Amigos Trabajando en los Cruceros realiza, desde el 8 y hasta el 21 de agosto, la colecta “De la calle a la escuela” con la que buscan recursos para poder apoyar a 205 niñas, niños y adolescentes que trabajan en los cruceros y que no cuentan con los recursos para comprar su lista de útiles o pagar sus inscripciones.
Por Alondra Angel Rodriguez / @alondriixs
La educación es un derecho humano que no se le puede negar a ninguna niña, niño o adolescente; sin embargo, existen quienes por estar en situación de calle o pobreza no pueden acudir a la escuela, lo que sólo les deja como opción trabajar en algunos de los cruceros de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Para hacer frente a esta situación, la organización Amigos Trabajando en los Cruceros organiza la colecta “De la calle a la Escuela 2022”:
“Nosotros tratamos de que se les apoye con todo lo básico para ir a la escuela; por ello, es que cada año se arma esta colecta de útiles”, comentó Otilia Arellano, cofundadora de Amigos.
La defensora de los derechos comentó que este proyecto solidario comenzó en 2002 al ver la grave deserción escolar en edades muy tempranas; las principales razones por las que abandonaron la escuela fueron: la falta de recursos para pagar útiles, uniformes o las cuotas escolares.
Esto lo supo la organización después hablar con algunos de estos menores de edad sobre su deserción escolar, y ahí fue cuando idearon la manera de ayudarles para que ni interrumpieran sus estudios:
“La escuela les dan otros sueños e ilusiones para seguir avanzando, y les hace ver que pueden tener un futuro mejor y, con ello, arrebatarlos la calle”, comentó Otilia Arellano.
Los apoyos que se recolectan, mediante esta campaña, impactan la vida de quienes estudian preescolar, primaria y secundaria.
Desde que arrancaron la colecta, han notado el aumento en el número de niñas, niños y adolescentes que buscan ser apoyados; por ejemplo, en 2021, apoyaron a 189 niñas y niños, pero para este año se ayudará a 205.
Amigos Trabajando en los Cruceros, aunado a los apoyos escolares, también ofrece a las infancias y adolescencias trabajadoras apoyos en materia de salud y seguridad.
En ambas problemáticas, se revisa cada uno de los casos en lo particular para darles seguimiento, de ahí se establecen estrategias de intervención para identificar problemas de salud y adicciones; así como situaciones de violencia familiar y/o sexual.
“Empezamos a apoyar solamente gente que trabaja en la calle, en los cruceros, pero ya después empezó a acercarse gente que trabaja, por ejemplo, haciendo cajas o limpiando cebolla en el Mercado de Abastos a pedirnos ayuda”, explicó Otilia.
Pero también apoyan a personas de las comunidades indígenas que se ubican en el Cerro del Cuatro y la colonia Ferrocarril.
En todos y cada uno de los casos, la única condición que ponen es que los niños estudien, ya que no están en edad de trabajar. Con ello también buscan que ellos conozcan sus derechos para que puedan exigir a las personas los respeten.
¿Cómo se puede apoyar?
Se puede hacer de dos maneras:
1) Patrocinar a una niña, niño y adolescentes con su lista completa de útiles y una mochila ($500 pesos por niño).
2) Donar el dinero para poder pagar sus inscripciones (cantidad voluntaria).
Como una forma de agradecer cada ayuda, al finalizar la campaña se publicarán las fotos de los materiales y mochilas que fueron compradas con las donaciones.
“El objetivo es que estos menores no caigan en lo mismo, que no sea algo heredado, que no se repita aquello de que mis abuelitos, mi mamá, mi papá fueron trabajadores de calle, y ahora voy yo. Se trata de que tengan un futuro mejor estudiando mucho”, concluyó Otilia Arellano.
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Aquí todos los detalles para hacer tus donativos: