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Niuki Waikari: Jugando a contar historias es la iniciativa con la que niñas y niños aprendieron sobre la importancia de las lenguas indígenas, especialmente de la wixárika. Kupuri Lisbeth Bonilla, tallerista y mujer joven wixárika les enseñó a las y los niños participantes algunas palabras, saludos y lecturas en lengua wixárika, como parte de las actividades previstas en la FIL Niños de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Por: Alondra Angel Rodriguez / @AlondraAngelRo
Con el objetivo de acercar a las infancias a la cultura wixárika a través de la lengua, Kupuri Lisbeth Bonilla, mujer joven wixárika, impartió el taller Niuki Waikari: Jugando a contar historias.
Kupuri contó que desde hace algunos años ha trabajado para visibilizar su lengua materna, así consiguió vincularse con la Secretaría de Cultura y finalmente arrancar con esta iniciativa. Según explicó todo comenzó con un concurso de narraciones en wixárika donde participaron infancias que habitan estas comunidades y donde se habla esta lengua “Las y los niños escribieron sus narraciones y de ahí se eligieron 11 para ser publicadas en un libro”.
De esta forma, el libro se convirtió en un taller que fue impartido por la propia Kupuri en la FIL Niños durante la pasada Feria Internacional de Libros de Guadalajara. Niñas y niños participaron en una serie de dinámicas que les permitieron familiarizarse con esta lengua.
Sofía Varela, también participante del taller e integrante del colectivo Somos Bengala comentó que en Jalisco 22 mil niñas y niños hablan la lengua wixárika y que, si bien, parece un número grande la realidad es que “la lengua está en peligro de desaparecer, porque cada vez hay menos niños que la hablan”, expresó.
“Se quiso compartir acá estas narraciones tan bellas, un poco para sensibilizar y dar a conocer la situación de las lenguas indígenas con los no indígenas, con los mestizos”, comentó Kupuri sobre el taller.
Kupuri expresó que Sofia Varela está trabajando en el desarrollo de un colectivo llamado Somos Bengala, responsables en parte también del desarrollo del taller
“El colectivo Somos Bengalas se va a dedicar precisamente a diseñar talleres, puede llegar alguien que sea experto en un tema, pero no sabe cómo darlo y Somos bengala te va a acompañar a diseñarlo, estructurarlo, desarrollar toda esta parte”.
Sobre la comunidad wixárika Kupuri explicó que sus integrantes pueden llegar a tener hasta 4 nombres, puesto que, de acuerdo con sus tradiciones, cada abuelo o abuela les otorga un nombre distinto. En el caso de Kupuri, este es el que más le gusta y por el cual le gusta ser nombrada. Y es que, contó que su significado es “agua sagrada”. A estos nombres la persona puede elegir con el que se le dirá en español. Por lo que, Kapuri también se llama “Lisbeth”.
Sofia les preguntó a las infancias participantes si es que conocían cuál era el significado de su nombre y quien les había llamado así. Algunas niñas y niños respondieron, aunque hubo otros que no, por ello, Kupuri les invitó a que les preguntaran a sus padres y madres, pues les explicó que conocer el significado de su nombre implica saber cuáles son sus raíces y de dónde vienen.
Durante el desarrollo del taller, las niñas y los niños conocieron parte del vocabulario wixárika a través de saludos y repetición, así como la implementación de material didáctico como el juego de la lotería, para que las infancias pudieran aprender los nombres de los animales en esta lengua.
“Yo creo que nos tardamos meses desarrollando el proyecto, los materiales y dinámicas y en pilotaje con otros niños, para ver qué cambiar y que no”, comentó Kupuri.
Luego elaboraron un fanzine al que llamaron `Aayé `txatsikayari… La leyenda de la tortuga. Con dobleces y cortes, las y los niños contaron por qué las tortugas tienen esas formas en su caparazón.
El cuento se leyó en lengua wixárika por Kupuri y en español por Sofía para que las y los niños pudieran escuchar la historia.
Para concluir el taller, las niñas y los niños participantes elaboraron un “Ojo de Dios”, se trata de una ofrenda tradicional de la comunidad wixárika. Kupuri comentó que cuando se está realizando “es necesario concentrarse o poner sus pensamientos y deseos para las personas que se va a regalar, no es solamente una manualidad. Esto se pone en casa o en los lugares que consideramos sagrados, nosotros (el pueblo wixárika) tenemos muchos lugares sagrados”
Kupuri señaló que se está trabajando en una nueva publicación del libro junto a la Secretaría de Cultura. Con ello buscan continuar difundiendo los pensamientos de las infancias wixáricas. Esta segunda edición a la que nombrarán Neniuki 2 incluirá, además de las narraciones de las infancias wixárikas, las experiencias de las infancias que se encuentran en contexto de trabajo agrícola o jornalero:“fuimos con ellos para recabar estas narraciones y no saben escribir, lo que hicimos fue grabarlos, que compartieran sus experiencias y algunas de estas se visibilizan en esta segunda edición”, comentó Kupuri.
Este trabajo se realiza bajo el marco del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas del Mundo proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el período comprendido entre 2022 y 2032.
Kupuri consideró necesario trabajar por la normalización de las lenguas, en este caso de la lengua wixárica: “cada wixárika lo trabaja, lo enseña como puede, como lo habla, como lo piensa que se escribe y ahora estamos todo el pueblo wixárika en dar ese paso”.
Agregó que la lengua wixárika es una lengua que está desapareciendo y es el momento necesario para seguir luchando para preservarla: “afortunadamente tenemos a nuestros padres y nuestros abuelos que nos enseñaban de manera oral, pero estamos en un momento con la globalización, el internet en un momento donde el español está dominando más y es que el pueblo wixárica pide que se pase a la escrituralidad”, expresó Kupuri.