El pasado 26 de octubre se aprobó la reforma para modificar el artículo 4º de la Constitución del estado de Jalisco, la cual reconoce el derecho de cuidar y ser cuidado dignamente. Con ello, se reconoce al trabajo doméstico y de cuidado como un generador de riqueza.
Por Aletse Torres Flores / @aletse1799
Fotografía de portada Facebook Yo Cuido México
“Los cuidados atraviesan la vida de todas las personas. Y todas las personas, en todos los momentos de la vida, requieren de cuidados”
Emilia Cruz, integrante de Yo Cuido México.
Los cuidados son aquellas actividades cotidianas de gestión y sostenimiento de la vida, como el mantenimiento de los hogares, el cuidado de los miembros de la familia, la educación de hijas e hijos y el propio autocuidado.
En México hay 43 millones de personas que requieren algún tipo de cuidado. Y el valor económico de las labores domésticas y de cuidados se calcula en 6.4 billones de pesos, equivalentes a 27.6% del PIB nacional, acorde a datos oficiales del Consejo Nacional de Población (CONAPO).
Pese a esto, durante los últimos cinco años se redujo 34.4% el presupuesto destinado a programas en la materia, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Tanto el trabajo doméstico y de cuidado no habían sido reconocidos como “trabajos formales” en el país y en el estado de Jalisco.
Sin embargo, el pasado 26 de octubre el Congreso de Jalisco aprobó la reforma para modificar el artículo 4º de la Constitución estatal y con ello reconocer el derecho de cuidar y ser cuidado dignamente. La modificación asume el trabajo doméstico y de cuidados como un generador de riqueza en la sociedad.
Las modificaciones que se aplicaron establecen que:
- Las personas en situación de dependencia tienen el derecho a ser cuidadas de manera digna y a recibir los elementos materiales y simbólicos que sustentan su vida para vivir en sociedad.
- Las personas que realizan trabajo doméstico no remunerado o de cuidados a personas en situación de dependencia realizado en el propio hogar, serán atendidas y reconocidas como generadores de riqueza y bienestar social.
La reforma significa una “transformación” para las personas que cuidan y son cuidadas, puesto que, históricamente han sido excluidas e invisibilizadas.
Así lo señaló Emilia Cruz, coordinadora estatal del colectivo Yo Cuido México, quien expresó la importancia de comenzar a trabajar en leyes que les den la oportunidad de realizarse como profesionales y se eliminen las “barreras” que obstaculizan no sólo su desarrollo económico, también el personal.
“Es nuestro derecho tener oportunidades, tener nuestro propio tiempo, también merecemos cuidarnos” manifestó Cruz en entrevista con el equipo de ZonaDocs.
Cruz, puntualizó que en la mayoría de los casos las personas asumen que es responsabilidad solo de las mujeres las tareas domésticas y de cuidados, ocasionando una mayor carga de trabajo para las mismas.
Como dato, alrededor de 1.7 millones de mujeres dedican su vida a los cuidados de su familia en Jalisco, acorde a Instituto Nacional de Estadística y Geografía de Jalisco (INEGI, 2018). Por lo mismo, Emilia señaló la relevancia de reconocer su labor y apoyarles en todas las vías: legales, personales, económicas, sociales, entre otras.
“Es muy importante el reconocimiento, esto se convierte en nuestra vida, en nuestro trabajo. A veces ni oportunidad de salir tenemos y sólo se nos ha impuesto por ser mujeres”.
A la par, explicó que no sólo se trata de nombrarles, sino de verlas como personas sujetas de derecho, reconocer su trabajo como generadoras de riqueza y bienestar social: “A veces lo más difícil es que si respeten nuestro derecho, el cuidado lo ven como algo extra a nuestra vida. Esperemos que pronto todas las personas tengamos acceso a este derecho”.
“Se les debe protección a las cuidadoras”
Emilia Cruz recalcó que las cuidadoras también sufren violencias o viven en entornos abusivos e inseguros, por lo que, cuando no se hace conciencia de su necesidad de protección, terminan por ser agredidas.
Tal es el caso de Luz Raquel, quien era cuidadora 24 horas al día, los 7 días a la semana, porque su hijo Bruno no tenía acceso a una escuela ni a espacios de cuidado de calidad, ni a la atención integral terapéutica y médica, ni a todos los medicamentos que requieren las personas que viven con autismo y epilepsia.
Luz fue agredida de manera mortal el 16 de julio del 2022 en la colonia Arcos de Zapopan. Una persona le arrojó alcohol de manera intencional y le prendió fuego, provocándole quemaduras por contacto directo de 2do y 3er grado en más del 90 por ciento de su cuerpo.
Pero, este no fue el primer incidente. Semanas antes, Luz Raquel sobrevivió un ataque con cloro de uso industrial en la zona del tórax, en esa ocasión le provocaron quemaduras. Pese a que Luz presentó una denuncia ante la comisaría de Zapopan, no recibió la debida atención ni seguimiento, aunque solicitó ser integrada al programa “Pulso de vida”, con el objetivo de recibir protección.
Sin embargo, le negaron ser integrada a dicho mecanismo al considerar que las amenazas que recibía, debido al comportamiento de su hijo menor de edad con Autismo, no eran causa suficiente.
Ante estos actos de omisión gubernamental, las continuas amenazas y violencias que enfrentó se convirtieron en un acto de tal magnitud y violencia que Luz Raquel le arrebató la vida.
Luz realizaba trabajo de cuidado intenso, extenso y especializado. Por ello, no tenía acceso a un empleo y un ingreso digno. Esta situación la tenía confinada en un ciclo vicioso donde la precarización en la que vivía en diversos sentidos no le dejaba alternativas ante un vecindario que la violentaba porque ella era mujer, pobre y madre jefa de familia de un hijo con discapacidad.
Lamentablemente, Luz Raquel no es la única madre y cuidadora que ha recibido amenazas asociadas con su labor de cuidado, ni a la única que le han limitado el acceso a oportunidades de desarrollo en otros sectores, esto le sucede a todas las personas que cuidan en México.
Por estas razones todas las integrantes de la organización expresan la necesidad de reconocerlos y protegerlos, a través de la creación de leyes, de un protocolo de atención inmediata ante amenazas que atenten contra la vida de las mujeres, así como la capacitación al personal para que brinde atención integral.
¿Qué hace falta?
Cruz puntualizó que todos los municipios deben de conocer la reforma e integrarla en su plan de trabajo, ya que si no hay interés de parte de las autoridades “no vamos a llegar a ningún lado”.
Además, manifestó que no se tienen que centralizar la atención y que los programas de apoyo deben de llegar a todo el estado de Jalisco:
“Luego se olvidan de otros municipios que no sean Zapopan o Guadalajara te lo juro que estamos totalmente olvidadas, como en Tlajomulco”.
Finalmente, Emilia espera que la aprobación de la reforma sea un “parteaguas” en materia de cuidados, que pueda respetarse, que sea implementado en otros estados del país, que se tejen redes de apoyo y “de verdad se nos reconozca”.