¿Después del 8M, qué sigue? 

#ZonaDeOpinión

Por el UJRM Jalisco / @UJRMJalisco

Foto: Agathe Goret

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, miles de mujeres salimos de nuevo a las calles, a marchar por un mundo equitativo y libre de todo tipo de violencia. 

Cada día somos más las que luchamos contra los roles que se nos fueron impuestos por nuestra genitalidad, contra los prejuicios, estereotipos y toda clase de opresión. Sin embargo, para este punto sería interesante cuestionarse, luego del 8 de marzo, ¿qué sigue? En la UJRM sostenemos la lucha de las mujeres todo el año, pero esto entendiendo a la emancipación de la mujer como algo incompatible con el sistema capitalista. 

Dos caras de la misma moneda: Opresión y explotación 

Primeramente es necesario reconocer al capitalismo como sistema para entender a su vez la naturaleza de la familia y el porqué del rol que ocupamos dentro de ella, ¿para qué machismo?, y es que en el capitalismo nada es porque sí. La opresión de las mujeres surge como una necesidad de proteger la propiedad privada, la cual tiene garantía gracias a la institución de la familia tradicional. La primera oleada del feminismo fue impulsada por mujeres burguesas que exigían el derecho al voto, la igualdad política, el acceso a la educación y, en general, la libre expresión y ejercicio de la personalidad en la esfera pública. 

¿Pero hasta dónde ha contribuido esto a la emancipación de las mujeres y que más falta para alcanzar esa igualdad efectiva? no es una pregunta ociosa ni que busca descalificar estas victorias, por el contrario esta es una conversación necesaria que retomamos hoy pero ya se planteaba de la mano de Rosa Luxemburgo, Alexandra Kollontai y muchas otras mujeres contemporáneas al movimiento sufragista que formaron inintencionalmente el pensamiento feminista, pero que sacaban a relucir constantemente las implicaciones de clase que tiene la lucha por liberación de la mujer, implicaciones que hoy se han visto acalladas y en esa medida ponen en peligro el futuro de nuestra lucha. 

Las trabajadoras que no abandonan el mandil

“El capitalismo ha cargado sobre los hombros de la mujer trabajadora un peso que la aplasta; la ha convertido en obrera, sin aliviarla de sus cuidados de ama de casa y madre. Por tanto, nos encontramos con una mujer que se agota como consecuencia de esta triple e insoportable carga, que con frecuencia expresa con gritos de dolor y hace asomar lágrimas a sus ojos”
Alexandra Kollontai, “El comunismo y la familia”, Ed. Marxista, 1937, Barcelona.

La división del trabajo es indispensable para el sostén del capitalismo, es por eso que las mujeres proletarias no hemos podido rechazar despreocupadamente el trabajo doméstico a pesar de ser parte de la fuerza de trabajo. Nosotras, las mujeres de clase trabajadora, ahora vivimos la opresión y la explotación a la vez. 

¿Dónde quedó la emancipación económica? Ahora vivimos una doble jornada.
Para este punto comienzan a ser cada vez más evidentes las contradicciones dentro del feminismo, pues la liberación femenina atraviesa muchas más cosas que la moral y el costumbrismo, desde nuestra perspectiva marxista no vale la pena analizar un solo aspecto de la crisis, o dividir discursos. 

El feminismo interseccional sigue sin sanar estas contradicciones, porque el cambio social solo lo traen las revoluciones, por esto la emancipación de la mujer debe buscarse desde la lucha de clase. En los marcos de la democracia burguesa, las mujeres no podemos aspirar más que a fracasar en lo mismo que los hombres lo han hecho siempre.

La emancipación de la mujer como parte de la lucha de clases

La explotación de las mujeres trabajadoras es otro pilar del capitalismo, no podremos conquistar la emancipación dentro de él. Es por esto que es importante vernos como parte de la lucha de clases. Lo que para muchas mujeres burguesas significó la libertad en ciertos sentidos, para nosotras solamente fue cambiar de cadenas. 

Por esto, nosotras no vemos en la presidenta una aliada, y en toda otra mujer que practique la explotación, o represente el imperialismo y el capitalismo. Con Sheinbaum sabemos que no llegamos todas, y que tenemos que luchar y organizarnos para hacerlo. 

Hay un carácter de clase en la lucha de la mujer que no puede ser borrado para su neutralización. El separatismo nos ha desarmado contra nuestro enemigo real, que es el mismo en todas partes, qué es el o la capitalista, que es la clase burguesa. 

Por ello, frente a las propuestas que dividen a nuestra clase, y las mujeres de la burguesía y sus representantes que se posicionan a detrimento nuestro, proponemos la organización revolucionaria y en la UJRM encontramos nuestro espacio de combate. ¡Mujeres contra la guerra, mujeres contra el capital, mujeres contra el fascismo y el terrorismo neoliberal!

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UJRM Jalisco
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Unión de la Juventud Revolucionaria de México es el brazo juvenil del Partido Comunista de México (marxista-leninista), por lo que reivindicamos su programa táctico y estratégico, y reconocemos en él al estado mayor del proletariado mexicano para organizar la revolución socialista en México.

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