#HastaEncontrarles
En Jalisco, la crisis de desaparición es tan grande que muchas familias tienen más de una ausencia. A la familia Orozco García, por ejemplo, le hacen falta: Toño y Alan. Y pese a las pruebas y evidencias que han recabado sobre ambas desapariciones, la Fiscalía de Jalisco ha hecho “poco y nada” para encontrarles.
Este día, Akemi -hija de Toño y sobrina de Alan- hace un llamado a la empatía para que, en la medida de toda posibilidad, apoyen a las familias que, como la suya, buscan a las más de 15 mil personas desaparecidas en Jalisco.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco
A la familia Orozco García le hacen falta dos de sus integrantes: Antonio Reynoso Hernández y Alan Martín Orozco García. El primero fue desaparecido por policías estatales, el 30 de agosto de 2013. El segundo fue desaparecido por hombres armados, el 14 de noviembre de 2022. Ambos hechos ocurrieron en la colonia Balcones de Santa María en Tlaquepaque, Jalisco. Lamentablemente, a ninguno de los dos, la Fiscalía de Jalisco les ha buscado.
Este día (14 de noviembre) se cumplen dos años de la desaparición de Alan, a quien se lo llevaron, de su propio domicilio, sujetos armados que se identificaron como integrantes de la Fiscalía de Jalisco. Pese a que esto fue documentado y observado por sus familiares, la Fiscalía -a la fecha- dice no tener ningún avance sobre el caso y ante el cuestionamiento de la familia Orozco García repiten la misma letanía: “Estamos investigando, tengamos paciencia”.
Daniela, hermana de Alan y madre de la hija de Toño, asume esta falta de acción con rabia y desconsuelo, pues no se explica por qué a dos años de la desaparición de Alan y a más de 11 años de que a Toño se lo llevaron policías, la Fiscalía tan poco empática.
“A Alan no le han buscado, creemos que mucho se debe a la falta de recursos porque falta personal… porque son tantos los casos que es difícil priorizar en uno o en otro, pero también por falta de empatía porque tiene la falsa creencia de que andaban en malos pasos”.
Una de las personas más afectadas por la desaparición de Toño y Alan ha sido Akemi, a quien desde muy temprana edad le arrebataron a su padre y en su adolescencia a su tío, a éste incluso se lo llevaron el mismo día en que su papá cumple años. Ante esta dolorosa situación, ella hace un llamado a la empatía y la solidaridad con las familias de las y los desaparecidos de Jalisco.
Este es su mensaje en texto y audio:
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“Hoy 14 de noviembre es un día muy especial para mí al igual que doloroso y triste. Hoy es cumpleaños de mi papá Antonio Reynoso. Mi papá lo es todo para mí, mi papá siempre fue el mejor… siempre fue un gran padre… hoy al igual que todos los 14 de noviembre me gustaría felicitarlo frente a frente… poder decirle cuánto lo amo y cuánto lo he extrañado… me gustaría darle un abrazo y poder festejar con él y poder decirle cuánto lo amo y cuánto lo necesito.
Mi papá no es sólo la persona que más amo sino que es para mí todo en este mundo, es la persona que amo con todo mi corazón y la persona que dejó mi vida marcada completamente. Quisiera decirle a mi papá este día que donde quiera que esté yo siempre voy a seguir queriéndolo y amándolo, siempre seguiré pensando en él, siempre estaré extrañándolo, pero sobre todo siempre seguiré buscándolo.
Yo no pierdo la fe en que algún día voy a poder ver a mi papá, a la persona que más amo y que me arrebataron. Hoy es un día más de su cumpleaños y me encantaría poderlo tener conmigo.
También hoy es una coincidencia que hoy (14 de noviembre) es el día en el que también desaparecieron a mi tío, Alan Orozco, mi otra persona favorita. Otra de las personas que más quiero y que más necesito… el mejor amigo de mi papá y mi mejor amigo. Él es la persona que siempre estuvo para mí, el que me hizo sentir el cariño de mi papá y su apoyo.
Quisiera al igual poder abrazarlo y saber que lo voy a poder tener conmigo todos los días, que lo voy a poder abrazar todos los días y que voy a poder comer con él, salir con él… que me lleve a la escuela… me encantaría saber que él va a estar ahí.
Yo también tengo la esperanza de volver a verlo… de que él esté con nosotros con su familia. Deseo de todo corazón y con toda la fe que él regrese a casa.
Es un dolor muy grande no tener a mi papá y a la persona que se transformó en mi papá después de perderlo. Hoy, un día más, seguiremos buscando hasta encontrarlos.
Mi mensaje como familiar de desaparecidos es que es necesaria la empatía entre todos, yo nunca le desearía este dolor a nadie… a ninguna familia a ninguna persona… es un dolor muy grande perder… que te arrebaten a un ser querido. Me gustaría ver a las personas unidas, a todas las personas, y con demasiada empatía al ver a una persona que sufre la desaparición de un familiar… algo que no es fácil… es algo que es doloroso y es lo peor que le podría pasar a alguien.
Me gustaría que cada vez que tuvieran la oportunidad de apoyar lo hicieran… compartiendo de esto con todas las personas que conocemos para ayudar a buscar, para apoyar y ser empáticos con las personas que están sufriendo porque les arrebataron a un familiar… pues no es nada fácil, pero creo que como sociedad podemos poner nuestro granito de arena… apoyando a las familias que sufren esto.
Yo, hija de Antonio Reynoso, y sobrina de Alan Orozco… formo parte de familias que sufren el dolor de una desaparición, y creo que la unión hace la fuerza”.
Ante estas dos desapariciones que han tenido la desdicha de padecer, la familia Orozco García mantiene las siguientes exigencias: 1) Localización y búsqueda exhaustiva, 2) Reconocimiento de su desaparición forzada, y 3) Agotar todas las pistas que les han otorgado en ambas desapariciones.
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La desaparición de Alan
“A Alan se lo llevaron de aquí de nuestra cochera”, recuerda su madre, Gabriela. Ese día recién regresaban de trabajar, era un día aparentemente normal hasta que comenzó a escucharse un bullicio inusual. Era 14 de noviembre de 2022.
Desde el segundo piso de la vivienda ubicada en la colonia Balcones de Santa María en Tlaquepaque, Jalisco, Gabriela bajó para saber qué estaba pasando. Ya abajo, en la cochera, se encontraban diversos jóvenes armados que se identificaron como elementos de la Fiscalía, pero ninguno portaba identificación; sin embargo, estos hombres ya tenían a Alan Martín Orozco García, de 28 años, tirado en el piso de la cochera.
Uno de ellos entró a la casa y preguntó qué otras personas estaban en la casa, Gabriela gritó a su esposo, pero el joven armado no tuvo más interés y salió hacia la cochera donde estaban preparando la huida.
Subieron a Alan Martín a la camioneta, la que sin prisa salió de la privada para después perderse por la avenida Paseo de Los Balcones: rumbo a la transitada avenida Cristóbal Colón.
Desde ese día no se sabe nada del joven comerciante, tampoco se sabe nada de quienes eran esos hombres a bordo de la camioneta, pues la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas lo único que le han dicho a la señora Gabriela es que “esa camioneta no era de la Fiscalía ni esos hombres pertenecían a la institución”, esto para la autoridad quedó descartado tras el análisis de un video de seguridad que la propia familia Orozco García aportó para que se pudieran localizarlo.
Luego de esto cesó la información sobre los avances de la investigación y búsqueda de Alan Martín, también dejaron de atenderles por teléfono porque al marcar a la Fiscalía Especializada nunca les contestan:“En cuestión de autoridades puede decir que no son competentes, pues no han hecho mucho por buscar a mi hijo, sé que hay muchos casos, pero yo pienso que no les toman prioridad a ninguno”, explica Gabriela.
Para la familia Orozco García ha sido difícil la búsqueda de Alan Martín, pues su actividad laboral y las propias necesidades económicas no les han permitido incorporarse a un colectivo de búsqueda, pero lo que sí han hecho es publicar la ficha de búsqueda en redes sociales, así como colocar lonas en diversos puntos de la ciudad.
Su madre, Gabriela, lo único que desea es que las autoridades hagan su trabajo y arrojen luz para saber dónde está su hijo y por qué es que esos hombres que se identificaron como de la Fiscalía se lo llevaron: “Lo único que queremos es que trabajen y nos ayuden a encontrarlo, es lo único que yo deseo”.
La desaparición de Toño
La desaparición de Antonio Reynoso Hernández, “Toño”, fue una de las primeras desapariciones forzadas que documentó por parte del colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (FUNDEJ). Él fue desaparecido en un supuesto operativo que realizó de manera irregular la Policía Estatal de Jalisco, instancia que irrumpió en una fiesta infantil en la que Toño estaba junto con su hija.
Esto ocurrió alrededor de las 19:30 horas del 30 de agosto de 2013, ese día la fiesta se vio abruptamente interrumpida cuando en un operativo irregular diversas patrullas y elementos de la Policía Estatal se concentraron en la calle Paseo del Portón y sin orden de arresto o de cateo ingresaron a la casa marcada con el número 26 para arrestar y sacar con violencia a Toño y cuatro hombres más que se encontraban ahí celebrando. En total, fueron cinco las personas detenidas. Las autoridades insistirán en que sólo fueron tres, y es ahí donde sucede la primera desaparición de Toño.
Las patrullas que ese día cerraron las pequeñas calles que conforman Paseo del Portón tenían las placas y los números de identificación tapados, los policías que en ellas iban portaban pasamontañas para no ser identificados.
Así fue el operativo que no sólo allanó el domicilio donde se desarrollaba la fiesta sino un par de viviendas más, la de la familia de Toño y la de un vecino al que también pretendían detener y al que, al final, dejaron bocabajo en la calle junto con otro joven antes de irse abordo de dos camionetas confiscadas: ambas tenían reporte de robo.
Toño, desde luego, iba en una de esas patrullas porque su madre, Mayra Hernández, quien llegó al momento del “operativo” observó cómo lo sacaban esposado y sangrando para subirlo a una de ellas.
Al verlo Mayra intentó correr hacia él, pero un policía con un arma larga le impidió el paso. “Permítame, es mi hijo”, insistió ella mientras el policía le preguntaba quién de ellos era su hijo: “El de la camisa verde…”, el uniformado cerró aún más el paso mientras Mayra preguntaba: “¿por qué lo habían golpeado?”.
Éste aseguró que no lo habían golpeado sino que éste se había peleado:
– ¿Y por pelearse se lo llevan?-, preguntó Mayra,
– Ya se enterará-, aseguró el integrante de la Policía Estatal.
En ese momento a Toño y a los otros detenidos les taparon el rostro con sus propias camisas, y los colocaron en una camioneta de doble cabina. Toño fue sentado en medio de los otros detenidos. Nadie sabía el motivo de la detención ni a dónde los llevarían. Su madre intentó acercarse a la camioneta, pero no pudo más que ver a Toño a la distancia, y ese fue el último día en que lo vio.
Desde entonces, la Fiscalía de Jalisco ha sostenido que: “Toño jamás fue detenido” y que lo pasó con él, “nunca fue una desaparición forzada”, pues no hay registro de que ese, 30 de agosto de 2013, haya sido detenido por la policía.
Pareciera que todo lo que vio Mayra, su madre, aquel día en que se lo llevaron los policías, sólo hubiera sido producto de su imaginación.
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Aquí puedes leer más de ambas desapariciones:
¿Dónde está Toño? Del arresto irregular a la desaparición forzada
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