En Jalisco, los cuidados para la sostenibilidad de la vida tienen muy poca importancia en el sector salud y el COVID-19 vino a empeorar esta situación, a ello hay que agregarle la desigualdad de género que representan los cuidados, ya que en su mayoría son las mujeres las que se dedican a estos cuidados sin recibir ninguna remuneración económica.
Mily Cruz, coordinadora estatal de Yo Cuido México explicó la relación entre los los cuidados y la profunda desigualdad que representa para las mujeres, esto dentro del conversatorio: “Si nosotras cuidamos: ¿Quién nos cuida a nosotras?”.
Por Josué Ibarra/@josueibarrasala
“Los cuidados son los que sostienen la vida, esto desde el primer respiro hasta el último; son parte de la construcción continúa e inacaba del conjunto de las actividades diarias de los vínculos y procesos que permiten (re)generar el bienestar físico y emocional de las personas como de nuestro entorno, porque nuestra vida depende de la vida del planeta”, de esta manera el colectivo Yo Cuido México abrió el conservatorio: “Si nosotras cuidamos: ¿Quién nos cuida a nosotras?”, realizado este 21 de marzo de 2023 en la Universidad ITESO.
Yo Cuido México tiene como objetivo impulsar una reforma estructural y congruente en México para enfrentar los retos presentes y futuros que viven las personas que requieren cuidados y de quienes los proporcionan, ya sea de manera no remunerada o remunerada.
Mily Cruz, coordinadora del colectivo, precisó que los cuidados se dividen en tres categorías:
- Cuidados simples o cotidianos: son los que se realizan diariamente en cualquier lugar, pueden ser auto proporcionados, son necesarias habilidades específicas, pero no requieren de una capacitación o certificación previa.
- Cuidados intensos y extensos: Son los que se proporcionan por etapa de vida: Primera infancia, veje y enfermedad. Este tipo de cuidados deben proporcionarse por otra persona, ya que la persona que los requiere no puede proporcionárselos por ella misma.
- Cuidados especializados o a largo plazo: Estos cuidados además de ser intensos y extensos, requiere de conocimiento previo, por lo que se identifican como especializados; por tanto, se proporcionan de una persona a otra, ya que la persona que los requiere por su falta de autonomía psíquica, física, motriz, sensorial (o todas en conjunto), no pueden ser cubiertas por ella misma.
Cuidar, explicó la activista y experta, también implica producir bienes o prestar servicios por lo cual también se considera un trabajo.
Al respecto, desde Yo Cuido México se mencionó que todas las personas requerimos cuidados en cada una de nuestras etapas de vida y, la mayoría, puede cuidar tanto de nosotras como de otras personas; sin embargo, no se podría vivir su día a día sin el trabajo de cuidados intensos, extensos y especializados que les proporcionan otras personas.
En ese sentido, el cuidado debe considerarse como: un bien jurídico protegido que favorece el proyecto de vida valioso y sostenible de toda persona, esto por que se deben garantizar las condiciones para cuidas como: tiempos, servicios, espacios, infraestructura, información y formación.
“Los cuidados van más allá del género, edad o condición de vida, es decir toda persona tiene capacidad y/o responsabilidad de proveer cuidados, así como la necesidad de recibirlo o auto proporcionarlos”, mencionó Mily.
La brecha de género en el trabajo de cuidados
La pandemia por el COVID-19 colocó al centro la importancia de los cuidados para la sostenibilidad de la vida, pero también evidenció la poca visibilidad que tiene este sector en las economías del país. A su vez, también remarcó cómo es que los cuidados tiene un alto componente de género, ya que las mujeres son las que, en su mayoría, realizan este trabajo de cuidados, ya sea de forma remunerada o no remunerada.
En México, en 2020, que el trabajo no remunerado de cuidados en los hogares representó el 27.6% del Producto Interno Bruto (PIB), un porcentaje aún mayor que el representado por el comercio, la industria manufacturera y la inmobiliaria en el país.
Además, en muchos hogares también se realiza trabajo no remunerado destinado a la prevención, cuidado y mantenimiento de la salud, el cual representó 28.7% del PIB representado por el sector salud, lo más grave -alertaron en Yo Cuido México- es que año con año aumenta el trabajo no remunerado de cuidados especializados, mientras que a los cuidados preventivos se les dedica menos tiempo.
Mily Cruz remarcó que esto suceden porque nuestra sociedad no otorga espacio, tiempo ni recursos al cuidado, las consecuencias de este descuido es la precarización de la vida de quienes cuidan, lo que se traduce en: la feminización de la pobreza y la aparición del Síndrome de BurnOut (Cuidador quemado).
“La mayoría de las cuidadoras se quedan solas en el cuidado porque sus esposos las abandonan y eso hace que estas mujeres no puedan acceder a trabajos dignos; por tanto, terminan vendiendo por catálogo, o en tianguis donde pueden llevar a sus hijos. Las mujeres morimos pobres, morimos solas y morimos enfermas”, reclamó la coordinadora de Yo Cuido México.
Otras desventajas sociales para el género femenino es que quedarse sin la posibilidad de estudiar, de trabajar o de pedir un prestamos hacen aún más grande la brecha de desigualdad de género, lo que perpetúa la discriminación histórica que viven las mujeres, pues éstas al ser madres o, incluso, al estar casadas tienen que recurren a empleos mal remunerados que les permita seguir realizando labores de cuidado.
Para ejemplificar esto aquí van dos datos, al 2022, la tasa de informalidad a nivel nacional para las mujeres fue de 54.7% y de 49.9% para los hombres; en cuanto a la situación de pobreza que viven las mujeres, éstas sólo reciben 73 pesos por cada 100 que percibieron los hombres.
En consecuencia, Yo Cuido México pide sensibilizar y hacer un llamado de urgencia a legisladores, legisladoras y, a la sociedad en general, para reconocer el cuidado como un derecho universal, esto para dar el primer paso para ejercer corresponsabilidad del trabajo de cuidados a través de la sociedad, las familias y los gobiernos.
Igualmente, el colectivo busca que este derecho al cuidado ayude a sostener la vida y dignificarla, sin que ello implique abandonar el proyecto de vida de quien provee y de quien recibe cuidados: “Se debe tener tiempo para el disfrute y construcción de vínculos afectivos que se gestionen en el cuidado”.
Finalmente, María Gomez Rueda, funcionaria del gobierno de Zapopan que también participó en el panel, confirmó que el Ayuntamiento de Zapopan está atento para impulsar estas medidas de cuidado y, así, respaldar a las mujeres que se encuentran en dicha situaciones; al igual mencionó que ya hay avances donde el gobierno mensualmente apoya con mil pesos a mujeres que llevan a cabo estos cuidados, pero aclaró que esto sólo es la punta del iceberg, pues lo que sigue es hacer un municipio y un estado completamente incluyente para las cuidadoras y las personas que necesitan estos cuidados.
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Para seguir de cerca el trabajo de Yo Cuido México pueden visitar su sitio web oficial:
