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Texto y fotografías por Dayra Abigail González Herrera / @dayra__gonzalez
Furia Mexicana, colectiva integrada por mujeres migrantes que residen Barcelona, España, participaron en la marcha anual por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en el país europeo.
La colectiva a cargo de la marcha de este año fue Ca La Dona, una comunidad de acción feminista que ya ha encabezado otros movimientos y eventos en torno al tema.
La manifestación inició a las 18:30 horas en el Passeig de Gràcia con Diagonal. A diferencia de otros años, en esta se inició con la lectura del manifiesto y parlamentos. A continuación, a las 19:35 horas dio inicio la marcha en sí. La línea general fue: “La vergüenza y el miedo para los agresores”, terminando el recorrido en Passeig de Gràcia con Gran Via.
A comparación de marchas previas, ésta destacó por la multiplicidad de mujeres y el reconocimiento que se les dio a cada una. Mujeres migrantes, trabajadoras en los cuidados del hogar, mujeres trans, víctimas de quitas de custodia, artistas, trabajadoras sexuales, mujeres racializadas, representantes de Ucrania, Irán, Líbano, Palestina… marcharon juntas.
Este año fue el primero en el que se reconoció e incluyó a las mujeres que usan drogas y sufrieron violencia. Generalmente estas mujeres se encuentran en situación de calle y son nuerodiversas, por lo que se les ha ignorado. Este año se hizo una mención hacia ellas.
Respecto a esto, una de las integrantes de Furia Mexicana, Patricia Gutierréz, compartió su experiencia tanto de la marcha, como de esta vivencia en particular.
Patricia es una mexicana que reside en Barcelona y ha marchado en diversas ocasiones con la colectiva Furia Mexicana. También es parte de Metzineres, una cooperativa sin ánimo de lucro, creada hace 7 años, y con una perspectiva desde la reducción de años hacia este sector. Con experiencia en lo educativo, ella se desempeña desde hace 8 meses como integradora social y brinda acompañamiento a esta población de mujeres.
Con este antecedente, Patricia habló sobre cómo la estigmatización y vulnerabilidad que enfrentan, muchas veces las hace “invisibles” al resto de la sociedad. Aunque en otras marchas se ha hablado del “abanico de mujeres” hay muchos grupos que no son contemplados, aseguró. Sin embargo, destacó el progreso que representa para estas mujeres ser nombradas, avanzando en la integración de grupos disidentes que no siempre son nombrados.
No se cambia lo que no se habla, y “lo que no se habla no existe”.
La agrupación mexicana portó carteles con las cifras sobre los casos de feminicidios, violencias y abusos hacia las mujeres en México, causando, como en otras ocasiones, un gran desconcierto sobre esta violencia. Algunas personas o propias mujeres de la marcha se acercaron a pedir fotos sobre estos carteles. Este interés por compartir otras realidades es parte de las maneras de sensibilizar y visibilizar la problemática actual.
Furia Mexicana mencionó que ser parte de estas marchas, les permiten expresarse, sentirse y ser parte de una comunidad en las que se agrupan, cobijan y soportan entre ellas “te hace sentir como nos entretejemos las mujeres”.
Tal como en marchas pasadas, al inicio se evidenció la realidad local, el contexto de diversas regiones de Cataluña, las problemáticas en Valencia y otras partes de España. Sin embargo, esta marcha fue considerada una marcha reivindicativa, pues se han integrado a grupos fuera de la blanquitud. El feminismo blanco se ha descentralizado, y ahora se presenta un panorama mucho más inclusivo en el que se reconoce y valoriza a todas las mujeres.
Hoy existe un espacio creciente en el que se da un paso más para reconocer historias tan distintas.