En México, 510 clínicas de cirugía estética operaban de manera irregular y sin supervisión del Estado en el año 2018, 264 habrían sido suspendidas, de acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y el Sistema Federal Sanitario, quienes en este mismo año realizaron una supervisión a 4 mil 322 clínicas que prestaban estos servicios en el país.
En el caso de Jalisco, la COFEPRIS informó sobre la existencia de 16 de éstas: 11 dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara y cinco en Puerto Vallarta; según reportaron las autoridades en ese periodo, todas fueron suspendidas y aseguradas, sin embargo, reconocieron que su presencia en la entidad “se encuentra en crecimiento”.
Por Marely Berenguel Rangel; Tanya Fernanda Carranza Navarro; Lilian Ivanette Castro Salcedo; Kristel Lorena Enkerlin Lozano; y Alejandra Sánchez Ruíz
El manejo irregular de clínicas de cirugía estética en el país y sin supervisión del Estado, ha permitido su acceso fácil, pero peligroso. Su propagación y popularización ha provocado a las y los usuarios de estos procedimientos riesgos irreversibles a su salud física y mental, incluso en los casos más extremos, la muerte.
Las personas recurren a estos lugares por sus bajos costos, sin embargo, quedan a expensas de espacios sin el equipamiento médico necesario y con falsos “profesionales” que, si bien, pueden dedicarse a un área de la salud, como medicina general o dermatología, -en algunos casos hay esteticistas-, no están completamente capacitados para prestar estos servicios.
A lo largo de los últimos años ha aumentado la demanda de intervenciones estéticas en México. Entre 2010 y 2020 los procedimientos han pasado de 761 mil 125 a más de un millón, de acuerdo con las cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS). Las cinco cirugías estéticas en tendencia son:
- Liposucción: intervención que consiste en la extracción del exceso de grasa corporal.
- Mamoplastia: este procedimiento busca generalmente el aumento del volumen mamario a través de implantes aloplásticos o silicona, prótesis o injertos de grasa.
- Rinoplastia: intervención destinadas a mejorar la forma y/o la función de la nariz
- Cirugía de párpado: procedimiento que busca corregir la apariencia de envejecimiento por el exceso de piel.
- Abdominoplastia: reconstrucción en la parte abdominal del paciente. Se elimina tanto el exceso de grasa como de piel y se corrigen defectos en la musculatura.
Rodrigo Mata Gonzáles, cirujano plástico y miembro del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva A.C., señala que, además de estos procedimientos estéticos, en los últimos tres años, a la liposucción -cirugía más solicitada- se ha sumado otras como el brazilian butt lift (BBL) o “levantamiento de glúteos brasileño”:
“Es lo que buscan muchas pacientes ahorita en Guadalajara, Sinaloa y en Tijuana” AFIRMA EL CIRUJANO.
Es obligación de la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Jalisco (COPRISJAL) llevar a cabo la vigilancia sanitaria de las clínicas que en el estado realizan este y otros procedimientos quirúrgicos, para verificar que actúen bajo la norma.
El Dr. Ramón Ávalos Huerta, encargado del Departamento de Regulación e Insumos para la Salud en la COPRISJAL explica que mantienen un programa de monitoreo que supervisa la operación de todos los consultorios, clínicas u hospitales que practican cirugías estéticas, especialmente para verificar que cuenten con un aviso de funcionamiento y licencia previamente autorizada.
En el caso de la medicina estética, la legislación sanitaria establece cuáles son los requisitos que debe de tener cada uno de estos establecimientos para funcionar, desde la infraestructura, el equipamiento adecuado y profesionales de la salud capacitados para practicar dichas cirugías.
No todo es de color rosa
Maribel Salcedo es sobreviviente de una cirugía estética de busto que no resultó lo que esperaba y que la hizo entrar más de una vez al quirófano. Narra que la primera cirugía que se practicó tenía la finalidad de levantar sus senos tras tres maternidades, pensaba que ponerse implantes de silicona resolvería las inseguridades que sentía sobre su cuerpo, sin embargo, el resultado no fue el que deseaba: “se veían demasiado grandes y ya no me gustaban, me las quería quitar. Aparte de qué me dolían” afirma.
Pero ese sólo sería el principio de los efectos adversos que experimentó después.
Uno de los implantes se rompió provocando su encapsulación, el endurecimiento del área del pecho y dolores intensos. Maribel cree que otra de las consecuencias físicas que tuvo es que le comenzaron a salir manchas en el rostro como “reacción de la piel a la silicona que quedó expuesta”:
“Me comenzaron a salir unas manchas muy grandes, la verdad no estoy segura si fue eso igual pienso que fue el líquido de la misma silicona que mi cuerpo había rechazado, puesto que, la piel es el órgano más grande que tenemos y al estar contaminado con el plástico pudo haber hecho esta reacción” manifiesta la sobreviviente.
Si bien, “aceptarse” tras los cambios que experimentó su imagen física -luego de la primera cirugía- fue complejo, realizar un segundo procedimiento quirúrgico para remover los implantes dañados le provocó también secuelas psicológicas, principalmente, dice, por las nuevas cicatrices que le dejó y los cambios que experimentó en la sensibilidad del área:
“Al estar desnuda, la cicatriz grande ya no es igual que antes. Incluso, también cortan tus pezones y los vuelven a colocar. La sensibilidad y la forma cambia y eso sí afecta bastante psicológicamente, el hecho de que tu pezón ya no quede igual que antes de hacerte este procedimiento es difícil”, revela Maribel.
El psicólogo Uziel Morales, especialista en psicoterapia, explica que uno de los principales impactos emocionales después de estos procedimientos estéticos es la transformación de la percepción corporal de la persona “ya que todos tenemos una imagen de nosotros y nos relacionamos con nosotros mismos en función de esa imagen. Las cirugías modifican esta percepción interna que tenemos”.
Advierte que, en algunas ocasiones, puede generar una crisis de personalización, es decir, “como si la mente experimenta pequeños momentos donde no se reconoce”, incluso, es probable que aparezcan crisis de ansiedad, problemas de identidad o de autoestima, despersonalización, trastornos de identidad, depresión y hasta pensamientos de muerte.
“Tu imagen es el centro de tu autoestima, de tu estructura, cuando se mueve, se mueve todo, incluyendo tu esencia” precisa y agrega que dentro de estos escenarios, cuando el resultado no es el deseado, soñado o esperado, puede aparecer una “tendencia al aislamiento”; lo que implica “apartarse del resto de manera voluntaria porque el resultado no es lo que quería y puede llegar a sentir incomodidad en situaciones sociales”.
En su opinión como experto el impacto depende mucho del resultado y la expectativa que tenía la persona sobre su intervención quirúrgica.
Ramón Ávalos Huerta y Rodrigo Mata González
Rodrigo Mata González, especialista en cirugía plástica, describe que existen distintas consecuencias médicas físicas al realizarse un procedimiento estético con “falsos profesionales” que no solo no conocen de las técnicas, sino de los materiales o productos que deben ser utilizados en estas intervenciones: “la mayoría -de las personas- tiene alteraciones en la cara, generalmente se ponen relleno, que son desde aceites, grasas de bovino, aceite de casa, productos que ni al caso”.
Aquellas personas que se han practicado estas cirugías “van perdiendo las zonas donde se los aplicaron” dice el cirujano; desde el área de los labios en el rostro, hasta los glúteos en algunos casos. En cuanto a los procedimientos médicos que deben llevarse a cabo para resolver las secuelas y efectos adversos, no solo implican nuevas y más operaciones, sino que esto no garantiza un resultado perfecto:
“Tienes que hacer unas incisiones muy feas, te quedas sin pompis. Probablemente, te puedas hacer una o 6 cirugías y al final tratar de construirla, pero es bastante complejo. La mayoría depende de la severidad o respuesta del organismo”
Afirma que, en algunos otros casos, los pacientes fallecen por enfermedades autoinmunitarias que provoca el mismo organismo frente a las sustancias que les han aplicado:
“Hay muchos pacientes que van y se ponen rellenos, no saben ellas ni de qué es. Llegan diciendo “era un líquido chiquito, un frasquito y me los puse en las pompis, en los labios, en los pómulos, en las mamas”. Entonces esas sustancias, al final no te matan, te mata tu mismo organismo, porque te origina una enfermedad autoinmunitaria y te va atacando, entonces en el momento que detone, tu vida ya está en peligro”.
Relata que hace poco tiempo tuvo la experiencia de recibir a dos pacientes, las cuales se habían hecho un aumento de glúteo 7 meses atrás con un supuesto cirujano. Ellas no habían tenido problemas hasta hace unas semanas, cuando comenzaron a sentir algunas zonas con mayor rigidez y de color rojo, la fiebre fue otro de los síntomas que padecieron. Ambas mujeres tendrán que volver a operarse para quitar “lo que sea que les hayan puesto en esa área”.
El someterse a más cirugías es someterse a más peligro
Mata González puntualiza que “depende del daño” ocasionado será el resultado que se obtenga, sin embargo, advierte que “no hay cómo arreglar las cosas naturales, puedes construirlas parcialmente y ponerle un tatuaje, pero hay situaciones en la que en realidad no tienen mejoras”. Los daños pueden no solo ser en términos estéticos, sino irreversibles al grado de ver afectadas algunas funciones físicas:
“Si les ponen todo el relleno en todo el labio o en la cara y tienes que hacer unas múltiples cicatrices, pues nunca van a volver a ser iguales, pero después de haber usado biopolímero en los glúteos, hay personas que ya no pueden caminar. Esa función ya no se puede regresar” afirma.
Sumado a estas secuelas nocivas y peligros, los y las pacientes en algunos casos ni siquiera llegan a conseguir justicia frente a estas negligencias médicas ocasionadas por personas que, aunque tienen conocimientos sobre algún área de la medicina, no se especializan en dichos procedimientos. Aquí participan desde médicos generales, hasta dermatólogos y esteticistas:
“Estamos en México y eso es tristísimo ahorita. Si todo funcionara como debiera ser, ahí técnicamente tendrían que perder su cédula, como médico general o como dermatólogo o esteticista. No podrían ejercer, perderían su cédula y depende del grado y del daño que le otorgues al paciente. Si pierde la vida, pues puedes ir a la cárcel, que eso debería de ser o si tiene alguna alteración que va a hacer para toda su vida, pues ahí ellos tendrían que pagar, no sé si con cárcel, dependiendo la ley o económicamente” señala Mata González.
¿La belleza cuesta?
Muchos de los lugares clandestinos en donde se practican estas cirugías estéticas de manera irregular e ilegal, ofrecen precios que en realidad ningún verdadero profesional cobraría, por el tiempo, el material y el conocimiento que se necesita.
Al preguntar sobre los rangos de costos, el especialista Mata González señala que estos procedimientos estéticos que impliquen una cirugía practicada con personal certificado y avalado no pueden estar “por debajo de los 45 mil pesos”. Entre los rangos de precios, por ejemplo, en implantes de mama, pueden ir desde los 70, 80 o hasta los 120 mil pesos. Mientras que, en una clínica no regulada o “por fuera de la norma” podría llegar a costar entre los 30 mil y los 40 mil pesos.
“Liposucciones que te cuestan de 80 a 120 mil pesos, con estas te pueden costar 35 mil pesos, con todo e infiltración en las pompis. Abdominoplastias o mezclas de varias cirugías (liposucción, abdomen, “las grandes”) en esas te puedes gastar de 200 a 250 mil pesos. Y con ellos, pues te puedes gastar 80 mil pesos o 70 mil pesos”.
En tanto, procedimientos como rellenos faciales y bótox, los costos con profesionales y clínicas certificadas pueden ir desde los 5 mil hasta los 10 mil pesos.
Así mismo, “el precio de los materiales dice mucho acerca de si es un procedimiento confiable o no lo es”, menciona el cirujano. Por lo tanto, se debe tener cautela con los precios de materiales que son utilizados, incluso, en estas intervenciones “menos invasivas”. Tal es el caso de las inyecciones de ácido hialurónico: “por ejemplo, para el labio, te puede costar 2 mil 800 pesos a ti, como médico, un aproximado. A los pacientes les cobran 7 mil pesos, de 7 a 10 mil pesos por aplicación. Y si van con un esteticista, éste te puede cobrar mil 500 pesos, pero quién sabe con qué material lo está haciendo” señala Mata González.
De igual forma, el cirujano plástico aclaró que estos materiales -los que se usan para aplicar este tipo de substancias- vienen prefabricadas. No obstante, en lugares sin profesionales, colocan frascos de alguna sustancia, la cual Rodrigo Mata González no sabe de qué es y, por ello, nunca lo recomendaría.
¿Cómo tener cautela?
El psicólogo Uziel Morales, sugiere que antes de cualquier cirugía estética, la persona debe preguntarse en un ejercicio de honestidad para quién o para qué está tomando esta decisión: “si decides que es para ti, pregúntate si estás dispuesto a aceptar que es posible que tú ya no te sientas la misma persona y vas a tener que trabajar en ese cambio. Si es por alguien más, entonces no lo hagas”.
De acuerdo con Morales, las intervenciones quirúrgicas pueden generar un trauma, solo si hubo violencia médica, negligencia, tratos ominosos o malos cuidados. Pero si el o la paciente “no quedó como esperaba o no se cumplieron sus expectativas”, recomienda “no hacerse ninguna cirugía posterior”:
“No intervengas tu cuerpo nunca cuando estás en un periodo de ansiedad, dolor o un duelo como la ruptura de pareja, puesto que, le quitas la posibilidad a la mente de desarrollar o desplegar todo su proceso” recomienda.
Por otra parte, Ramón Ávalos Huerta, asegura que la COPRISJAL tiene una gran preocupación debido a la falta de información que tiene la población acerca de estas clínicas irregulares y de la práctica de falsos profesionales, por lo que, pide a las y los usuarios “tomar en cuenta la importancia de revisar los lugares a los que van a acudir y que pregunten por los títulos de los profesionales de la salud y que los establecimientos cuenten con sus licencias sanitarias y que realmente los médicos cuenten con sus acreditaciones necesarias”.
Uziel Morales
El funcionario agrega que resulta necesario que las personas sobrevivientes o afectadas por estas clínicas irregulares o falsos profesionales se acerquen a la COPRISJAL para hacer una denuncia formal y poner fin a estos lugares Además, recuerda a las personas que “todo procedimiento estético debe ser en un hospital o clínica autorizada, no en una casa, local o consultorio”.
El cirujano Mata, coincide y añade que toda cirugía, incluidas las estéticas, son procedimientos que deben realizarse en hospitales, de tal manera que, frente a cualquier emergencia, se cuente con todo el equipo médico, humano y material para reaccionar:
“Estrictamente en los hospitales, en todo el país, te piden tu certificación, te piden que lleves tus papeles, pero hay más de unos 10 aquí en Guadalajara, que no son hospitales, son clínicas, que permiten operar ahí, bajo otros nombres, o sea se vale de todo para poder operar ahí”.
Por ello, pide a las personas solicitar a las y los cirujanos, -tal como sucede con otros profesionales de la medicina- sus certificaciones y/o documentos que acrediten oficialmente las especialidades que dice tener, así como una cédula profesional vigente “tienes que ver que sea certificado, que sí sea un cirujano plástico, que sí haya estudiado los años que tienen que ser, que tú te puedas meter y tener la libertad de meterte a internet y ver que así es” sugiere.
Recordó que ahora las cédulas profesionales están disponibles a consulta a través de un Código QR, “tú llegas como paciente, en cualquier especialidad, llegas y lo pones y ya te dice ahí. Todos deberían de tenerlo” finalizó.
Maribel finalmente recomienda a todas las personas que busquen realizarse alguna cirugía estética conocer primero las consecuencias postquirúrgicas que devienen de estos procedimientos, pero sobre todo, cree que es importante “estar predispuesta mentalmente a cómo serán los resultados”, porque en su experiencia “sí causan un gran impacto emocional”.
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Este reportaje fue realizado en el marco del Bloque de Producción periodística convergente del Tec de Monterrey Campus Guadalajara, del cual ZonaDocs fungió como socio formador.