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A Sofía Taranto se la ve moverse rápido entre quienes acuden a las actividades que organiza junto con su pareja, Marcelo Cabrera, en Charamusca, la escuela libre que fundaron en su casa en Melilla, Montevideo. Conoce su historia
Texto: Flor Pagola, Carolina Bas, Madeleine Wattenberger, Eliana Gilet
Foto: Lizbeth Hernández
Diseño: Paola Macedo
URUGUARY.- En Montevideo, Uruguay, hubo un día en que el mate cebado con agua de la canilla (llave) comenzó a tener gusto a sal. En abril de 2023, el río que abastece de agua dulce a la ciudad y su área metropolitana, llegó a su mínimo histórico luego de tres años de sequía. Las autoridades decidieron remediarlo bombeando agua salada para el consumo de la gente, con el doble del nivel de cloruro y sodio permitido por los estándares internacionales. La crisis del agua llegó a Montevideo, la capital más austral del continente americano, donde reside casi un millón y medio de habitantes, es decir, la mitad de la población uruguaya.
Durante el mes siguiente, miles de manifestantes salieron a las calles al grito de “no es sequía, es saqueo”, reclamando que no podían tomar agua de la canilla como lo habían hecho desde siempre. Los bidones y las botellas de plástico se volvieron una herramienta de protesta ruidosa. Aunque cuatro meses más tarde la situación del agua se “normalizó”, la confianza en el agua corriente, no regresó.
A Sofía Taranto se la ve moverse rápido entre quienes acuden a las actividades que organiza junto con su pareja, Marcelo Cabrera, en Charamusca, la escuela libre que fundaron en su casa en Melilla, Montevideo. No solo recibe a la gente, sino que organiza el espacio, presenta las actividades, aporta sus reflexiones y experiencias en la lucha socio-ambiental en Uruguay, prepara hamburguesas vegetarianas y ceba mates.
Ella tiene 32 años, complexión delgada, el cabello largo y ondulado con raya al medio, y una sonrisa tímida y amable. Es descendiente de la Nación Charrúa e integra la comunidad Jaguar Berá, será por eso que abre las puertas de un armario gigante y deja salir aromas y colores de las hierbas con las que prepara medicina.
Nació y se crió al lado del río Santa Lucía, el mismo río que atraviesa seis departamentos, abastece de agua dulce a los habitantes de Montevideo y su zona metropolitana, -y que registró su nivel histórico en mayo de 2023- desencadenando, en parte, la crisis hídrica.
San Ramón, en Canelones, es la ciudad de la infancia de Sofía y donde se inauguró, sin saberlo, como defensora del agua. De adolescente se unió con amigos del barrio para limpiar la basura en la vera del río Santa Lucía y plantar allí árboles nativos para formar un parque. Así fundó desde pequeña una tradición propia, la de cuidar el agua y el territorio en comunidad.
“El agua une a todas las luchas porque es lo vital, lo fundamental”, dice Sofía y continúa: “Todos los proyectos extractivos buscan tener a mano el agua y acá, ni siquiera se la cobran, cuando la mayoría de la población está pagando por su consumo”
En el 2016, a través de una campaña de recolección de firmas, intentó prohibir las plantaciones de soja (las mismas que han erosionado la calidad del agua del río Santa Lucía) en Canelones, un departamento agrícola por excelencia y el principal productor de alimentos del país. A pesar de que se logró prohibir las plantaciones en algunas zonas del departamento, al no haber controles, Sofía señala que continúan.
Una vez que se mudó a Montevideo, se unió a la comisión de estudiantes en lucha por la tierra y el agua de la universidad pública, donde estudió la carrera de psicología. Y en 2022, en medio del clima carente de movilizaciones que dejó la pandemia por Covid-19, conformó la Coordinadora por el Agua, que al año siguiente fue clave para articular las manifestaciones callejeras por la crisis hídrica, que se mencionaron al inicio de este reportaje.
Sofía sabe que la defensa del agua “ni empezó con nosotras, ni va terminar con nosotras”; y aunque por momentos dice “basta, todo sigue peor, no voy a hacer nada más”, siempre regresa a la misma conclusión: “no puedo no hacer nada”.
Aquí puedes conocer la escuela libre Charamusca y el espacio de medicina herbal natural:
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Este reportaje forma parte de Los Rostros del Agua. Historias de defensoras urbanas en Montevideo y Ciudad de México que reúne experiencias de mujeres activistas que defienden el agua. Realizado por Kaja Negra y la Cooperativa de periodismo, este trabajo contó con el apoyo de la beca ColaborAcción 2024, de la Fundación Gabo y Fundación Avina. Aquí puedes ver su versión original: https://kajanegra.com/rostros-del-agua-reportaje/
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