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El jueves 11 de mayo, el gobierno de Veracruz reconoció públicamente la responsabilidad del Estado en la desaparición forzada de cuatro personas en 2015, durante el operativo Blindaje Coatzacoalcos. ¿Qué significa eso para las familias que siguen buscando a sus seres queridos?
Texto: Daniela Pastrana / Pie de Página
Fotos: María Ruiz
COATZACOALCOS, VERACRUZ.- Erika Itana solo ha visto a su abuelo en una foto. La de la ficha que dice «desaparecido». La misma que trae en la playera que viste con la leyenda «Fue el Estado». La que está en el mural que se inaugura este 11 de mayo para recordar un crimen de Estado: la desaparición forzada de decenas de personas a cargo de la policía estatal de Veracruz, durante el operativo Blindaje Coatzacoalcos.
A esa imagen de la pared se aferra con los brazos extendidos la niña de cinco años. En la víspera, durante la marcha que realizaron las madres de desaparecidos por el malecón de este puerto, Itana gritaba con todas sus fuerzas que «¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!». Ahora pega su pequeño cuerpo a la pared, abrazando la imagen del abuelo que nunca ha visto más que en fotos, hasta que su abuela le llama:
— Deja ya a Papa Quimo. Luego lo vamos a buscar.
Eliaquim Alvarado Villafuerte trabajaba en la Comisión Federal de Electricidad. Tenía 31 años cuando policías estatales de la Fuerza Civil de Veracruz lo fueron a sacar de su casa y se lo llevaron quien sabe a dónde y quién sabe por qué. Era también un 11 de mayo, pero de 2015.
Ocho años después, el gobierno de Veracruz reconoce su responsabilidad en la privación ilegal de la libertad y desaparición de Eliaquim y también de otras tres personas: Jhonit Enríquez Orozco, José Manuel Cruz Pérez y Héctor Manuel Facundo Ramos. Es la segunda disculpa pública del estado por las desapariciones forzadas cometidas en el operativo Blindaje Coatzacoalcos.
— ¿Qué les representa la disculpa?— le pregunto a Diana Alvarado, hija de Eliaquim y madre de Itana.
—A mí papá lo buscamos en todos lados. Cuando fuimos a poner la denuncia conocimos a otras familias que también buscaban a otras personas que los policías se llevaron el mismo día y en el mismo horario. Todos estos años he pedido a las autoridades que hagan su trabajo, porque hay una familia que durante 8 años ha hecho lo que ellos debían hacer: buscar y buscar. Mi hija nació en la búsqueda y aquí sigue. Yo sé que no me lo van a regresar, pero ya no pueden decir que es delincuente.
Sólo queremos que regrese a casa
En el evento oficial, Raquel Hernández habla de su esposo, José Manuel Cruz Pérez:
José Manuel Cruz Pérez no tiene tatuajes. No toma alcohol. No consume algún tipo de droga. No pertenece al crimen organizado. No tiene antecedentes penales y fue soldado militar por seis años, causando baja por decisión propia. José Manuel está alejado de la narrativa que el Estado en su momento utilizó para decir que nuestros jóvenes y familiares están desaparecidos. José Manuel fue desaparecido forzadamente un día como hoy hace 8 años.
José Manuel es un hombre trabajador. Es un buen hijo. Es el padre de una niña de 8 años, que lo vio por ultima vez cuando tenía 7 meses. Ahora es una niña que ha crecido sin el amor, cuidado y ejemplo de su padre.
José Manuel ha sido criminalizado y su familia estigmatizada. Nos han dicho que lo desaparecieron porque en algo anda, que algo hizo, que fue un ajuste de cuentas.
José Manuel quería ser policía. Eran para él unos héroes que arriesgaban sus vidas para proteger a la sociedad, quien diría que ellos fueron quienes le negaron el derecho a vivir, de ver crecer a su hija, de ver por sus padres, de ver graduarse a su hermano, el derecho a no ser desaparecido y tener un lugar digno donde descansar.
Solo queremos que regrese a casa.
También habla de ella y de su búsqueda:
Siendo un ama de casa he tenido que salir a buscar a José Manuel. He tenido que aprender cómo buscarlo en este país de más de 100 mil personas desaparecidas.
En estos ocho años he dado acompañamiento a muchos casos de desaparición y veo con dolor que nuestros jóvenes siguen desapareciendo. hace falta más capacitación en derechos humanos a las autoridades que se encargan de la seguridad, controles de confianza eficaces, salarios dignos y gente preparada para tratar con la sociedad civil.
Nadie tendría porque desaparecer. Nadie tendría por que ser criminalizado por algo que no hizo, para eso fueron creadas las leyes que en su momento también fueron negadas para su búsqueda. Los verdaderos delincuentes son los que cometen las desapariciones forzadas. Los verdaderos delincuentes son los elementos de la secretaria de seguridad y todas las autoridades que participaron en el operativo Blindaje Coatzacoalcos.
Tengo la esperanza de que eventos como este cambien la narrativa y abonen a la no criminalización de las personas desaparecidas y sus familias.
Que me entreguen los restos que faltan
Virginia Peña ha vivido todas las violencias posibles del Estado. Su hijo, Rosendo Vázquez Peña, fue detenido y desaparecido por policías el 25 de septiembre de 2015, también dentro del operativo Blindaje Coatzacoalcos.
Lo buscó años. Tocó todas las puertas. Le dijeron que no tenían pistas. Pero seis años después, en junio de 2021, le avisaron que habían encontrado una carpeta de investigación perdida desde enero de 2016, que consignaba el homicidio de Rosendo en el municipio de Actopan. Es decir, habían localizado el cuerpo del joven cuatro meses después de su desaparición, pero tardaron seis años en avisarle a su madre.
—El fiscal Luis Manuel Alejandro me mandó llamar y me dijo: Doña Vicky, le tengo una buena y una mala. Al parecer encontraron el cuerpo de Rosendo. Estaba en una carpeta que encontramos por casualidad. Yo me quedé muda. Nadie me preparó psicológicamente — recuerda.
El cuerpo de Rosendo fue exhumado y enterrado en el panteón cercano a su casa en octubre de 2021. A la familia no le permitieron ver el cuerpo, con el argumento de no romper la cadena de custodia, pero le entregaron dos confrontas de ADN que determinaron que 99 por ciento correspondía con Rosendo.
Pero seis meses después, el 25 de marzo de 2022, una ceremonia en el lugar donde habían encontrado su cuerpo años antes y destapó una fosa clandestina con al menos de cuerpos. Eso abrió un nuevo capítulo en la historia de Rosendo, pues ahora su familia está esperando la identificación de los restos porque -ahora saben- habían recibido solo una parte del cuerpo.
—Ha sido muy duro, porque ya teníamos una parte concluida y ahora tenemos que volver a empezar todo. Yo solo quiero que me entreguen lo que falta de mi hijo.
Paradójicamente, este hallazgo revivió la esperanza de otras familias de personas desaparecidas en el operativo Blindaje Veracruz.
¿Reeducación de los policías?
El comunicado oficial del Gobierno de Veracruz destaca que «al tiempo de dignificar la memoria de las víctimas por instrucción del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, el titular de la dependencia, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, ofreció una disculpa pública a familiares, amigos y sociedad que, desde aquel entonces, conformó el colectivo Madres en Búsqueda Coatzacoalcos en demanda de justicia y reparación integral del daño».
Habla de que, para evitar que hechos similares se repitan, la secretaría de seguridad trabaja en la «reeducación del personal operativo permanente» y «la debida formación inicial de los recién ingresados».
Pero los discursos de las autoridades suenan huecos, frente a los emotivos reclamos de las madres que buscan y no encuentran respuestas. Al final del evento, una madre que busca a su hijo, desaparecido por policías en la actual administración, le grita al gobernador y consigue una cita para escuchar su caso.
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En este link puedes ver el evento oficial de reconocimiento y disculpa pública
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Este texto se publicó originalmente en Pie de Página, se réplica en virtud de la #AlianzaDeMedios de la que forma parte ZonaDOcs, aquí el link a la publicación original: