#8M2025
“¿Dónde están lxs desaparecidxs?”, “No estamos todxs, nos faltan lxs desaparecidxs” fueron algunas de las consignas que corearon lxs colectivos de familias buscadoras de Jalisco la tarde del 8 de marzo de 2025.
Esta es la historia de cuatro mujeres que salieron a marchar por las calles en el marco del Día Internacional de la Mujer, para compartir la historia de su familiar desaparecido y, a la par, exigir su regreso a las autoridades.
Textos y fotos por Aletse Torres / @aletse1799
El 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, un grupo de mujeres se unieron en las calles para exigir justicia, visibilidad y, sobre todo, el regreso de sus seres queridos desaparecidos. En una marcha llena de esperanza, rabia y lucha, se escucharon los gritos de quienes siguen buscando a sus hijas, hijos, madres, hermanas y seres amados, ante la indiferencia de las autoridades.
Margarita fue una de ellas. Con la mirada fija en el futuro, ella caminó con una determinación palpable, busca a su hijo, Jorge Armando Arana, quien fue desaparecido el 27 de enero de 2022, hace ya tres años. El caso, que todavía está estancado, se suma a los miles que se han registrado en Jalisco, sin respuesta alguna por parte de la Fiscalia. Sin embargo, no se rinde.

En diciembre de 2022, encontraron lo que podría ser un brazo de su hijo en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses; pese a que reconoció el antebrazo de su hijo, sigue en la espera de los resultados del ADN para confirmar que efectivamente se trata de él.
“Si uno no busca, ellos no buscan”, comentó con frustración, pero también con esperanza.
Para ella, la marcha de hoy es una forma de exigirles a las autoridades que se pongan a trabajar para que todas las personas desaparecidas regresen a su hogar:
“Mi esperanza es que tengan un poco de vergüenza y hagan su trabajo”, dice mientras avanza con su pancarta en mano.
A su lado caminaba Rebeca, quien brinda acompañamiento psicosocial a la madre de Abigail Fernández, desaparecida el 14 de septiembre de 2021, cuando salió de su trabajo en una agencia de automóviles en la Avenida Américas en la colonia Ladrón de Guevara.
La Comisión Estatal de Búsqueda publicó en Facebook que la joven fue localizada sin vida el 25 de julio de 2023, aunque no se precisaron más detalles. Rebeca explicó que aún no ha obtenido justicia el caso.
A pesar de la impotencia que sienten, las mujeres como ella siguen luchando, buscando justicia, aún cuando las respuestas tardan y las promesas se rompen:
“La esperanza es que algún día tomen las medidas necesarias para que no haya más mujeres desaparecidas ni asesinadas”, expresa.
En otra parte de la marcha, Diana Elizabeth Reyes Martínez sostenía una foto de su hija, Cristiane Sánchez Reyes, quien fue sustraída por su padre en agosto de 2022. Cristiane, que en ese entonces tenía solo tres años, sigue desaparecida.
La madre, a pesar de los obstáculos legales y burocráticos, continúa buscando a su hija, apoyada por su familia y amigas. Para ella, la esperanza reside en la promesa que hizo a sí misma: no descansará hasta encontrarla.

“Mi hija es mi fuerza, mi esperanza, y mi lucha. Sin ella, no puedo rendirme”, señala con su voz firme y llena de convicción.
Asimismo, la marcha es un acto de visibilidad y un grito de ayuda, para que su hija regrese a casa y no quede en el olvido. En caso de tener cualquier información sobre el caso, solicita que se comunicmquen al número: 555 3462 516.

Finalmente, Denise Sábalos, de 24 años, busca a su mamá, María de los Ángeles, quien fue desaparecida el 24 de noviembre de 2022, y aunque la Fiscalia tiene abierta una carpeta de investigación, la joven denuncia que las autoridades no han hecho nada.
La investigación sigue parada y las excusas no cesan: “Puras largas”, se queja la madre mientras avanzaba con el contingente moteado y verde. Su presencia este #8M tenía como objetivo: visibilizar el dolor que atraviesa y, por supuesto, mostrar el rostro de su mamá.
Como muchas otras, Denise se niega a rendirse y sigue luchando, recordando que no sólo su madre está desaparecida, sino también muchas otras personas, especialmente mujeres, que han sido víctimas de violencia.
“Exijo que se haga justicia. Las autoridades deben dejar de ignorar a las familias y ponerse a trabajar”, afirma alzando la voz por los miles de desaparecidxs.
Estas mujeres buscadoras marcharon juntas este 8 de marzo, llevando consigo la esperanza de que, algún día, sus amores regresen. Para ellas la acción fue un acto de visibilidad, y también una forma de exigirle al Estado que se haga responsable de la creciente crisis de desapariciones en México, y Jalisco.
A pesar de la rabia y la frustración, la esperanza sigue viva porque para estas buscadoras, la lucha por la justicia y la verdad es la única forma de seguir adelante con sus vidas.