María Guadalupe y Mayra se han mantenido firmes en la exigencia de búsqueda y localización de Lucero, José de Jesús, Oswaldo Javier, Tonatiuh y Ernesto, todos integrantes de la familia Ávalos Camarena y todos, lamentablemente, víctimas de desaparición.
Lucero fue desaparecida el 6 de junio de 2016 en los cruces de carretera a Chapala y Periférico Sur en Tonalá; mientras que sus cuatro hermanos fueron víctimas de desaparición forzada, el 19 de diciembre de 2019 en el municipio de Ocotlán, Jalisco.
En ambos casos, la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas de la Fiscalía del Estado de Jalisco ha hecho muy poco pese a que la familia ha aportado todos los datos y circunstancias en las que los cuatro hermanos fueron desaparecidos a la entrada de Ocotlán; así como también han dado una posible ubicación de donde podría estar Lucero.
Ahora aguardan que el proceso judicial vigente, mismo que vence en agosto, salga a su favor para que se puedan girar las órdenes de aprehensión de los presuntos responsables de la desaparición de José de Jesús, Oswaldo Javier, Tonatiuh y Ernesto.
Aquí la historia de búsqueda y lucha de una familia que, incluso, tuvo que enviar un mensaje de ayuda al crimen organizado ante el poco actuar de las autoridades de Jalisco.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco y Dalia Souza / @DaliaSouzal
Los gallos y gallinas que aún esperan el regreso de José de Jesús Martínez Camarena no dejan de cacarear. En la sala, su madre, María Guadalupe, y su hermana, Mayra, comienzan a narrar los pormenores de cómo él y sus hermanos Oswaldo Javier Ávalos Camarena, Tonatiuh Ávalos Camarena y Ernesto Padilla Camarena se convirtieron en víctimas de desaparición forzada alrededor de las 10:30 de la mañana del 19 de diciembre de 2019.
Esto lo saben a detalle porque han investigado qué fue lo que pasó con la supuesta detención de rutina que se convirtió en una desaparición forzada.
María Guadalupe y Mayra hicieron alusión a que José de Jesús ya se encontraba grave de salud por un malestar agudo en la vesícula que debía ser intervenido de urgencia, el día que fue desaparecido junto con sus hermanos.
De hecho, esa fue la causa porque la que los cuatro estaban y viajaban juntos en una Caravan Blanca. La mañana del 19 de diciembre, Oswaldo Javier, Tonatiuh y Ernesto se organizaron para llevar al hospital a José de Jesús porque éste ya no podía más con el dolor de la vesícula; sin embargo, en el hospital les pidieron que esperaran al 21 de diciembre, fecha en que estaba programada la intervención quirúrgica.
Buscando quién pudiera cuidar a José de Jesús, decidieron viajar a Ocotlán donde residía una familiar que ya lo apoyaba con su negocio y casa. Ella sería quien lo cuidaría; sin embargo, eso no pasó porque los cuatro hermanos ni siquiera alcanzaron a llegar su domicilio porque fueron detenidos sin ningún tipo de motivo. A partir de ahí no se supo más de ellos.
“Nosotros fuimos reconstruyendo poco a poco lo que les ocurrió porque viajamos a Ocotlán varias veces para identificar dónde y cómo fue que nos los desaparecieron… para preguntar si alguien había visto algo… nosotros nos movimos porque la autoridad dejó pasar mucho tiempo antes de hacer algo”, precisa Mayra.
A esta descripción, María Guadalupe, agrega que en la Delegación de la Fiscalía del Estado de Jalisco en Ocotlán la trataron con mucho desprecio e, incluso, inicialmente se negaron a tomarle la denuncia:
“Me trataron muy mal y no quisieron darme ninguna información, así que yo tuve que moverme por varios municipios cercanos para saber si estaban detenidos o si habían ido a algún hospital porque mi hijo ya iba grave de salud, pero no tuve suerte”.
Finalmente, la denuncia se interpuso en la Fiscalía Especializada en Desapariciones en Guadalajara; sin embargo, a la fecha lo que han obtenido son promesas de actuación y búsqueda que no han fructificado porque, aseguran en la Fiscalía, que “en aquella zona es mejor no meterse”.
Su empuje y no dejar todo en mano de la autoridad las ha llevado a realizar prácticamente de todo: Mandaron un telegrama al presidente Andrés Manuel López Obrador solicitando su ayuda, pero la respuesta fue sólo una llamada y mucho silencio; acudieron a la Secretaría de la Defensa Nacional para que les ayudarán a buscar a los cuatro hermanos, pero sólo obtuvieron falsas expectativas; finalmente, María Guadalupe decidió grabar un video donde le pedía ayuda a Nemesio Oceguera“El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, para buscar a sus cuatro hijos desaparecidos.
Este video, volvió viral la desaparición de José de Jesús, Oswaldo Javier, Tonatiuh y Ernesto, y movió momentáneamente la atención hacia la familia Ávalos Camarena, recibieron una llamada de la Fiscalía General de la República para pedir la misma información que meses antes ya les habían entregado.
También hubo movimiento de parte de la Fiscalía del Estadio de Jalisco, pues al acudir Mayra a preguntar cómo iba la búsqueda de sus hermanos, su Ministerio Público, Luis Humberto Cortés Tapia, le aseguró que el video había hecho mucho ruido en Fiscalía e irónicamente le preguntó: “¿Y qué, si han logrado algo?”.
“Yo le contesté que, al menos, habíamos logrado que la Fiscal de Desaparecidos (Blanca Jaqueline Trujillo) nos recibiera, lo cual nunca había querido hacer”, señaló Mayra molesta por el actuar de este funcionario público que no ha hecho más que minimizar su caso.
Blanca Jaqueline Trujillo, en efecto, recibió a María Guadalupe y Mayra seis meses después de que éstas presentaran la denuncia por la desaparición de José de Jesús, Oswaldo Javier, Tonatiuh y Ernesto. Antes se había excusado por su agenda y sobrecarga de trabajo.
La funcionaria les prometió que atendería personalmente su caso y que aceptaría las demandas que le plantearon por escrito en la reunión que tuvieron el 1 de junio de 2020.
En el documento que les ayudaron a redactar en el Colectivo de Rastreadoras Nacionales de Personas Desaparecidas (RENADES), se pidió de manera enfática la realización de una búsqueda terrestre y área del lugar en donde María Guadalupe y Mayra creen que pudieron haberse llevado a sus familiares, una comunidad a las afueras de Ocotlán.
La Fiscal señaló que sus demandas eran justas y que estaban en posibilidades de cumplirlas; sin embargo, ha pasado más de un mes y no ha existido ningún tipo de búsqueda.
¿Por qué no sucedió nada? Porque algunos funcionarios, les aseguraron que no había condiciones de seguridad para realizar lo que por derecho de la familia y por obligación de la autoridad debió hacerse desde los primeros días en que desaparecieron los cuatro hermanos.
Lo que sí ha conseguido la familia Ávalos Camarena es que existan dos procesos judiciales para que se hagan efectivas diversas órdenes de aprehensión contra diversos elementos de seguridad pública que están presuntamente involucrados en la desaparición forzada de José de Jesús, Oswaldo Javier, Tonatiuh y Ernesto.
En el primero de los procesos no se logró que un juez hiciera válida la solicitud de las órdenes de aprehensión. El segundo proceso aún está vigente y se tiene como plazo hasta el último día agosto para hacer válida esta solicitud que ha planteado la familia Ávalos Camarena y sobre la cual, aseguran, se tienen pruebas contundentes.
“Nosotras creemos que tenemos todos los elementos para que se pueda detener a todos los responsables, así que esperamos que se nos haga justicia y se les detenga, pues al final mis hermanos no fueron sólo víctimas de detención arbitraria o violencia de parte de la autoridad, sino víctimas de una desaparición forzada”, sentenció Mayra.
Por su parte, María Guadalupe quien toma aire para responder precisó:
“Yo lo único que quiero es que me regresen a mis hijos como sea, pero que me los regresen o que me digan dónde me los dejaron… yo quiero saber dónde están porque estar así ya no es vivir”.
Pese a todo, María Guadalupe acude varios días por las tardes para alimentar a los gallos y gallinas que José de Jesús tiene en casa y que ella no quiere dejar de lado porque espera que algún día su hijo regrese para recuperar esta pasión que tenía por sus animales.
¿Dónde está Lucero?
Lidiar con lo que provoca una desaparición y con la inacción de las autoridades era algo que, lamentablemente, ya conocía esta familia, pues Lucero Ávalos Camarena, de 26 años, fue desaparecida, el 6 de junio de 2016, por un par de hombres que la subieron contra su voluntad a una camioneta gris tipo Mitsubishi en los cruces de la carretera a Chapala y avenida Periférico Sur en el municipio de Tonalá, Jalisco.
Cuatro años han pasado, pero son pocos los avances sobre su búsqueda y la investigación que supuestamente se ha hecho para buscar a sus captores; María Guadalupe señala que en realidad no les han dado muchas respuestas:
“Son ya cuatro años de que nos la desaparecieron, pero es muy poco lo que han hecho para realmente buscarla”.
Tras la desaparición de Lucero, María de Guadalupe se ha hecho cargo del cuidado de los cuatro hijos de Lucero, quien tienen entre los seis y 15 años.
La búsqueda, como comúnmente pasa con quienes tiene un ser querido desaparecido en Jalisco, ha recaído en sus familiares; por ello, María Guadalupe se ha integrado a los colectivos Rastreadoras Nacionales de Personas Desaparecidas y a Entre el Cielo y Tierra, pues quería aprender cómo buscar a su hija y cómo exigir a las autoridades que lo hagan.
En una de las búsquedas que las Rastreadoras Nacionales de Personas Desaparecidas realizaron, a finales del año 2019, en Puerto Vallarta, Jalisco, y Bahía de Banderas, Nayarit, se logró obtener información sobre un posible paradero de Lucero; esto se ocurrió mediante la confesión que hiciera una persona privada de la libertad que al ver su fotografía pudo ofrecer algunos detalles sobre su ubicación.
Esta información la dieron a la Fiscalía del Estado de Jalisco, ahí aseguraron que analizarían cada uno de los datos y que los integrarían al expediente de investigación. Han pasado más de siete meses de esto, pero nada se ha hecho para localizar a Lucero.
Ante esta ineficacia de la Fiscalía, la familia Ávalos Camarena comenzó a organizarse para obtener más información; así fue como dieron con el supuesto paradero, el cual verificaron a través de Google Maps.
Con la información recabada, empezaron a planear un viaje de búsqueda; sin embargo, ocurrió la desaparición de José de Jesús, Oswaldo Javier, Tonatiuh y Ernesto, y se detuvo todo; sin embargo, no soltarán esta pista porque ahora su búsqueda es y será para cada uno de sus cinco hijos.
“Tenemos ahora cinco desapariciones en casa… es algo terrible”, explicó María Guadalupe, quien aseguró que no va a descansar hasta saber dónde están sus cinco hijos: Lucero, José de Jesús, Oswaldo Javier, Tonatiuh y Ernesto.
“Hemos sido valientes en su búsqueda, sí, pero no queremos ser valientes, lo que queremos es encontrarlos a todos”, concluyó Mayra, pilar de su madre en la búsqueda de sus cinco corazones desaparecidos.