Secreto a voces
Por Rafael Alfaro Izarraraz
Estamos frente al cambio de una época no únicamente de una nación por otra o bien otras (de Estados Unidos por China y Rusia o los BRICS), entendido como una multipolaridad mundial (EU, China y Rusia y la India). Lo que representa la multipolaridad es un momento de transición ante un cambio de época en donde Asia retoma la hegemonía mundial que perdió luego de la conquista de América en 1492 y que abarca un arco temporal de 500 años. Cuánto tiempo durará esta transición de cambio de época pues es difícil predecirlo, algunos establecen el 2030, lo cierto es que desde el punto de vista económico Estados Unidos no cuenta con las materias primas para sostener una ruta de combate en donde el petróleo, aunque importante, el mundo postmoderno está vinculada a la nueva producción sustentada en las tierras raras. Y el capital no tiene patria, diría Marx.
Estados Unidos es sin duda, desde la posguerra, la nación que juega el rol de potencia que arrastra tras de sí a todo occidente. Es su locomotora, la nación líder que jala a todas las naciones de occidente y las lidera en el mundo actual. Pero la debilidad que ha mostrado occidente en lo que debería ser una muestra de vitalidad, la guerra en Ucrania, ha marcado un punto de inflexión de occidente y no sólo de Estados Unidos. La razón es que la debilidad de EU no es como la mostrada por Inglaterra hasta la II Guerra Mundial ante EU, ni tampoco la mostrada por Holanda y Francia ante Inglaterra, confrontaciones en las que se cedían el liderazgo dentro del contexto del dominio establecido por Occidente desde 1492 a la fecha. EU carga con el peso de occidente y no tiene a quien cederle la estafeta.
Desde el arribo de España a las islas de Caribe, Occidente inició la dominación del mundo, la constitución de un sistema mundo colonial, como dice Wallerstein. Occidente fue favorecido por las acciones de una nación, España, que era parte de la periferia europea. El epicentro de aquellos tiempos era la región comprendida por China, la India, Egipto, Mesopotamia, culturas que habían ampliado su dominio hasta el mediterráneo. Al interior de occidente varias naciones encabezaron el liderazgo de esta región que universalizaría la producción capitalista por todo el mundo como modelo cultural. Aunque España y Portugal no aprovecharon las conquistas continentales para hegemonizar a occidente, fue Inglaterra quien se encargó de empujar a occidente como modelo cultural hegemónico a nivel mundial.
Dentro del mismo modelo cultural de occidente Europa ha sido clave porque se encargaron de construir un modelo cultural en tanto que EU se convirtió en la potencia económica y militar a partir de la posguerra y la actualidad. Occidente creó una narrativa cuyo origen se ubica en la cultura griega, que pasa por Europa, Italia, Alemania, Holanda y Francia, para concluir con la hegemonía inglesa y estadounidense en el terreno económico. Ahora bien, este modelo se construyó, ideológica y teóricamente, después de que España y Portugal se empoderan en América y el continente africano y poco a poco alimentaron su riqueza con la empresa militar que llevaron a cabo en esos territorios, lo que dio origen a la modernidad (Dussel).
En otras palabras, Europa no era más que una región económica, militar y culturalmente, de segundo orden, era la periferia de China y la India, potencias económicas interregionales y culturales de antes de la invasión a nuestro continente. A partir de la conquista militar de América, África y Asia, pasa de la periferia a hegemonizar el mundo universalizando el modo de producción sustentado en la industria. Una vez que occidente logró la hegemonía mundial, se convirtió en una potencia cultural al crear una narrativa en la que su origen no se encontraba en el territorio de Europa central, sino en la división mundial que el mismo occidente se auto creó. Su origen fue el mundo helénico que luego se amplió al imperio romano, al germano, inglés y estadounidense.
El punto es que, en la actualidad, Estados Unidos no tiene a quién cederle la estafeta en el panorama de occidente capitalista. Inglaterra tuvo a Estados Unidos, pero ante Estados Unidos no aparece ninguna nación que retome su liderazgo, por lo que se hunde poco a poco en su propia lógica de no encontrar a quién cederle el lugar de nación líder que mantenga a occidente en la punta de la pirámide económica y cultural mundial.
El liderazgo que ha emergido por las mismas entrañas geopolíticas de occidente (Kissinger inició en el siglo pasado la visita a China para posicionarla como una potencia mundial separándose de la antigua URSS), como parte de la geopolítica del siglo pasado y del mundo bipolar, terminó por convertirse en una potencia que, aunque sigue la lógica del capital, se ubica en una lógica cultural, militar y territorial distinta, junto a Rusia de quien EU intentó separar.
Europa, la original fundadora del modelo occidental, su comportamiento, ha demostrado ante la guerra ucraniano-rusa, lo que todo mundo sabía: Europa no renacerá ni será sustituto de los líderes estadounidenses, creando un vacío. Estados Unidos tomó el lugar de Europa desde la posguerra económica y militarmente. Culturalmente, Estados Unidos no puede sustituir a Europa, el occidente original desde el punto de vista de las ideas o ideológico-culturales del progreso. Estados Unidos no tiene culturalmente hablando nada salvo la opción militar. Económica y militarmente ha sido la potencia de la posguerra, sin duda. La defensora de occidente, sin duda. Pero carece de los fundamentos culturales, condición que, por otro lado, el eje chino-ruso poseen como potencias y que es de lo que carece Estados Unidos. Este último país fue incorporado a la ecuación cultural de occidente porque se trató de una acción ideológica sin sustento.
Lo que ha ocurrido en Ucrania muestra las debilidades de Estados Unidos quien ante la falta de otro liderazgo que le ayude a soportar la carga de defender a occidente ha mostrado el peor rostro: soluciones militares a problemas económicos, culturales y de época que le afectan e impiden continuar al frente de occidente. Durante la posguerra Estados Unidospudo soportar el peso que significó la defensa de Estados Unidos, pero más allá de la posguerra no se encontró la solución a un problema que el mismo occidente ha teorizado, todo cambia y nada está quieto, dicen los fundadores filósofos presocráticos de la cultura occidental. Hace apenas unos años Estados Unidos invadía naciones del Caribe, Afganistán, Irak, entre otros, pero ante Ucrania tuvo que recurrir a un aliado y detenerse ante las fronteras con Rusia.
Europa ha sucumbido y la tiene perdida desde hace décadas desde el momento en que entregó el liderazgo a EU. Alemania y Francia han sido potencias del ámbito europeo, pero el liderazgo fue entregado a EU. Cuando han querido disputar la hegemonía a EU, los estadounidenses los dividieron y separaron de Inglaterra, para luego someterlos en una guerra en contra de su principal apoyo energético, que era Rusia. Con el paso del tiempo sus élites han mostrado que al entregar el liderazgo a Estados Unidos han perdido también la brújula política y cultural en todo el mundo. En América Latina y el Caribe, su influencia económica y cultural, ha sido sustituida por China. Ideológicamente viven a la cola de EU y en cuanto a ideas carecen del talento y la personalidad para sobreponerse a la caída en que los ha llevado el cambio epocal.
Existen riesgos ante lo que vivimos. Los cambios epocales universales y no regionales, únicamente hemos vivido, en mi opinión, tres como humanidad: uno, la ocupación del planeta por el sapiens; dos, el ocurrido desde 1492 hasta estos tiempos; el tercero, el que vivimos ahora que significó el fin de occidente y el regreso al eje China-Asia-India, en donde habita la mitad de mujeres y hombres que poblamos el planeta. El contexto actual ha modificado tecnológicamente las disputas epocales, en la primera época únicamente fueron las piedras, la madera y los metales; en la segunda, el uso de la pólvora y los cañones, los caballos y las embarcaciones. Ahora, las guerras son por el espacio aéreo con misiles que pueden trasladar bombas atómicas.
El ofrecimiento de occidente, la libertad, la igualdad y la fraternidad, terminó en un rotundo fracaso y en guerras militares y que pueden llevar a nucleares. Ya no tiene razón de ser…