El escenario político para los próximos tres años

Pesimismo Esperanzador

Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ

El sexenio que está por concluir, además de los saldos de gobierno, algunos positivos y otros negativos, también deja un escenario político inédito y particular. El presidente López Obrador, además de fungir como primer mandatario del país, también se consolidó como el líder indiscutible de su partido, que hoy, renueva la presidencia, controla el Poder Legislativo y gobierna en 24 entidades del país. Desde principios de los años 80, donde la fuerza política del Partido Revolucionario Institucional (PRI) era hegemónica y sin contrapesos políticos sólidos, no habíamos tenido un partido político en el gobierno con tanta fortaleza política.

Ahora bien, a diferencia de aquel momento, esta potencia política está respaldada por una alta y sólida aprobación popular, que trató de ser minimizada por opinadores, analistas políticos y por adversarios, pero que, con los recientes resultados electorales, es evidente que hoy la mayoría de mexicanas y mexicanos apoyan decididamente el proyecto político de López Obrador y sus aliados. No reconocer esta característica del momento presente, sería una ceguera analítica profunda.

El sexenio que comenzará en los próximos días, le dará a la presidenta Claudia Sheinbaum todas las herramientas formales y políticas para llevar adelante los programas, proyectos e iniciativas del lopezobradorismo. Es la primer mandataria más votada desde hace 40 años, tiene un Congreso de la Unión totalmente favorable, cuenta con el respaldo del 75% de las y los gobernadores de México, y es parte importante de un partido político que se consolidó como una maquinaria electoral altamente eficiente. Al menos durante el primer trienio de esta administración, la fuerza política gobernante no tendrá pretextos para no dar resultados y para tener avances sustantivos en las materias que más aquejan el país, a saber: la crisis de inseguridad y derechos humanos, la desigualdad económica y territorial, la corrupción, la precaria democracia y la crisis ambiental, sólo por citar algunos de los problemas más acuciantes.

La otra parte del escenario político es la profunda debilidad y la paupérrima capacidad de la oposición política en México. Durante la última década los partidos que ahora son la oposición: Acción Nacional (PAN), PRI, el extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD) dilapidaron a manos llenas su capital político y en el caso del Partido Movimiento Ciudadano (MC) no ha logrado consolidarse como una opción política atractiva a nivel nacional. Los resultados electorales orillaron a estos partidos a tener una actuación testimonial, ya que en términos prácticos no tienen las herramientas para contener al partido oficial y sus aliados.

Al menos durante los próximos tres años, este escenario político prevalecerá y lo mínimo que estos institutos políticos debería de hacer, es advertir a la ciudadanía de posibles errores o de malas actuaciones de Morena y sus aliados.  En los casos del PRI y de PAN las fracturas al interior de estos institutos políticos son más que evidentes y además hay un claro divorcio de la mayor parte de la ciudadanía con estos partidos tradicionales. Para poder remontar esta crisis, estos partidos deberán propiciar profundos procesos de reflexión y cambio que los lleven a reingenierías donde clarifiquen sus apuestas, que se ubiquen claramente en el espectro político, que los reconcilien con la ciudadanía y que se democraticen hacia el interior de sus organizaciones.

En un escenario político como este, con un partido oficial avasallante y con una oposición política testimonial, los contrapesos políticos deberán surgir de las organizaciones de la sociedad civil, de los movimientos sociales y de las agrupaciones empresariales. Estos actores sociales son los que deberán entrar en diálogo, negociación y en algunos casos en conflicto con el poder político formal. Esto puede representar una gran ventana de oportunidad para fortalecer e incrementar los esfuerzos de organización social que siempre serán bienvenidos en una democracia. Sin ánimo de generar una narrativa vacía, me atrevo a decir que es la hora de las y los ciudadanos, es el momento de impulsar espacios de organización que busquen el bien común, que fortalezcan nuestra precaria democracia y que exijan resultados al gobierno en turno. 

Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com

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Pesimismo esperanzador
Pesimismo esperanzador
“Pesimismo esperanzado” es una columna escrita por Jorge Rocha, Profesor e investigador del ITESO.

1 COMENTARIO

  1. No estoy de acuerdo en la parte absurda de que ganó bien la elección el partido de morena, FUÉ EL MEGAFRAUDE MAS GRANDE Y DESCARADO DE LA HISTORIA DE MÉXICO.
    SI ES LA HORA DE LA CIUDADANÍA!!!!

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