Cristian Daniel Mejía Alvarado lleva ocho años privado de su libertad por un delito que no cometió. Actualmente, el caso está en espera de sentencia y existe la posibilidad de que el joven obtenga su libertad.
Frente a esta situación, familiares y varias asociaciones civiles de Jalisco y el país, se han unido para exigir la liberación del joven y que pueda reencontrarse con sus seres queridos.
Por Aletse Torres Flores / @aletse1799
El 6 de enero de 2015, Cristian Daniel Mejía Alvarado se trasladaba a su hogar en compañía de su pareja, su hermana y su hijo menor. Entonces, fue detenido por personas que no portaban uniforme de alguna institución, ni se identificaron como autoridades, quienes con violencia y amenazas lo subieron a un vehículo sin logo.
Han pasado 8 años de la detención arbitraria de Cristian por un crimen que no cometió. Sin embargo, ha permanecido privado de su libertad de manera injusta, alejado de sus seres queridos y se le ha negado contar con otra medida alternativa a la prisión preventiva.
Ángela García Reyes, abogada del caso, explicó que al joven se le culpó por el homicidio de dos personas en una riña cerca de la colonia donde vivía. Pero esto era imposible, puesto que en ese momento tenía una lesión en el pie a causa de una agresión que había recibido días anteriores.
Sin embargo, Cristian fue sometido a actos de tortura y violentado todos sus derechos con la finalidad de que declarara culpable de un delito que no cometió.
“No les importó violar sus derechos humanos, no les importo la evidencia, solo querian un culpable” señalo la abogada.
Denisse Montiel, integrante del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), manifestó que el caso de Cristian no es aislado, al contrario es representativo del uso indiscriminado de la tortura en Jalisco en procesos de detención e investigación criminal.
Como dato, el 51.1% de las personas se declaran culpables con motivo de las amenazas y agresiones físicas (tortura física y psicológica) que viven en los centros penitenciarios del país, acorde a los datos de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad en 2021.
Montiel, expresó que estos actos violatorios de derechos humanos siguen ocurriendo por el “entendido” de combatir la inseguridad, violencia y demás, detenido a un número de personas sin importar si son o no culpables.
Desde el discurso estigmatizante de las autoridades estatales, los de actos de violencia, y las detenciones arbitrarias por discriminación siguen aportando a que mayor número de personas inocentes sean detenidas y permanezcan privados de su libertad sin oportunidad a la justicia.
Igualmente, la investigadora puntualizó que el caso revela el uso exacerbado y prolongado de la prisión preventiva en la entidad, ya que Cristian forma parte del 60.16% de las personas que se encuentran privadas de su libertad en un centro penitenciario sin que se haya dictado sentencia.
“Han pasado 8 años para resolver si es inocente o si es culpable ocho años que no le van a devolver a Cristian y a su familia” comentó Montiel.
“Debemos de trabajar como sociedad para no estigmatizar a las personas que son privadas de su libertad”
Denisse Montiel, compartió que una persona que sufre tortura no solo tiene impactos en la salud física, tambien en la emocional relejadados en trastornos mentales como la depresión.
Las personas siguen reviviendo dichos actos y a su vez, las condiciones de su privación de su libertad. Y a su vez, su familia sufre los impactos de no verles.
En el caso de Cristian, ha dejado de ver a su familia, ha dejado de estar presente en la vida de sus dos hijxs (una niña y un niño), faltando a navidades, cumpleaños, festivales de la escuela y demás.
No sólo ha tenido que pausar la convivencia de su familia, también sus aspiraciones personales como su carrera en la producción musical, sueño que dejó “estancado” y no ha podido retomar.
Igualmente, Montiel señaló que “cargan” con la estigmatización construida y sostenida por la sociedad, la cual no permite a las personas seguir desarrollando sus suelos una vez fuera de los centros penitenciarios.
“Nos falta mucho por trabajar, desde lo social y judicial. Debemos aspirar a procesos más justos”.
Cristian Daniel Mejía es sobreviviente de tortura y se encuentra privado de su libertad, acusado de un delito que no cometió. Desea seguir su sueño de cantar rap y vivir con su familia
Conoce más sobre él en voz de sus padres y súmate a la exigencia #LibertadParaCristian pic.twitter.com/Np2jJI6132
— CEPAD (@CEPAD_AC) April 21, 2023
¿Cuáles son las exigencias?
Actualmente, el caso está en espera de sentencia y después de tanto tiempo, el joven tiene la posibilidad de obtener su libertad ya que pronto el Juez Décimo Primero de lo Penal dictará sentencia, en la que esperamos determine su inocencia.
“Estamos a punto de que lo sentencia, se han desarrollaron varias pruebas y bueno, ahorita estamos en la etapa de la sentencia” manifestó la abogada.
Y a través de un comunicado, los y las integrantes de CEPAD junto con otras organizaciones civiles, exigieron #LibertadParaCristian para que pueda reencontrarse con su familia y continuar sus sueños de ser cantante.
Asimismo, de forma particular le exigieron al Juez Décimo Primero de lo Penal, Juan Antonio Reynoso Nava lo siguiente:
- Analice el caso de Cristian Daniel Meía Alvarado bajo un enfoque de derechos humanos, tomando en consideración los más altos estándares en materia de derechos humanos y tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
- Reconozca las múltiples violaciones de derechos humanos sufridas por Cristian durante su detención y estancia en la Agencia del Ministerio Púbico y, en consecuencia, excluye todas las pruebas que fueron obtenidas de manera ilegal.
- Determine la inocencia de Cristian, toda vez que no existen pruebas encaminadas a demostrar su responsabilidad en la comisión de los delitos fabricados en su contra.
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Comunicado conjunto para exigir #LibertadParaCristian:
