Loredana Hernández no ha dejado de luchar desde aquel 13 de agosto de 2018 en que su padre, el general Héctor Armando Da Costa, fue detenido de manera arbitraria por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela.
A su padre sin pruebas se le señaló de estar presuntamente involucrado en el estallido de diversos drones que explotaron, el 4 de agosto de 2018, durante un desfile militar en el que se encontraba presente el presidente venezolano, Nicolás Maduro y parte de su gabinete de gobierno. El 4 de agosto de 2022, a cuatro años de los hechos, al general Da Costa se le dictó una condena de 16 años de prisión.
Loredana, con fuerza y dignidad, sostiene que su padre no sólo es inocente sino que es, además, un preso político; por ello, junto con diversas familias de Nicaragua, Venezuela y Cuba impulsa la campaña Latinoamérica Sin Presos Políticos, la cual busca visibilizar las violaciones a los derechos humanos que sufren las personas presas políticas en la región.
Por Darwin Franco / @DarwinFranco
Loredana Hernández no sabía qué tan fuerte era hasta que tuvo que luchar para exigir la liberación de su padre, el general Héctor Armando Da Costa, a quien se le acusa de haber estado presuntamente involucrado en los atentados -mediante el uso de drones- que se realizaron contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el 4 de agosto de 2018.
Desde la detención arbitraria de su padre, ocurrida el 13 de agosto de 2018, a manos de funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela, Loredana ha tenido que luchar para probar que su padre no sólo es inocente, sino que además es un preso político, puesto que su detención se dio sin órden de aprehensión y su condena de 16 años, emitida el 4 de agosto de 2022, ocurrió de manera irregular, pues los delitos que se le imputan no fueron comprobados plenamente por las autoridades venezolanas.
El amor a su padre y el reconocimiento de las múltiples violaciones a los derechos que éste ha sufrido desde su detención arbitraria, ha hecho que Loredana exija justicia y libertad inmediata del general Héctor Armando Da Costa, tal y como también lo determinó el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Organización Naciones Unidas, instancia que determinó, el 29 de junio de 2022, que su padre debía ser liberado de manera inmediata porque fue víctima de detención arbitraria (Categoría I y III), lo cual es una acción a la Declaración Universal de Derechos Humanos y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
La lucha para recuperar la libertad de su padre, Loredana la ha hecho tanto dentro como fuera de su natal Venezuela, país del que tuvo que exiliarse por motivos de seguridad; actualmente, forma parte de la campaña internacional Latinoamérica Sin Presos Políticos, en la que sumó ideas y esfuerzos con familias de presos políticos de Nicaragua, Cuba y, desde luego, Venezuela, para exigir la liberación de las más de mil 400 personas presas políticas que existen en toda la región.
¿Qué te llevó a formar parte de la campaña Latinoamérica Sin Presos Políticos?
Yo soy la hija del general Héctor Hernández Da Costa, quien es un preso político militar en Venezuela, creo que es importante señalar que las detenciones políticas no son un problema individual, sino una problemática colectiva que, por ejemplo, nosotros en Venezuela padecemos desde hace tiempo.
Una siempre como hija, esposa, tío o madre, se siente preso igual que nuestro familiar; entonces, lo que queremos es unir las voces de distintos familiares de estos tres países para llegar hasta quienes tienen a nuestros familiares detenidos injustamente.
¿En el caso de tu padre, cómo va su proceso legal?
Hoy (22 de febrero) están mandando a llamar a todos a los imputados en el caso porque al parecer van a ser públicas las sentencias condenatorias; sin embargo, mi papá fue condenado, el pasado 4 de agosto, a 16 años; entonces, este llamado es una novedad que nos esperábamos, pues habían tardado mucho mucho tiempo en publicar esta condena, pero esperamos que luego de esto, nosotros ya podemos seguir con el proceso legal, el cual sería realizar una apelación. Queremos apelar para que se vuelva a revisar el caso. El sistema de justicia que tenemos hace que no tengamos mucha fe ni esperanza, pero vamos a seguir por la vía correcta.
Algo que también han denunciado constantemente es la falta de atención médica a tu padre, esto a causa de problemas de diabetes e hipertensión que padece: ¿Las autoridades continúan sin garantizar su derecho humano a la salud?
Mi papá sigue en el mismo estado de salud, pero cada día empeorando. Nosotros como familiares nos tenemos que hacer cargo de sus medicinas, y cuando hemos pedido revisión de su estado de salud, lo único que nos ofrecen como solución es llevar los medicamentos, pero él no tiene atención médica correspondiente.
Desde siempre ha tenido estos niveles altos de azúcar y lo que nosotros hacemos, es, a través de la dieta regular, mantener su estado de salud, pero no hemos visto la mínima intención del Estado para colaborar con su mejoría o con sus tratamientos.
¿Qué les podrías decir a otras familias que, como la tuya, están pasando por este proceso de injusticia y de no respeto de los derechos humanos de sus familiares presos políticos?
Yo no considero que esté preparada para dar algún consejo puntual, pero sí les diría que mientras más familiares nos unamos y hagamos un llamado de justicia, la probabilidad de que nuestros familiares presos políticos o presos injustamente reciban la libertad, puede ser más probable.
Por ejemplo, en esta campaña nos unimos para visibilizar el punto de vista humano alrededor de la detención de nuestros familiares. Nosotros no tenemos ni tintes políticos, ni queremos decir: derecha o izquierda, pues lo que simplemente queremos es apelar al sentido de la humanidad y al principio que todos los seres humanos tenemos desde el día nuestro nacimiento; la libertad.
Por ello, lo que yo le diría precisamente a quienes también están viviendo esto es que tenemos que unirnos para encontrar soluciones colectivas porque lamentablemente, esta es una problemática social presente en varios países de Latinoamérica. Sé que en la unión también está la fuerza, y en ésta también sé que radica está esa pequeña gota de esperanza de ver libres a nuestros familiares
Para impulsar esa esperanza, la campaña Latinoamérica Sin Presos Políticos también impulsa encuentros entre las familias que tienen presos políticos; en tu caso, te reuniste con Renata, hija de Juan Lorenzo Holmann, preso político de Nicaragua, ¿Qué implicó para ti el poder hablar con alguien que vive lo mismo que tú?
Cuando yo hice la campaña con Renata recuerdo que nosotras tuvimos mucha comunicación y nos logramos fortalecer mutuamente, ya que en nuestras luchas encontramos esa fortaleza que, a veces, uno pierde porque es tanto lo que uno vive que no vemos la luz, pero saber que alguien más está también luchando nos sostiene.
¿Cómo podemos apoyar a la campaña Latinoamérica Sin Presos Políticos?
Bueno, lo primero sería que nos apoyarán a través de las redes sociales. Yo, por ejemplo, personalmente uso mucho Twitter y he visto que cuando expresó mis opiniones, éstas les llegan a las personas que tienen detenido a mi padre y a todos los presos políticos de Venezuela.
Yo creo que las redes sociales hoy en día son un instrumento muy importante porque a través de ellas es que llegamos a la opinión pública y ésta nos sirve como puente para llegarle a aquellos mandatarios o aquellas personas que a simple vista son inalcanzable; entonces, pedimos que nos ayuden a difundir la campaña con algún mensaje o hashtag, pues el hecho de compartir y escribir para nosotros significa muchísimo. Así que la ayuda puede llegar difundiendo lo que se señala en la campaña Latinoamérica Sin Presos Políticos, pero también hablando del tema con sus amigos y familiares.
Finalmente, me gustaría preguntarte: ¿Durante este tiempo de lucha por conseguir la libertad de tu padre, qué has aprendido o descubierto en ti?
Yo no sabía que era tan fuerte, yo jamás pensé que iba a poder con algo tan difícil. Creo que en todos estos años, yo he aprendido a ser fuerte y solidaria; por ejemplo, día a día si veo alguna injusticia, no sólo la mía o de mi familiar, me duele, me incomoda, creo que esto que he vivido, me ha vuelto más humana.
Ahora yo considero que el sentido de la vida radica en ayudar a los demás, pero esto sólo es posible verlo cuando se tiene un problema que se nos sale de las manos; en este caso, cuando uno tiene un familiar preso político, no hay solución porque, incluso, la gente se aleja, tus amistades se alejan de tu círculo, pues te ven así como que si tú fueras un monstruo, entonces, a uno mismo le toca subir todas las responsabilidades y eso te hace madurar antes de tiempo, pero también te da mucha fuerza y esa fuerza uno la convierte precisamente en lucha.
Porque uno sabe que esto genera mucho, mucho sufrimiento. Yo no hay día que no llore, que no le llore a mi padre; por ello, yo todavía no me veo a mí como una persona que lucha, yo me siento muy débil en este camino que no acaba y yo quisiera que acabase para seguir creciendo, pero ya de la mano de mi padre en la libertad.
Loredana anhela el día en que su padre pueda rodearla con sus brazos para saldar la cuenta de abrazos pendientes, pero también desea que la libertad que él merece se traslade a todas y todos los presos políticos que hay en Latinoamérica.
***
Aquí las redes sociales para conocer y apoyar la campaña Latinoamérica Sin Presos Políticos