“#8M sobre ruedas”: por el derecho a moverse libremente

#8M2025

A bordo de sus bicicletas decenas de mujeres tomaron la calle para evidenciar la violencia de género que padecen, aquí su historia y sus razones para formar parte de la marcha por el Día Internacional de las Mujeres.

Por Aletse Torres / @aletse1799

Este 8 de marzo, en Guadalajara, diversas mujeres decidieron unirse a la marcha con un elemento particular: sus bicicletas. No solo como medio de transporte, sino como un símbolo de autonomía y lucha por la seguridad en las calles.

A través de su participación, las ciclistas buscan no solamente visibilizarse, sino también reivindicar su derecho a moverse libremente por las ciudades sin miedo a la violencia de género, un problema que sigue afectando a muchas mujeres en México.

En el contexto de esta movilización, las mujeres encontraron en el ciclismo una forma de empoderamiento, buscando demostrar que las calles también les pertenecen. Sabrina, una de las participantes, explicó que la bicicleta no solo representa un medio de transporte, sino una forma de enfrentar un bloqueo social.

“Montar bicicleta como mujer ha sido un reto. El ambiente ciclista, sobre todo en modalidades como el ciclismo de montaña, se ha percibido como algo muy masculino. Para mí, el ciclismo representa la lucha de las mujeres por visibilizarse y ocupar las calles, en un mundo donde nos dicen constantemente que no tenemos espacio”, expresó.

De igual forma, destacó que la bicicleta le da libertad, una sensación de autonomía que muchas mujeres, a menudo, no experimentan en otros aspectos de sus vidas, esto desde una edad temprana, lo cual le ha permitido no depender del transporte público o de otros medios.

  “Es una forma de recuperar ese espacio que nos ha sido negado”, comentó.

El ciclismo, para muchas de las mujeres en la marcha, es una forma de reclamar el derecho a moverse por la ciudad sin miedo. En este sentido, Sabrina enfatizó que la movilización no solo tiene que ver con el derecho a utilizar una bicicleta, sino con la libertad de vivir, expresarse y moverse en un contexto donde las mujeres, a menudo, se sienten inseguras en el espacio público.

“No es solo una lucha de tránsito, es una lucha por la libertad de existir como mujeres, de moverse libremente, de expresarse como quieran, de elegir lo que les gusta sin que eso sea cuestionado”, añadió.

Alina, otra de las ciclistas que participó en la marcha, coincidió en que la bicicleta le otorga autonomía:

“Para mí, andar en bici me da poder. Es rápido, puedo ir a donde quiero y no tengo que depender de nadie. Eso me hace sentirme más segura, sobre todo en la ciudad, donde el transporte público no siempre es una opción confiable para las mujeres”.

Sin embargo, las ciclistas también señalaron que, a pesar del creciente número de mujeres que se suman al ciclismo, aún existen graves problemas de infraestructura vial que ponen en riesgo su seguridad.

“Las ciclovías están en mal estado y muchas veces no están conectadas entre sí, lo que hace que sea peligroso para las ciclistas moverse por la ciudad. Además, no hay una cultura vial que nos respete, corremos el riesgo de ser atropelladas por conductores imprudentes”, destacó Alina.

Y a la par Sabrina, puntualizó qiue es necesario mejorar la infraestructura para ciclistas y garantizar que las calles sean seguras para todxs, haciendo ciclovías más eficientes, que den mantenimiento y que dicha infraestructura sea pensada para desplazarse sin miedo:

“Además, necesitamos leyes más estrictas que protejan a las mujeres ciclistas y aseguren que los conductores respeten nuestro espacio”.

Por su parte, Alina destacó la necesidad de que la sociedad y las autoridades trabajen en conjunto para garantizar que las mujeres puedan moverse con libertad y seguridad:

“Las mujeres estamos luchando por nuestros derechos, por nuestra libertad, por la igualdad en las calles. Queremos un entorno seguro para todos, sin importar el género. La bicicleta es solo una forma de visibilizar nuestra lucha, pero el fondo de la cuestión es mucho más grande”, concluyó.

A pesar de los desafíos, las mujeres ciclistas encuentran esperanza en la fuerza del colectivo:

“Lo que me da esperanza es ver cómo cada vez somos más mujeres que nos unimos a la lucha, que nos apoyamos y nos cuidamos entre nosotras. Y también me da esperanza ver que hay hombres que nos apoyan, que nos respetan y nos entienden”, expresó Sabrina.

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Aletse Torres
Aletse Torres
Vivo de café, amo los gatos, no creo en las etiquetas. Desde niña quise ser periodista por Spiderman, me invento unas fotos, cubro cualquier tema con pasión, respeto y verdad.

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