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El proyecto Lumai Península pretende construir 65 bungalós y 83 cabañas para glamping, salón para eventos y otras zonas recreativas en un predio ubicado en El Mogote, La Paz, Baja California Sur, pese a que ya cuenta con denuncias previas ante la Profepa por remoción de dunas sin autorización en el área.
Por Daniela Reyes / Causa Natura Media
En noviembre de 2023 el Ayuntamiento de La Paz y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) denunciaron respectivamente ante la Profepa el desmonte y remoción de dunas y vegetación en la barrera desértica El Mogote, ubicada en La Paz, Baja California. El daño fue reconocido por la autoridad y están llevando a cabo las investigaciones para deslindar responsabilidades.
“Cuando se hicieron estudios de dunas que se solicitaron para el POEL (Programa de Ordenamiento Ecológico Local), se hicieron recorridos a pie por toda esa zona y nos dijeron, ‘aguas, porque aquí hay una señalización, se ven unas máquinas, se ve toda la intención’ y ahí se detectó esta irregularidad, entonces mandamos la denuncia a Profepa”, señaló Jeanneth Armendáriz, directora de Ecología y Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Paz.
Al tiempo asociaron estos hechos con el proyecto Lumai Península, que se encuentra en proceso de obtener la autorización ambiental de Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para operar un alojamiento turístico con espacios recreativos e instalaciones para eventos en las mismas coordenadas de la denuncia.
El proyecto pretende construir 65 bungalós y 83 cabañas para glamping, salón para eventos, instalaciones para la práctica de yoga, meditación, spa, estacionamiento, andadores, áreas verdes y zonas de protección en una superficie de 101 mil 823 metros cuadrados (m2) dentro del predio de 311 mil 155 m2 que constituye la propiedad del promovente, según la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que ingresó ante Semarnat en febrero de 2024.
Además plantea que las instalaciones de agua potable serán alimentadas por bombeo desde cisternas enterradas que abarcan una superficie de 150 m2, de las cuales una será para almacenar 100 mil litros de agua suministrada por pipas y 50 mil litros para almacenar aguas pluviales. Así como la instalación de paneles solares, plantas generadoras de electricidad y plantas para el tratamiento de aguas residuales.
La MIA fue promovida por José Galicot Behar, empresario y filántropo originario de Chihuahua, fundador de la iniciativa Tijuana Innovadora y relacionado con al menos 13 empresas, la mayoría en Tijuana y una en La Paz, con giros variados que van desde el sector inmobiliario, hasta cajeros automáticos, seguridad privada, manejo de plantas hidroeléctricas y telecomunicaciones.
También se encuentra involucrado en el proyecto Ignacio Guillermo Ibarra González, quien es Group Chief Executive Officer en Lumai Península según anuncia en su perfil público de LinkedIn y según sus redes sociales trabaja en ChiloChill, un proyecto turístico de glamping que tiene sede en La Ventana, Baja California Sur.
Para este reportaje Causa Natura Media buscó a José Galicot a través de los canales ofrecidos por su proyecto pero no hubo respuesta. Mientras que al contactar por las vías oficiales ofrecidas por Lumai en su sitio web, Guillermo Ibarra de Lumai respondió que no había nada que quisieran comentar para el reportaje.
Cemda ha identificado que cada vez es más común que los proyectos inicien sus obras antes de que culminen los procesos para determinar si tienen la autorización ambiental, lo cual es ilegal.
“O están muy seguras de que van a obtener la autorización o no sé qué pasa por sus cabezas que empiezan a hacer la preparación del terreno, a hacer desmonte, y en este caso a remover dunas también, y eso pues sí es una ilegalidad porque tienen que cumplir con todo el proceso y obtener las autorizaciones correspondientes antes de poder iniciar con las obras”, dijo Sarahí Gómez, coordinadora del área de investigación para la oficina noroeste del Cemda.
Este es el caso del proyecto Lumai en el que Cemda se centró, pero Gómez advierte que durante esas visitas de verificación se dieron cuenta de que también en el camino lateral desde el Estero Zacatecas hasta el proyecto Paraíso del Sol hay varias zonas que presentan remoción de arena y letreros de terrenos con duna en venta.
Actualmente no existe ninguna restricción para vender predios con dunas. Pese a que éstos deberían ser utilizados para conservación, terminan por ofrecerse para construcción como en el caso del proyecto Lumai.
Especulación inmobiliaria
“Un sereno refugio de lujo para viajeros con buen gusto que evoca formas inspiradoras de conectarse con su yo interior”, dice en inglés la página web de Lumai Península.
En su página de facebook han publicado el proyecto desde agosto de 2023, se anunció su apertura para la primavera de 2024 e inclusive Lumai se encuentra registrado en Google Maps donde se muestran imágenes del proyecto.
El 12 de diciembre publicaron en sus redes sociales fotografías del proyecto y desde el 14 de diciembre no han vuelto a publicar.
“Ellos van a abrir ahora en primavera y tienen su mapa, el concepto del proyecto y ya lo están anunciando por diferentes redes. Pareciera que no está establecido bien la serie de autorizaciones que deben tener para empezar a promocionar tu proyecto pues empezaron (Lumai Península) a anunciarse sin siquiera haber ingresado una evaluación de impacto ambiental, por lo tanto no tienen el cambio de uso de suelo. Y esto es importante porque genera especulación”, señaló Sarahí Gómez.
La promoción de estos proyectos hacen que estas zonas sean más visibles e inversionistas se interesen en el espacio, cuando en teoría solo podrían adquirir la tierra para conservación.
“Si yo estoy viendo que ya un proyecto está iniciando, además se está publicitando en redes y veo que es un lugar potencial porque tienes a paraíso del mar que está al final…y eso sumado a que hay venta de esos lotes pues entonces pones en el foco este tipo de lugares y alguien que no sepa y que tiene el capital y que nada más anda viendo dónde invertir su dinero pues claro que va a empezar a ver la manera de conseguir un pedazo del pastel”, Gómez.
En México no está tan claro a quién le compete regular la publicidad de los proyectos turísticos e inmobiliarios que no tienen asegurada su viabilidad y por esto podría considerarse engañosa, de acuerdo con Sarahí Gómez, esto está penado en países como Estados Unidos porque se “pone en juego el patrimonio y la inversión de la gente que quiere comprar en ese lugar”.
Impacto ambiental del proyecto
El proyecto se encuentra en el proceso de evaluación ambiental en el que la Semarnat determinará si las medidas de mitigación incorporadas en la MIA garantizarán que no habrá una afectación ambiental.
Para este proceso le fue requerido al Ayuntamiento de La Paz una opinión técnica del proyecto en la que este determinó que contraviene las disposiciones del PDU (Programa de Desarrollo Urbano) de La Paz, y ya fue remitida a la Semarnat, quien a su vez valorará la opinión y determinará si se autoriza o no el proyecto.
“La Semarnat pide opinión técnica a los Ayuntamientos respecto a las competencias municipales que, básicamente, tienen que ver con la autorización del uso de suelo municipal. Entonces, se opinará en función de lo que considera el PDU-CP La Paz. Peroes Semarnat quien tiene la facultad de resolver si el proyecto es viable en materia de impacto ambiental y de considerar si dicha opinión será relevante en la decisión final, ya que dichas opiniones no son vinculantes, de acuerdo a la Ley de Equilibrio Ecológico”, señaló Armendariz.
El proyecto Lumai se ubica en la zona de dunas del Mogote en la UGA-06 del PDU de La Paz (2018) al que se le aplica una política especial de protección por ser zona de mangle. Sin embargo, esto no se menciona en la MIA y tampoco se vincula a la NOM-022-SEMARNAT-2003, que establece medidas a favor de los humedales costeros en zonas de manglar.
“Gran parte del proyecto está en áreas ecológicamente importantes y sensibles. Prácticamente, tienen todo el desplante propuesto sobre las dunas. Además tienen obras encima de lagunas temporales que con la marea se inunda, sin embargo, ellos tienen ahí proyectado poner ahí sus centros de meditación. Prácticamente el macrolote del proyecto abarca también el humedal Zacatecas que está ahí y que está compuesto de una zona de manglar y de estas lagunas temporales”, explicó Sarahí Gómez.
La MIA señala que de llevarse a cabo el proyecto, generaría 134 posibles interacciones con el medio de las cuales 94 (70%) fueron tendrían un carácter perjudicial principalmente en el aire, suelo, paisaje y agua y 40 benéficos (30%), por acciones para beneficiar al medio ambiente y la generación de ingresos económicos.
Y concluye que la viabilidad del proyecto es positiva ya que no se identificaron impactos adversos críticos, debido a que: “el proyecto no causará desequilibrios ecológicos graves, ni daños a los ecosistemas o a las personas, por lo que se considera ambientalmente viable”.
En este proceso de evaluación por parte de la Semarnat, si la ciudadanía lo solicita se puede abrir una consulta pública. El Cemda incentiva a que la ciudadanía solicite la misma y aporte sus comentarios sobre el proyecto para que estos sean tomados en cuenta en la resolución final.
“Nosotros lo vemos como una oportunidad de apoyar en el proceso de evaluación y señalar situaciones que a lo mejor la autoridad no las tiene tan a la vista. Una vez que la autoridad notifica la apertura de consulta pública, se tienen 20 días hábiles para que cualquier persona interesada pueda realizar comentarios al proyecto. Y ya al final del proceso la autoridad decide en función de todo el análisis que hizo de los comentarios que recibió y de la evaluación pertinente determina ya sea autorizar el proyecto, autorizarlo de manera condicionada o negarlo”, dijo Gómez.
Desde su punto de vista el proyecto ha incurrido en las tres causas por las cuales se debe negar: preparar el terreno sin autorizaciones es incumplir la normativa; afectación a especies dentro de la NOM-059 y omitir información en su MIA respecto a la protección que tiene el área en la que se pretende instalar.
“Si había compactación de duna, si removieron, si compactaron, si quitaron vegetación asociada al sistema de dunas es claro que hay una modificación; el estero Zacatecas pues forma parte de un sitio ramsar y también los manglares del Mogote forman parte de un sitio ramsar. Aparte hay especies que se han reportado que también están dentro de la NOM-059 y que pues también se verían afectadas por un proyecto de este tipo”, explicó.
Por lo que es incongruente que un proyecto que se presente como sustentable, incumpla al hacer obras sin contar con autorizaciones, “habla de una incongruencia en cuanto al término de sostenibilidad”, dijo Gómez.
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*Este artículo se publicó originalmente en Causa Natura Media.
