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Paula Mónaco Felipe, ganadora del Premio Nacional de Periodismo 2022, fue clara al explicarles a las, les y los alumnos de la Escuela de Periodismo de ZonaDocs de que la primera condición para hacer periodismo con perspectiva de derechos humanos es mantenernos juntos y vivos, lo que implica también cuidar la vida y dignidad de todas las personas con las que trabajamos, esto en el marco de la primera de las MasterClass de la escuela.
Por Redacción ZonaDocs / @zonadocs
Fotos: Leslie Zepeda
“No podemos hacer periodismo sin las personas, pero tampoco podemos hacer periodismo si no nos mantenemos vivos”, explicó la periodista Paula Mónaco Felipe en la primera MasterClass de la Escuela de Periodismo ZonaDocs.
Quien tiene una larga trayectoria trabajando temas sociales y la lucha de las víctimas de la violencia, realizó una serie de recomendaciones a les jóvenes periodistas para trabajar en un enfoque centrado en las personas, y lo hizo reconociendo que los derechos humanos en el periodismo es:
“Una idea bastante nueva que surge luego de la segunda guerra mundial, y después de estas experiencias traumáticas y lecciones dolorosas. La Declaración Universal y los protocolos y tratados posteriores son una victoria, pero en la mayoría de nuestros países son letra muerta”.
Luego de esto lanzó la primera pregunta: “¿A qué les suenan los derechos humanos?”.
“Garantías, dignidad, libertad, amor, democracia, respeto, integridad, seguridad, universalidad” fueron algunas de los conceptos que expresaron les alumnes.
Después Paula Mónaco Felipe les preguntó: “¿Cuáles serían los derechos humanos básicos?”.
Elles contestaron:
“El derecho a la vida, salud, alimento y agua, vivienda, libertad de expresión, trabajo digno, justicia, verdad, identidad, a la no violencia o una vida libre de violencia”.
“La incorporación estos derechos que mencionaron es reciente, antes no estaba y quizá no lo dimensionamos; por ello, es importante tener en cuenta que este panorama cambia con el tiempo y el espacio, esto es importante porque en nuestro trabajo como periodistas juega mucho con eso. Somos agentes activos del reconocimiento o no de estos derechos, para muestra es el avance del feminismo. Hay un sector de comunicadoras y han abriendo espacio en la agenda para estos temas”, explicó la periodista.
Para ella era clave que puedan pensarse como “agentes activos de la agenda de los derechos humanos”, pues con esta postura podrán insertar la agenda de derechos humanos en los medios donde trabajen o vayan a trabajar.
“El esfuerzo más grande es encontrarle la vuelta. Una historia puede estar contada mil veces y las mismas puede ser igual de interesante”, explicó al recodar cómo fue que lograron esto en el texto de “los Jornaleros Forenses”.
”En Veracruz, la fosa de colinas de Santa Fe ya se había contado mucho, había ganado premios. Sin embargo, los desenterradores forenses no habían sido contados. Nos enteramos que había un grupo de personas en Iguala, quería conocerlas, qué les genera como personas trabajar en esto; ahí le dimos la vuelta”.
Para abrir la agenda hacia los derechos humanos, entonces, “hay que encontrarle la vuelta a los temas, o encontrar una manera de entrarle a estos”.
Luego de esto, puntualizó, que como periodistas debemos tener muy claro quiénes son los sujetos de derechos en nuestro quehacer, ella identifica tres:
- Entrevistades
- Nosotres
- Audiencias
“Para reflexionar sobre nosotres, les recomiendo que piensen, busquen y trabajen en las mejores condiciones posibles. Esa es una parte que se nos ha perdido; por ejemplo, hemos perdido la noción del descanso”.
En cuanto a las audiencias señaló:
“Debemos procurar la verdad o verdades, las audiencias tienen derecho a contenidos no estigmatizantes, así que debemos pensar y repensar, en cómo no promover la estigmatización”.
Después habló de lo central que son los derechos humanos de las personas que entrevistamos como periodistas; por ello, ofreció estos consejos:
- Debemos prepararnos siempre: sabemos que dentro de la prisa y la premura del medio, pero hacerlo lo más posible por escuchar con tiempo.
- Tenemos que ponernos el chip de la escucha: “la personas son lo más importante, escuchemos con respeto”.
- Planear el abordaje: “esto suena un poco raro, pero no está mal, yo creo que implicar pensar que las preguntas más simples son las mejores”, expresó.
Para ella, debemos entender que la entrevista no es un espacio donde uno va a lucirse, lo que se tiene que garantizar es que la persona se sienta contenta, esto porque: “debemos cumplir con el pacto de confianza mutua y entender que la persona está confiando en nosotros”.
“Hay un dicho en el periodismo que es “ganarse la confianza de la persona”, pero hay una delgada línea entre sobre cómo ganarse o no la confianza. ¿Cómo pagar esa confianza? No sólo al momento de entrevistar, sino también al momento de escribir”, puntualizó.
Pensando en los derechos de las personas que entrevistamos como periodistas, Paula Mónaco Felipe precisó que nosotros (los periodistas) debemos de garantizar el respeto a sus derechos:
“No podemos garantizar su derecho al agua o a la seguridad, pero debemos recordar que con nuestro trabajo si podemos garantizar respeto y seguridad, pues un mal trabajo puede costarle la vida a alguien”.
Un elemento fundamental para logra lo anterior es la honestidad:
“eso lo único que nos puede guiar. Si nosotres mentimos, si les ocultamos para dónde vamos con el reportaje o cómo estamos trabajando el tema es muy injusto”.
Por eso, invitó, a les jóvenes periodistas a que siempre sean honestos, “el explicar por qué nos interesa contar su historia, y esto manifestarlo porque al hacerlo ayudará a que nos confien su vida”.
Trabajar de esta manera ayudará a ir en contra del “periodismo extractivista”, el cual no se detiene a pensar sobre la seguridad que tienen los entrevistades.
Sobre el pacto de respeto y confianza con las personas compartió algo que a ella le ha funcionado.
- Consultar, enviar, mostrar los trabajos periodísticos previo y tras la publicación.
- No generar problemas legales o vulnerabilizar más a las personas.
- Respetar siempre tanto a las personas vivas como a que han fallecido.
“Hay riesgos que podemos ver y otros que no podemos ver, además hay efectos que causa nuestro trabajo y que no podemos medir; por ello, yo trato de seguir este camino de un periodismo de derechos, no sé si de derechos humanos, pero sí uno de derechos”.
Sin embargo, aclaró algo sumamente importante:
“Ninguna nota vale la pena la vida, les necesitamos a todes para que sigan haciendo periodismo de derechos. Nos tenemos que seguir acompañando y aconsejando para continuar haciendo este periodismo”.
Para lograr esto debemos, como periodistas, acompañarnos, ejercer esos lazos solidarios más allá de la competencia, incluso, publicar juntes, no sólo acompañarse.
“Lo que necesitamos ahora con la violencia contra les periodistas es detener la muerte, ya encontraremos formas de contarlo. Van a encontrar otras maneras de contarlo. El periodismo es un mundo que se hace bonito y se hace bien cuando colaboramos, cuando somos una red”, concluyó la periodista.