Desde Zacatecas, Universidad A Las Calles utiliza el arte y herramientas de intervención social para recuperar espacios para las infancias, jóvenes y adultos; esta labor la realizan de manera comunitaria y proactiva con el objetivo de prevenir todo tipo de violencias. Conoce su trabajo en esta nota.
Por Alondra Angel Rodriguez / @AlondraAngelRo
Fotos: Universidad a la Calles
Universidad A Las Calles es una organización de la sociedad civil que trabaja de manera plural, crítica e independiente en el estado de Zacatecas. Su acción se centra en la construcción de capacidades ciudadanas y el acompañamiento de procesos de voluntarios en defensa de los derechos humanos y en recuperación de espacios públicos.
La organización que inició a raíz de la pandemia por COVID-19 se ha mantenido en un trabajo continuo hasta el día de hoy: “en la pandemia fue cuando vimos que las problemáticas estaban aumentando… colonias donde se sabía que ya tenían algún tipo de antecedente de violencia comenzaron a tener más incidencia… y fue ahí que empezamos a trabajar”, comentó Sara Miranda, participante de Universidad A Las Calles
Luego de un trabajo previo de exploración y diagnóstico en la zona de Guadalupe, Zacatecas -lugar donde las y los integrantes de la organización son profesionales en diferentes ámbitos- el proyecto comenzó a materializarse con el firme objetivo de ayudar a prevenir las violencias presentes en este municipio.
Sus grupos de trabajo y acción están enfocados a familias, infancias y jóvenes, esto sin dejar de lado a los adultos y padres de familia.
La organización cuenta con un equipo de seis personas, entre ellos docentes de la Universidad Autónoma de Zacatecas, personas que trabajan en proyectos sociales, y algunos de ellos que ya habían tenido iniciativas relacionadas con la lucha de las infancias. Además, también se cuenta con la participación de prestadores de servicio social, voluntarios y una red de artistas con los que realizan acciones de artivismo.
A decir de Sara Miranda, uno de sus fuertes son los talleres comunitarios, los cuales van en dos vías: 1) Acciones en pro de la comunidad en donde intervienen, y 2) Coadyuvar a la instrumentalización y capacitación con temáticas como: la educación popular, la desigualdad social, la perspectiva de género y la resiliencia.
Lo anterior se lleva a cabo con la implementación de distintos tipos de arte; al respecto Sara Miranda comentó que tienen la fortuna de tener contacto con una red con varios artistas en Zacatecas. El trabajo con la red opera a través de un sistema de trueque, pues al colaborar con Universidad A Las Calles, la organización gestiona espacios para que puedan presentar sus trabajos artísticos.
Además, debido a su intervención en distintos espacios y comunidades es que han podido crear grupos y alianzas, de este modo compañías de teatro, grupos musicales, y artistas participan de manera activa en las comunidades a través de talleres de artes plásticas y artes digitales.
A problemas similares, respuestas comunitarias
Sara Miranda comentó que las problemáticas a las que se enfrentan las comunidades en las que intervienen también son problemáticas que ellas y ellos han atravesado, por lo cual intentan buscar soluciones. Por tanto, buscan tener mejoras en la comunidad actuando con técnicas y habilidades en comunicación; por ejemplo, a través de espacios de escucha activa o comunicación asertiva, mismos que han funcionado bien para hablar de las violencias que viven en su entorno.
La activista, además, agregó que la organización trabaja y acompaña desde espacios públicos, pero también han tenido acercamiento en las autoridades comunitarias en Zacatecas, pues pretenden que su labor no sea efímera, como pasa luego con otros proyectos sociales o gubernamentales:
“En Universidad a las Calles queremos dar un acompañamiento a largo plazo sin importar el contexto, pues lo que nos ha funcionado, a pesar de las problemáticas, es mantener un seguimiento y una continuidad en estos espacios, independientemente de quién o de qué partido político esté: nosotros continuamos”, explicó.
Las zonas de intervención, en palabras de Sara, aún son muy pocas para lo que la organización planea y quiere lograr desde una perspectiva que no sólo va de abajo hacia arriba, sino que esto lo construye siempre de manera horizontal.
Para la intervención de las comunidades, la integrante de Universidad A Las Calles comentó que existen dos formas: la primera es que la organización detecte comunidades o barrios donde vean características o espacios viables para su intervención, pero también están abiertos a que las mismas comunidades se acerquen.
“Hay zonas con diferentes maneras de trabajo, en todas hacemos un breve diagnóstico… hacemos recorridos y marchas exploratorias para ver cómo están los espacios, pero también para identificar personas que tal vez son más partícipes en la comunidad, esto para que puedan ayudarnos”.
Esta labor, como lo tiene claro Sara Miranda, es un proceso complejo, pero los resultados y el amor por la comunidad es lo que las y los motiva a seguir:
“Zacatecas es muy grande y diverso… y aunque consideramos que son chiquitas o aún pocas las zonas en las que hemos podido intervenir, la verdad es que la permanencia, seguimiento y los resultados es en lo que hemos podido darnos cuenta que sí hay una cosecha que dará resultados”.
Si bien, Universidad A Las Calles ha podido colaborar con algunas instituciones, como el Instituto Zacatecano de Cultura o el Festival Internacional de Teatro de Calle, desde la organización buscan que nadie esté por encima de nadie dentro de los proyectos; por tanto, toman como prioridad a las comunidades, pues quienes ahí viven conocen son las problemáticas y son quienes tienen la batuta en procesos en los que se busca intervenir.
“Cuidamos muchísimo los procesos y el cómo damos instrucciones y trabajamos en estos espacios porque nos ha pasado que de pronto las instituciones se quieren adueñar del proyecto, pero nadie es el dueño más que la misma comunidad que están ahí 24/7, los 365 días del año y que han vivido muchísimo tiempo ahí”, expresó Sara.
Un largo camino
Desde 2020 a la fecha, la organización ha tenido más de 100 beneficiarios entre ellos infancias, jóvenes y también adultos principalmente en el municipio de Guadalupe en Zacatecas; ahí han participado en la creación de espacios como: la Escuela de Educación Popular, el Huerto Comunitario, el Jardín de la Paz o el Espacio Comunitario Metropolitano. En esos espacios recuperados, la asociación está como responsable de la creación de actividades, talleres y expresiones artísticas.
Sobre estos últimos, Sara expresó que son espacios en desuso, en comunidades lastimadas y que generan un factor de riesgo; por ello, exhortó a prestarles atención y apostar por estos espacios más allá de la construcción de otros que, a final de todo, los beneficiados serán las comunidades:
“Volteemos a ver estos espacios que no necesitan tanto para que puedan funcionar y que están a la vuelta de la esquina… y que las y los vecinos pueden acceder en lugar de crear otros nuevos con grandes cantidades de inversión y equipos sofisticados que de pronto se vuelven un problema más que una solución para la movilidad y esparcimiento de la misma comunidad”.
Dentro de los deseos que se tienen para el futuro se busca que la organización pueda mantenerse por medio de la creación de actividades cursos y talleres que les permitan generar recursos económicos para continuar su labor de recuperación de espacios sociales y comunitarios.
“Queremos que se sientan acompañados, atendidos y que sepan que alguien más está haciendo algo, que puedan conocer un poco de lo que hacemos, buscar colaboraciones y que el servicio a la sociedad trascienda. Nos gustaría formar agentes de transformación y cambio que tienen deseos y pensar que sepan que pueden cambiar las cosas con pequeñas iniciativas”, concluyó Sara.
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