Las agresiones hacia mujeres periodistas no se detienen en México, pues de acuerdo con el segundo informe trimestral de Comunicación e Información para la Mujer A.C. (CIMAC), las reporteras siguen siendo violentadas por funcionarios públicos de todos los niveles de gobierno. El bloqueo informativo, la intimidación y el descrédito fueron las principales formas de agresión.
Frente a este contexto, CIMAC exige que tanto el Estado, como sus instituciones trabajen para erradicar la violencia que por ellos mismos ejercen en contra del gremio de periodistas. Reconocer la labor periodística, sobre todo para las mujeres, como un trabajo esencial para informar a la sociedad en un país denominado como democrático, es fundamental para avanzar en este proceso de cambio.
Por Karen García / @karen_gdlt
El Segundo Informe Estadístico sobre Violencia contra periodistas y defensoras elaborado por Comunicación e Información para la Mujer A.C. (CIMAC) arrojó 59 agresiones hacia mujeres periodistas en el ejercicio de su labor informativa en México; 22 mujeres menos que los datos recolectados en junio.
Ciudad de México (CDMX, con 14 mujeres), Veracruz y Michoacán (con 6), Puebla (5) y Aguascalientes (3), se mantienen como las entidades más vulnerables para ejercer la labor de las reporteras, como se documentó en el trimestre anterior.
Otro de los hallazgos del informe revelaron que la situación que enfrentan periodistas y defensoras no ha presentado un cambio significativo respecto al informe trimestral anterior, puntualmente, sobre los eventos violentos, agresiones y atentados en contra de quienes realizan la labor de defensa de derechos humanos y el ejercicio de la libertad de expresión.
Son las reporteras (24 mujeres), las más expuestas a agresiones, principalmente por funcionarios federales, municipales y militantes simpatizantes. Esto resulta “alarmante”, ya que según los registros de CIMAC, los eventos de violencia sucedieron en el marco de las elecciones y campañas políticas del proceso electoral 2024. Este contexto se vio reflejado en un aumento de los ataques (con 18 mujeres agraviadas en este trimestre).
“Son los funcionarios públicos los que están agrediendo. Y los bloqueos informativos siguen siendo la forma más frecuente de amenaza contra las compañeras reporteras. Y esto nos muestra también, una permanencia de una relación con la prensa, es decir, el bloqueo informativo, la intimidación y el descrédito fueron las principales formas de agresión en estos dos trimestres y nos habla de cómo el aparato de gobierno ve la labor informativa.”, explicó en entrevista para Zona Docs, Cirenia Ortega, coordinadora del Observatorio de medios y de capacitación de CIMAC.
Como señala Cirenia Ortega, entre las agresiones y violencias que las periodistas enfrentan, se encuentran: los bloqueos informativos, la intimidación, ser amenazadas, agredidas físicamente, el hostigamiento, la estigmatización, el ser vigiladas o censuradas, entre otras. Además, la desconfianza hacia el Estado y las instituciones gubernamentales para interponer una denuncia vuelve “mucho más complicado” el proceso, ya que en su mayoría, estos agresores son figuras públicas y políticas. Por lo que, depender de esas autoridades para recibir justicia, afecta el entorno social, laboral y sobre todo psicológico de las periodistas.
“Las periodistas que son violentadas sí viven con un miedo permanente. Hay una afectación al proyecto de vida, hay una afectación no solo a nuestra labor, sino al entorno familiar. Se vive con desconfianza, se vive con miedo de, no solo de ser amenazada tú, sino de que tus compañeras pueden ser amenazadas.”, expresó Cirenia.
Además de la violencia institucional, entre otras de las modalidades de violencia que registró CIMAC se encuentran: la violencia comunitaria (dentro de su entorno social); violencia digital con campañas de desprestigio y amenazadas mediante redes sociales; y violencia laboral, respecto a esta última, es importante advertir que muchos medios de comunicación obstaculizan la labor, no brindan oportunidades igualitarias en la labor e incurren en la violencia física o psicológica.
Dentro del registro, también se evidencia las agresiones cometidas hacia las mujeres defensoras de derechos humanos, representando una cifra indignante, con 275 casos. De los cuales 139 ocurrieron de manera particular, 120 de forma colectiva y 16 de modo institucional.
La amenaza, el hostigamiento, la limitación, impedimento y/o ataques por comunicar o recibir información, además de manifestarse de manera pacífica, vigilancia o persecución, fueron las agresiones más habituales.
“Desde CIMAC se reconoce a las mujeres periodistas como mujeres defensoras de derechos humanos. Defendemos el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la información, pero también acompañamos otras luchas. Por ejemplo Zona Docs que acompaña temas de desaparecidos. Entonces, nos volvemos también defensoras de derechos humanos al acompañar otras luchas.”, comentó la coordinadora de CIMAC.
La organización hace una serie de exigencias hacia el Estado para que estas agresiones cesen y la labor periodística sea reconocida como vital. Pues es un deber periodístico informar y deber del Estado brindar protección y seguridad para las periodistas.
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Reconocimiento de la labor periodística como necesaria:
Exigen al Estado que detenga el desprestigio a la labor informativa, pues mediante las llamadas “mañaneras” del sexenio anterior, el ex presidente Andrés Manuel Lopez Obrador reforzó un discurso estigmatizante hacia la labor.
“Si hay un discurso desde el Ejecutivo Federal que estigmatiza nuestra labor, eso es una pedagogía para otras autoridades y para la audiencia de esas mañaneras, que es toda la población.”, declaró Cirenia Ortega, ya que al reconocer la labor, se garantiza que socialmente se reconozca y prevengan las agresiones.
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Que el principal ente agresor (las autoridades) cese estas acciones:
“Nuestra tarea si es de seguimiento, de vigilancia a las acciones gubernamentales, para hacer incluso denuncia pública y dar seguimiento a casos concretos. Esa es nuestra labor. Entonces no es una amenaza directa al funcionario hacerle una entrevista.”, comentó Cirenia.
- Garantizar el acceso a la justicia: para que las denuncias tengan un seguimiento y no queden impunes. Teniendo personal capacitado para atender a mujeres periodistas que denuncian agresiones.
- El mecanismo de protección a periodistas necesita funcionar con “Protección Integral Feminista”: este mecanismo necesita tomar en cuenta los riesgos que se viven como periodista por el hecho de ser mujer, en donde exista un análisis de contexto. Además de una comunicación interinstitucional.
“Si un compañero periodista es amenazado, él puede salir del país en este momento. En el caso de las mujeres periodistas, generalmente se hacen cargo de los hijos, de los papás, incluso de sus animales de compañía. Y todas estas condiciones no se observan.”, explicó Cirenia.
- Fortalecer los procesos de articulación entre mujeres periodistas de diferentes estados: esta acción, refiere Cirenia, es más que nada una exigencia hacia la comunidad femenina periodística. De esta forma se crearán redes, en donde “estar juntas nos hará más fuertes” para reaccionar frente a la violencia.
CIMAC espera que en el cierre de 2024 los registros de eventos de violencia y ataques disminuyan, pese a lo que dice la tendencia de las cifras. Esperan que con la entrada del nuevo sexenio, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, se establezca una nueva relación respetuosa con la prensa y se reconozca la labor que ejercen las mujeres periodistas.
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Puedes leer el informe trimestral de septiembre de CIMAC aquí.