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Pedro Carrizales entabló comunicación por última vez el 2 de febrero, tras ser retenido por agentes del GAFE en Coahuila. Las fiscalías de cuatro entidades lo han buscado sin éxito. Existen indicios para presumir que desapareció en alguna parte del trayecto entre Monterrey y Nuevo Laredo, una autopista en la que otras 300 personas corrieron la misma suerte en años recientes. Aun así, en San Luis Potosí, su tierra natal, hay quien cree que se trata de una farsa
Texto: Marcela Del Muro / Pie de Página
Fotos: Mauricio Palos
SAN LUIS POTOSÍ.- La primera ficha de búsqueda de El Mijis se publicó la mañana del 8 de febrero en las redes sociales de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas en San Luis Potosí. En ella se ve al exdiputado potosino Pedro Carrizales Becerra con una expresión serena, peinado con su habitual mohicano y vistiendo una camisa roja. Bajo la fotografía se especifica: “Se busca desde (el) 31 de enero del 2022”.
Para ese momento, Pedro llevaba más de una semana desaparecido, pero algunas reacciones en el estado no mostraron preocupación, al contrario. Cuestionamientos como el que hizo el medio potosino La Orquesta: “¿Ahora con qué cuento irá a salir?”, llenaron las redes sociales y fueron subiendo de tono.
“Estamos con la incertidumbre”, dice David Reyes Medrano, asesor del exdiputado durante su cargo en el Congreso. Pero el activista también recuerda que “Pedro se mete en cada cosa, y luego algunas han estado muy extrañas, que le pasó el fenómeno de ‘Pedro y el lobo’”.
La fábula infantil sigue siendo un comentario habitual en las publicaciones que informan de su desaparición en redes sociales y fue un dicho recurrente durante las entrevistas. Gloria Serrato, directora de Derechos Humanos de la Fiscalía General del Estado (FGE), señaló que a las víctimas de desaparición no se les puede poner en duda y las comisiones de búsqueda de los estados involucrados debieron de activar las alertas de búsqueda desde que se hizo la denuncia.
Desde su arranque formal en la política, a finales del 2018, la imagen de El Mijisse fue polarizando cada vez más: el diputado fue perdiendo popularidad en el estado, pero fue ganando adeptos nacionalmente.
Pedro Piedras, el guardián del portón
Para que Carrizales llegara a ser un popular o polémico congresista, dependiendo del lugar donde se observa, tuvo un trabajo muy relevante con juventudes de colonias de alta marginalidad en las periferias de la capital.
“Pedro era como el guardián del portón, era como un puente entre ciertos sectores sociales y el mundo popular de las pandillas. En cuestión de sus interacciones, él sí lograba modificar la percepción de ambas partes y lograba hacer síntesis que incidía en la realidad de muchas personas”, recuerda Reyes Medrano, quien lo conoció en el 2008.
El exasesor comenta que Pedro ya era famoso antes de convertirse en El Mijis. “Él era conocido cómo Pedro Piedras, que es su apodo más conocido, o El Bebé”. La palabra mijis es una muletilla que Carrizales Becerra utiliza y “por efecto espejo”, comenzaron a llamarlo así. Pero fue hasta el 2017 que el apodo ganó peso.
Pedro tuvo una vida complicada. “Se unió a la pandilla que controlaba su barrio cuando tenía 11 años, después de que sus integrantes comenzaron a golpearlo. Unirse o ser derrotado, dijo. ‘Y se convirtieron en mi segunda familia’. Estaba usando drogas antes de los 12 años y pronto se volvió adicto al crack. Hubo delitos menores y muchas peleas”, se puede leer en el reportaje escrito por la periodista Stephanie Nolen para el medio canadiense The Globe and Mail.
A los 20 años, su mamá murió y Pedro tocó fondo: aumentó su consumo de drogas e intentó colgarse del árbol de afuera de casa de su papá.
“Estaba desesperado, hasta que un día se encontró con una anciana que intentaba bajar de un camión. Él la ayudó, ella lo bendijo y dijo que sintió una repentina oleada de paz que le hizo renunciar a todo lo que había hecho antes”. señala Nolen en su reportaje.
Carrizales buscó trabajo en la construcción, también invitó a sus compañeros de pandilla a trabajar junto a él. En el 2003, comenzó a dirigir el “Movimiento Juvenil Popular”, desde donde gestionó programas para que jóvenes comenzarán a trabajar pintando y dando mantenimiento a casas.
Reyes Medrano recuerda que a Pedro se le reconoce por una anécdota similar a la serie “Juego de Tronos”: Él logró unificar a todas las pandillas de su colonia, Las Piedras, que estaban peleados entre sí, y formó “La Rocamanía”. “Esto habla de la capacidad que tenía de incidir en otros y otras”.
“Él pugnaba para que no se les dijera pandilleros, sino chava y chavo banda. Él comenzó a sostener juntas con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, también tuvo interacción con Seguridad Pública y con las instituciones de juventudes en el estado. Esto lo puso en contacto con varias organizaciones civiles porque él los acercaba con chavos banda”.
David Medrano, exasesor.
Un grito de existencia contra el clasismo y la discriminación
El fotógrafo frances Jean-Félix Fayolle conoció a Pedro Piedras por ahí del 2011, en un torneo de fútbol que organizaron para homenajear a un compañero muerto. Utilizar el deporte para pacificar los barrios era una práctica utilizada por el activista. El fotógrafo tenía tiempo documentando y siendo parte de la comunidad juvenil de la colonia Pavón, en Soledad de Graciano Sánchez, municipio vecino a la capital.
Un año y medio después, en el 2012, hubo un acercamiento entre Jean-Félix y Pedro, que se encontraba trabajando en el área de juventudes de la alcaldía de Soledad, e invitó al fotógrafo a acompañarlo en una caravana que nombró “Un grito de existencia”.
Un grupo de jóvenes potosinos conformado por integrantes del “Movimiento Juvenil Popular”, salieron de Soledad de Graciano Sánchez, el 6 de febrero del 2013, en bicicleta y recorrieron Coahuila, Nuevo León, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y el entonces Distrito Federal.
Casi dos mil kilómetros recorridos para reunirse con grupos de chavos banda y entregar un documento en los congresos de los estados, donde se exigía dejar de criminalizar a las juventudes de barrios populares en el país.
“Queremos concientizar a la sociedad, que nos dejen de ver como delincuentes. Concientizar a la misma banda, mostrarles que hay otro camino y no andar delinquiendo. Queremos que las autoridades sepan de nuestra existencia”, comentó Pedro en entrevista para el medio Animal Político.
El barrio como botín electoral
Reyes Medrano recuerda que la popularidad de Pedro Piedras comenzó a llamar la atención de los partidos políticos, y uno a uno se fueron acercando al activista para enlistarlo en sus campañas. “Lo empiezan a ver como alguien que tiene liderazgo en las colonias y que pueden instrumentalizar en temas electorales”.
El Mijis comentó a The Globe and Mail: “En el 2018, quise llevar la ola que estaba haciendo más lejos, y vi que podía atraer a los mismo votantes para mí”. Pidió ayuda de su exasesor para comenzar su campaña independiente, pero entonces el PT, que tenía alianza en el estado con Morena, lo buscó. “Yo era como la quinceañera: Todos querían bailar conmigo”.
La periodista y editora potosina María José Puente recuerda que en medio de la polarización por el triunfo de Andrés Manuel López Obrador comenzó una ráfaga de criticas tremendamente clasistas contra Morena, por haber impulsado a un candidato pandillero.
Aquí nos tenemos que detener un poco en la capital de San Luis Potosí, una ciudad conservadora en auge industrial. Gobernada en su mayoría por fuerzas políticas priistas y panistas, que sostuvieron el mito de la meritocracia para dominar el poder. El Mijis candidato, sin educación universitaria y con antecedentes delictivos, fue muy criticado. Para los conservadores no merecía ocupar una curul aunque fuese cercano al barrio.
“La respuesta a esa ola de críticas fue exponer que El Mijis tenía una trayectoría como activista de los chavos banda y lo siguiente fue que se hizo viral, se creó el personaje y nadie nos preocupamos por darle matices”, menciona María José Puente.
El Mijis congresista
La reportera María Medrano cubrió la fuente del Congreso en aquel entonces. Ella fue la primera en escribir sobre la propuesta de El Mijis para que las personas privadas de la libertad tuvieran seguro social.
“Yo insistí en darle seguimiento a la iniciativa y varias veces le recordé que no estaba elaborada. Él solo daba largas”, recuerda María. “Esa iniciativa nunca se presentó. Pero si buscas en medios, sobre todo nacionales, se presentaba la noticia como si ya estuviera redactada”, agrega María José.
Y es ahí, coinciden las periodistas, donde “Pedro y su equipo advirtieron el potencial del personaje y se volcaron en la estrategia de medios, olvidando el trabajo legislativo”.
Y así, muchas de las propuestas presentadas por el diputado, que eran noticia nacional, no fueron trabajadas para ser aprobadas en el Congreso.
“¿Qué pasó con la iniciativa para prohibir las corridas de toros y las peleas de gallos? Caducó, ni siquiera la pudo llevar a votación en comisiones y mucho menos al Pleno. ¿Qué pasó con la iniciativa del aborto? Colaboró con la lucha de las feministas, que llevan años impulsando solas el tema, pero nunca cabildeó: no se informó, no se allegó a los legisladores ni analizó quién amenazaba el proyecto”.
María Medrano, reportera.
Una activista feminista que prefiere guardar anonimato, recuerda que “el diputado Carrizales ni siquiera llegó a la primera votación para apoyar su iniciativa del aborto”.
A finales del 2018 entrevisté por primera vez a El Mijis, quien platicó sobre su activismo y comentó que quería llevar a chavos y chavas banda a buscar en fosas clandestinas junto a familiares de desaparecidos. Lo recuerdo alegre, conversador, pero mi percepción fue que no tenía una idea clara del trabajo legislativo. Él no explicaba sus iniciativas, de eso se encargaban sus asesores, un punto que fue muy criticado por la prensa potosina.
Meses después supe que se había acercado al colectivo de búsqueda “Voz y Dignidad por los Nuestros”, pero la reunión no fue exitosa. El Mijis se enfocó en que las chavas y chavos banda explorarán los campos de exterminio para sacar huesos. Pero para Edith Pérez, directora del colectivo, esos huesos que tanto nombró el diputado pueden ser sus familiares desaparecidos y el ritual de búsqueda se realiza entre amor y respeto.
Hubo un rompimiento entre el congresista y las familias, que nunca se intentó subsanar. Por eso sus planes de búsqueda en fosas se hicieron en otros estados de México, como en Guerrero.
Pero El Mijis también ayudó a abrir la conversación sobre algunos temas en la agenda de derechos humanos que nunca antes se había pensado discutir, opina María Medrano.
“Pedro tomó su imagen para defender derechos. Nunca le sacaba a ningún tema”, dice David Reyes y agrega que es importante conocer esa dualidad del excongresista.
“De repente parecía que flaqueaba en lo social y en la disciplina del trabajo, pero también tenía qué ver con que siempre lo estaban atacando. Y no todo el mundo tiene la fortaleza psicológica para enfrentarlo”, David dice que la crítica contra El Mijis es muy redituable para los medios en el estado. “Eso lo fue orillando a alejarse de aquí”.
Su trabajo legislativo lo fue alejando de su activismo con juventudes. Jean-Félix percibió que “después de ser diputado, creo que perdió un poquito su terreno en los barrios”.
La desaparición de Pedro
Desde la candidatura y en sus tres años como diputado, Carrizales Becerra denunció varias amenazas y atentados en su contra. Pero fue la denuncia de desaparición en octubre del 2021, durante una protesta afuera de un concierto de Lalo Mora, que desató los cuestionamientos en redes sociales contra el exlegislador. El 31 de octubre, a través de la cuenta de Facebook de exdiputado, se informó que la Guardia Nacional le estaba brindando apoyo tras hallarlo en el municipio de Zaragoza.
Y así llegó la noticia de que Pedro estaba desaparecido. El 31 de enero fue el último día que su pareja lo vio en un hotel de Saltillo, Coahuila, iba rumbo a Monterrey, Nuevo León. Estaba arrancando un nuevo proyecto como activista que consistía en acompañar a migrantes y lo nombró “La ruta del migrante”.
El 2 de febrero, su pareja recibió los últimos mensajes de Pedro: “Gracias a Dios ya me soltaron, me tenían los policías, los GAFES, pensaban que era de los malos, pero ya voy para allá, no te preocupes”, lo habían detenido en Coahuila, pero se pudo rastrear que el activista sí salió del estado.
El sábado 5 de febrero, la familia de Pedro puso la denuncia por desaparición en la Comisión Estatal de Búsqueda de San Luis Potosí y fueron canalizados a Nuevo León, el último estado donde se comprobó que estuvo. El miércoles 9, la Fiscalía de Tamaulipas declaró que hay indicios de que El Mijis pudo estar en Nuevo Laredo entre el 1 y el 4 de febrero, porque su teléfono fue prendido en la zona.
El caso es llevado por las autoridades de Nuevo León, San Luis Potosí, Coahuila y Tamaulipas.
El vocero de la Fiscalía del estado de Tamaulipas informó que ya agotaron todas las acciones para la búsqueda en vida dentro del territorio. Se realizaron operativos en los lugares marcados por la geolocalización de su celular, se visitaron hospitales y prisiones. Sin ningún resultado hasta ahora.
Lourdes Flores Huerta, integrante de Buscadora de Nuevo León y mamá de Kristian Karim Flores Huerta, desaparecido el 12 de agosto de 2010, menciona que desde el 2020 hubo un repunte en las desapariciones de la carretera que va desde Nuevo León hasta Tamaulipas.
“De los más recientes, desde 2020, que viajan de aquí para Nuevo Laredo yo calculo que van casi trescientas personas desaparecidas. Un mundo de gente”, dice Lourdes.
El 20 de agosto del 2020, Día del Desaparecido, Lourdes y las Buscadoras de Nuevo León hicieron una línea de tiempo de desaparecidos y la presentaron a Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda: “Nosotras le dijimos: ‘hay un repunte de desapariciones este año y estamos en pandemia. Algo está pasando’. Y ahí está, se vino el despapaye 2020, 2021 y ahora 2022. Y lo de Laredo incrementó peor”.
El 29 de septiembre del 2021, Karla Quintana informó del descubrimiento de un campo de exterminio en el kilómetro 26 de la carretera Monterrey-Nuevo Laredo, en el cual se sigue trabajando y falta, aproximadamente, una tercera parte del lugar por explorar. Lourdes señala que se les avisó del incremento de casos de desaparición porque era necesario prevenir y alertar a la población, pero nadie prestó atención.
A 23 días de la desaparición de Pedro Carrizales Becerra, El Mijis o Pedro Piedras, no hay rastro de él ni de su camioneta, una Dodge tipo Journey, modelo 2014, color rojo. El activista vestía una camisa de manga larga color azul cielo, chamarra azul marino, pantalón de mezclilla azul oscuro, además de botas cafés y una pulsera negra con tres cuarzos.
“Nadie debería vivir el dolor de la muerte ni la incertidumbre de una desaparición. Por favor ayúdenos a encontrarlo; cualquier información será confidencial”, pide su familia en las redes sociales de El Mijis en twitter y facebook.
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