¿En México, todos pagamos impuestos? Todos podríamos pensar que sí, pero la realidad es muy distinta, pues quienes más dinero tienen no sólo son quienes pagan menos impuestos, sino que además, en el marco de la pandemia por COVID-19, se hicieron aún más ricos.
Por Andrés de la Peña / @andres_dlap
A finales de enero, la organización Oxfam México publicó el reporte: ¿Quién Paga la Cuenta? Los mitos detrás de los impuestos a las grandes fortunas en México; el texto explica cómo, en el contexto de la crisis económica ocasionada por la pandemia de Covid-19, los super-ricos de México crecieron sus arcas en el país que menos impuestos cobra de toda América Latina y el Caribe.
En este reporte, Oxfam describe la profunda desigualdad de los impactos producidos por la pandemia de Covid-19. De entrada, la crisis significó una inflación anual del 7.82% durante 2022, de la cual un factor significativo fue el aumento en los precios de los alimentos.
Las super-fortunas en México se expandieron
La compañía “European Institutional Investor PLC” dirige una filial denominada “Euromoney”, que a su vez dirige una filial denominada “Altrata”. Esta última administra la compañía “Wealth X”, que presume contar con “la colección más extensa de registros sobre individuos adinerados de todo el mundo”. Oxfam México, habiendo accedido a esta base datos, descubrió que en la pandemia las fortunas del las personas más ricas de todo México no hicieron más que crecer.
Poniéndolo en números: 21% de toda la riqueza generada entre 2019 y 2021 fueron a parar a las cuentas del percentil más rico del país (1.2 millones de personas). Mientras tanto, la mitad más pobre del país sólo capturó el 0.40% de esa riqueza en el mismo período.
México sigue siendo hogar del hombre más rico de Latinoamérica y el Caribe, Carlos Slim, quien vio crecer su riqueza en un 42% desde el inicio de la pandemia, o lo equivalente a un crecimiento de casi 14 mil millones de pesos por mes desde que el virus estragó a la nación.
Pero ellos dan empleos, pagan impuestos… ¿no?
Aunque se suele argumentar argumenta que esta riqueza beneficia a todo el país, el reporte de Oxfam lo pone en entredicho: al mismo tiempo que estas fortunas crecieron, aumentó la pobreza en el país, al punto de que 53% de los mexicanos vive en alguna de las diferentes formas de pobreza según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Aunque eso no es todo, durante la pandemia México se conservó uno de los peores sistemas tributarios de toda la región: los contribuyentes con ingresos anuales por encima de los 500 millones de pesos aportaron el 0.03% de la recaudación total de impuestos y 13.6% de la recaudación de impuestos de personas físicas en 2021.
A nivel global, Oxfam propone, en colaboración con el Institute for Policy Studies, la organización Patriotic Millionaires y la Alianza para Combatir la Desigualdad, un impuesto federal progresivo ─es decir, que aumenta su tasa a los ingresos más altos─ del 2% para quienes posean más de 20 millones de pesos de riqueza, 3% para quienes posean más de 100 millones de pesos, y 5% para quienes posean más de 20 mil millones de pesos.
Con una tasa de este calado, el gobierno federal recaudaría hasta 270 mil millones de pesos anuales, suficiente como para cubrir todo el presupuesto anual de la Ciudad de México.
Pero la realidad es muy distinta, el informe incorpora la información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sobre las tasas efectivas de Impuesto Sobre la Renta (ISR) cobrado a las grandes empresas mexicanas. Lo que reveló la SHCP es que, a pesar de que se supone que el ISR es, en principio, del 30% para empresas mexicanas, en realidad las grandes corporaciones del país pagan entre 1% y 8% de ISR. Esto se logra con múltiples estrategias legales y fiscales que emplean estas empresas para reducir sus contribuciones.
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Aquí puedes consultar de manera íntegra el Informe https://oxfammexico.org/wp-content/uploads/2023/01/Quien-paga-la-cuenta.pdf
