Quinto Poder
Por Sheila Arias/@Cheilona
Responsable de Comunicación Social del Observatorio Ciudadano de Mazatlán A.C./@observatoriomzt
Si piensan que ésta es una columna más, ahora mismo paren de leer… como sé que no pararon de leer con gusto les comparto que ésta la primera columna formal que escribo en mis 18 años de carrera como periodista. Soy nacida en Guanajuato, pero arraigada en Sinaloa desde hace una década. Esta colaboración también es un reto personal y un sueño cumplido del que ahora son parte, por eso agradezco a ZonaDocs el espacio y reconozco el trabajo incansable que ha mantenido como medio serio e independiente en Jalisco donde hacen visibles temas de alto impacto social. Va mi respeto para todo el equipo.
Desde este espacio compartiré mi sentir idealista sobre transparencia, derecho a saber, y la urgente participación ciudadana; el valor de mi colaboración es la información útil, de las pocas en México que abundará sobre mecanismos que, bien utilizados, nos pueden llevar a una verdadera rendición de cuentas de la autoridad, lo que millones de mexicanos anhelamos.
He decidido llamarla “Quinto poder” en alusión a los ciudadanos, porque si el Ejecutivo, Legislativo y Judicial ya son los tres poderes; la prensa es conocida como el cuarto, que los ciudadanos seamos el quinto poder (aunque deberíamos ser primero, pero de eso hablaremos más adelante). Estoy convencida que mientras más informados y organizados estemos podremos lograr cambios inimaginables en cualquier espacio y en cualquier contexto. Me alienta saber que mucho se ha avanzado en nuestro país gracias a grupos que exigen, preguntan, y opinan por el bien de su comunidad, también me alienta que, a pesar de las piedras en el camino, cientos de organizaciones de la sociedad civil están de pie, persistentes.
Dicho y explicado el motivo de mi colaboración les hablo ahora de ese quinto poder.
Si hacemos memoria seguro hemos participado en algún consenso familiar, por ejemplo, el más simple, cuando la mamá propone votación para definir qué comida preparará ese día ¿qué pasa?, ganan los que coinciden y se alían, pues mas o menos así funciona la participación social (perdón por el ejemplo), se trata de ciudadanos con ideas similares que, juntos y organizados, son capaces de lograr cualquier cosa. Sí, cualquier cosa.
Les doy un ejemplo real en Mazatlán. En la temporada pasada de Semana Santa, la activista Sofía Trejo propuso a través de su cuenta de Twitter colocar contenedores de basura en forma de peces en la zona de mayor turismo, donde se concentran miles de visitantes por día, así los visitantes encontrarían una forma divertida de depositar la basura en su lugar.
Su propuesta la arroparon de inmediato amigos y familiares; después empresarios y activistas; luego la autoridad. Los contenedores se hicieron realidad: empresarios y estudiantes los donaron y los colocaron en puntos de mayor turismo en el puerto, así se logró la campaña masiva ecológica más importante de los últimos tiempos no sólo en Mazatlán, en todo Sinaloa. Gracias a esta acción en la temporada pasada se recolectó más basura en contenedores con relación a otros años, y todo inició con la propuesta de una ciudadana preocupada por su municipio.
Esta acción es el claro ejemplo de ciudadanos que, con apoyo de otros ciudadanos, son capaces de hacer realidad proyectos de beneficio colectivo y de incidir en la toma de decisiones en asuntos públicos, porque hoy esta acción es parte de las campañas ambientales del Municipio.
¿Han oído ese dicho de que la autoridad no va a venir a resolver nuestros problemas?, pues es verdad, si nosotros no iniciamos cambios, nadie lo hará. Nuestro deber también consiste en colaborar, no sólo en pedir, en involucrarnos en asuntos públicos y ser parte de la solución, sólo así ganaremos voz y voto la toma de decisiones de la autoridad. Entonces, si pasamos del idealismo al realismo ¿ustedes creen que la autoridad abrirá la puerta a los ciudadanos para que participen en la toma de decisiones?, exacto, no, al menos no por voluntad, es ahí donde entra el quinto poder. Necesitamos proponer, actuar y hablar.
Ya nos dimos cuenta de lo poderosas que resultan las pequeñas acciones bien encausadas y arropadas por nosotros mismos en contextos locales; sin embargo, en México tenemos muchísimos casos exitosos de ciudadanos que han defendido predios, reservas ecológicas, áreas protegidas, proyectos o grandes construcciones que implican dinero público. Y ¿por qué no? si tenemos todo el derecho de saber y opinar.
Ahora sí, es aquí donde quiero que paren de leer para reflexionar.
Los leo en mi próxima colaboración, en mis redes sociales, y con gusto recibo sus comentarios. Ánimo que sí se puede.