Pacificación desde el municipio

En Pie de Paz

Por Guillermo Raúl Zepeda Lecuona, Miembro del Centro de Estudios para la Paz del Instituto de Justicia Alternativa de Jalisco

En estos días aciagos de desesperanza por las terribles manifestaciones de barbarie y violencia entre nosotros, debemos redoblar la convicción de que somos mayoría los que queremos y procuramos la pacificación y reconciliación, y buscamos revertir la espiral de violencia e indiferencia.

Una buena noticia en Jalisco que debe alimentar nuestra esperanza en la pacificación es la creciente red de centros públicos de mediación en le estado. Son 55 municipios los que han dado vida a la iniciativa de crear centros de mediación municipal y cuatro más se preparan para sumarse a esta red, la más grande de México.

Los centros municipales de mediación aportan a la pacificación a través de cuatro vías, a saber: ampliar el acceso a la justicia; permitir un medio para que las causas de mínima cuantía se resuelvan; atender de manera profesional los conflictos comunitarios y de justicia cívica; y reducir la “cifra negra” del conflicto.

En cuanto al acceso a la justicia, en Jalisco se ha desarrollado la red de centros públicos y privados más grande de México: 553 puntos de atención en 66 municipios en los que vive 90% de los jaliscienses. Existen 101 centros públicos, entre los que se encuentran los 55 centros públicos de mediación municipales. Por ejemplo, en la lejana y marginada zona norte del estado sólo hay un juez civil y familiar para los 10 municipios de la región. En esta misma demarcación, el Poder Judicial ha impulsado la creación de ocho centros públicos gratuitos en seis de los 10 municipios.

De igual forma, ocurre en el partido judicial de Cihuatlán: un juez para cinco municipios en los que se han constituido seis centros públicos gratuitos. A nivel nacional por cada mediador hay siete jueces; en Jalisco por cada juez hay cinco mediadores certificados, es decir, se dedican mayorees recursos humanos, materiales y sociales a resolver los conflictos por el diálogo y el consenso.

Los 55 centros públicos municipales logran concretar 1,042 convenios al año en materia familiar, civil y mercantil (más de los que generan 9 estados de la república en todo un año). A estos 1,042 convenios elevados a sentencia en centros municipales, se suman otros 500 convenios en los que se dio el pago inmediato, es decir, se invita a una persona a una mediación por algún adeudo, y en la propia mediación o a los pocos días se liquida dicha deuda, por lo que ya no es necesario mandarlo a sancionar para ejecutarlo en un juzgado en caso de incumplimiento.

Otra gran aportación de la justicia alternativa en el municipio es la atención de conflictos vecinales, comunitarios y de justicia cívica, que evitan que conflictos incipientes escalen a mayores niveles de violencia, e inclusive puedan llegar a constituir un delito. Estos asuntos atendidos y resueltos en los 55 centros municipales se estiman en al menos quince mil.

La cifra negra de los conflictos se refiere a aquellos conflictos que, de no existir vías institucionales para atenderlos y darles acceso a la justicia, quedarían sin una atención adecuada, macerando resentimientos y percepción de injusticia, que podrían llegar a manifestaciones violentas. Por ejemplo, un pagaré de 4 mil pesos que no se podría cobrar por que no sería costeable contratar un abogado, y menos cubrir costos de traslado si no hay un juzgado en el municipio. De igual forma un conflicto entre vecinos que no sea atendidos por un mediador profesional podrían llevar a escalar en violencia.

Estos casos que no habrían llegado a la justicia o a medios de solución de conflictos y que sí pueden ser presentados a los centros municipales de mediación, se estiman en al menos cinco mil. Con este alcance de la justicia alternativa desde la comunidad se puede decir que Jalisco avanza para que la paz con justicia esté en la canasta básica.

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Es una columna colaborativa que busca colocar en el debate público la relevancia de la cultura y educación para la paz. Esta columna es escrita por Tzinti Ramírez, Carmen Chinas, Laura López y Darwin Franco.

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