Líderes y comunidades del Sur Global se reúnen en Oaxaca para denunciar la militarización, los megaproyectos y la inacción gubernamental ante la crisis climática, proponiendo una red global de resistencia y un calendario de lucha colectiva hacia la COP30 en Brasil.
Por Redacción Somos El Medio / @somoselmedio
Tras cinco días de intensas jornadas de trabajo, diálogo y reflexión, más de 250 personas de los cinco continentes se reunieron en el Encuentro Global por el Clima y la Vida – ANTICOP 2024, espacio en el que se denunciaron las crecientes amenazas a los pueblos y territorios del Sur Global, la crisis climática y la falta de acción de los organismos internacionales y gobiernos. El encuentro se caracterizó por ser un espacio autónomo y descentralizado para tejer alianzas y articular luchas colectivas en defensa de la tierra, el agua y la vida.
A través de un pronunciamiento, el ANTICOP 2024 resaltó que a través de la unidad en la diversidad, los pueblos presentes reflejan una historia común de resistencia frente al despojo y la explotación. Aunque existen diferencias culturales, los participantes coincidieron en que los desafíos, sufrimientos y devastaciones generados por el extractivismo y los megaproyectos son compartidos y, por ello, urgen una respuesta conjunta y solidaria.
Una de las denuncias centrales fue el impacto que la ultraderecha, en particular el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, que podría tener en la justicia climática y los derechos humanos de las personas racializadas y migrantes. En el contexto actual de un resurgimiento de políticas nacionalistas, xenófobas y coloniales, los pueblos del Sur Global explicaron que se encuentran, una vez más, en la línea de fuego, expuestos a desplazamientos, violencia estructural y despojo de sus territorios.
Otro de los temas que abordaron durante el encuentro fue la crisis hídrica y la necesidad de repensar el ciclo del agua. Los pueblos del Encuentro reiteraron que el agua es un derecho fundamental y no una mercancía. Propusieron soluciones comunitarias como la gestión autónoma del agua, la captación de lluvia y la instalación de sistemas de filtración, en un intento por asegurar su derecho al agua y proteger este bien común frente a los intereses privados.
El pronunciamiento final también hizo un llamado a la educación ambiental intercultural, buscando sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la importancia de cuidar y defender la naturaleza. Esta educación, plantearon, debe nutrirse de conocimientos científicos y saberes ancestrales. Además, los asistentes acordaron la creación de una red global, una “AntiCOP”, que permitirá coordinar acciones a nivel mundial, visibilizar las luchas locales y fortalecer la resistencia en defensa de los derechos de los pueblos y la justicia climática.
Para hacer frente a los desastres climáticos, ANTICOP 2024 propuso la creación de un fondo autónomo, libre de intermediarios, que responda de manera directa a las necesidades de las comunidades afectadas por eventos extremos. Además, anunciaron movilizaciones hacia la COP30 en Belén, Brasil, en 2025, con caravanas de protesta que visibilicen la crisis climática y los efectos devastadores de los megaproyectos en los territorios del Sur Global.
Ante el aumento de agresiones contra defensores ambientales, ANTICOP 2024 exigió la creación de espacios seguros y mecanismos de apoyo legal y psicológico para los activistas. Asimismo, propusieron la creación de un catálogo de buenas prácticas que difunda estrategias y acciones efectivas en la defensa de los territorios, resaltando el compromiso colectivo en la construcción de una red de apoyo global.
Finalmente, el encuentro concluyó con una firme convicción de que solo la unidad y la organización permitirán hacer frente a las múltiples crisis. Los pueblos del Sur Global enfatizaron la urgencia de construir un nuevo orden económico, anulando las deudas impuestas y recuperando los bienes saqueados, para lograr autonomía económica y alimentaria en sus comunidades.