes patógenos; un uniforme que se componga de guantes, careta, mascarilla.
El servicio hacia la ciudadanía
Aunque hay ocasiones en que los recolectores se encuentran con gente que reconoce su labor, también se encuentran con aquella que no lo hace, así lo explica Roberto:
“quienes nos admira, nos trata bien, aprecian nuestro trabajo y hay gente igual, no somos monedita de oro, ¿verdad? hay gente que, hasta nos quiere como humillar o qué sé yo, pero lo bueno que hay más gente buena que mala, como dicen, mucha gente sí, tenemos el apoyo de ellos”.
Al respecto, Carlos comenta que aunque él, como persona, no se considera indispensable, la labor del recolector en una ciudad como la nuestra es de suma importancia.
La investigadora reafirma que “el recolector de basura es una figura esencial de nuestro entorno y debiera tener un reconocimiento social igualmente válido que el de otro profesionista o de otro trabajador”. Es por esto que sugiere un par de consideraciones al momento de producir y gestionar nuestros residuos a nivel personal y familiar.
- Si en el hogar se producen residuos infecciosos pueden señalarse con un listón rojo para avisar que el contenido es peligroso.
- Comenzar con una separación básica de residuos y generar composta.
- Ser conscientes de los residuos que vamos a generar comprando ciertos productos, analizando cuál será el que menor impacto ambiental tenga.
Esto, además de facilitar el trabajo de recolección, ayuda a mejorar la gestión final de los residuos generados en la ciudad.
Los recolectores de basura son una figura imprescindible para una urbe como Guadalajara, seguir estas recomendaciones es una forma de disminuir los riesgos de sus jornadas, así como exigir mejores condiciones laborales que garanticen una protección adecuada. Esto a su vez condiciona un mejor proceso de gestión de residuos en la ciudad, generando beneficios tanto en los trabajadores, el ecosistema local y la salud de la ciudadanía.