Dulce González, la mexicana y repostera que conquistó Barcelona con su pan de muerto

Dulce González es la repostera que ha conquistado los paladares europeos y mexicanos en Barcelona, España con su panadería Casa Dulce. Tras su exitosa venta de más de 800 piezas del tradicional pan de muerto, los medios de comunicación españoles la han nombrado como una de las “joyas de la pastelería en Barcelona”. 

Su experiencia como mujer mexicana en el extranjero la ha llevado a resistir en una industria dominada por hombres y en un país con tradiciones y culturas diferentes a las suyas. La terquedad y paciencia, reconoce, han sido claves en su éxito como mujer migrante emprendedora.

Por Karen García / @karen_gdlt 

Fotografías cortesía Casa Dulce 

La panadería tradicional mexicana como las conchas, los puerquitos de piloncillo y el pan de muerto está conquistando el paladar europeo gracias a la pastelería Casa Dulce, en Barcelona España. 

Dulce González, dueña y repostera de este emprendimiento, causó furor este 2 de noviembre, Día de muertos, en Barcelona, España; pues logró vender más de 800 panes de muerto en un país cuya cultura y riqueza gastronómica es distinta a la mexicana. 

En entrevista para ZonaDocs, Dulce aseguró estar orgullosa y sorprendida por su éxito. Todo empezó como un hobbie. Los inicios de su emprendimiento tienen origen en su pequeño departamento, donde apenas, en el primer año, logró vender 70 panes. Después, logró conseguir un local propio cercano a la iglesia de la Sagrada Familia y tras abrir las puertas de su negocio el 27 de julio, las ventas fueron en aumento. Desde entonces ha vendido más de 3 mil panes tradicionales mexicanos. 

Sin embargo, Dulce no esperaba que, en la celebración del tradicional Día de muertos mexicano, la demanda fuera tan alta, con inmensas filas que daban la vuelta a su negocio. Por lo que, de contratar a 4 personas para empezar, su equipo terminó conformándose por 8 personas para “dar abasto”. 

“Una cosa es trabajar a puerta cerrada y otra cosa es estar abierta al público. Yo no sabía la magnitud de la diferencia, porque antes era periodista y ahora soy pastelera; pero sin experiencia en el negocio ni nada de eso. En mi vida, me imaginé que pasaría de 70 panes a 900. Ya es una locura. Si la Dulce de ese tiempo le hubieran dicho que iba a ser 900 en un día pues se reiría, honestamente.”, expresó. 

Dulce, narra cómo fue aquel día inimaginado, cuando “todo se empezó a descontrolar” dentro de su panadería:

“Empezó a llegar gente desde las 7:30 de la mañana y yo abro a las 10 de la mañana. Llegaron bien temprano, esperaban por horas para comprar pan y eso jamás me lo imaginé en la vida para serte honesta.”, explicó Dulce.

Casa Dulce, produjo y vendió, sólo en el mes de octubre, alrededor de 4 mil panes tanto al público en general como al consulado mexicano. 

La gran demanda de sus productos fue una experiencia agridulce para Dulce y su equipo, ya que se enfrentó con personas que amablemente esperaban por horas en la fila para consumir el Pan de muerto, aun cuando la producción se terminaba y tenían que comenzar a producir una nueva “tanda”. Pero, también atendió a personas que de manera impaciente y grosera le reclamaban las horas en las líneas, mencionando que era “inconsciente”, que “se levantara más temprano para hornear”. 

El furor por el tradicional Pan de muerto se dio gracias a diversos factores, como el sabor de sus productos, la promoción por medio de sus redes sociales, colaboraciones con reposteros reconocidos en Europa como John Cake, con quien realizó una combinación de tarta de queso vasca y pan de muerto. Igualmente, llamó la atención de medios como La Vanguardia y El Periódico, quienes la compraban con pastelerías francesas y terminaron nombrándole como una de las joyas de la pastelería en Barcelona”. 

“Me llena de orgullo mostrar en Europa que somos más que tacos, que tenemos también panadería con otro tipo de estilos, otro tipo de ingredientes, desde mi punto de vista, más divertida. Y que lo comparen con eso, yo estaba rayada.”, expresó. 

El 90% de clientes de Casa Dulce son personas mexicanas que como Dulce radican en España. Este es un aspecto que la repostera considera como fundamental para que la población catalana que quiere probar comida mexicana, lleguen a su emprendimiento. Es por esto que le sorprendió que durante ese día se acercaran no sólo sus connacionales, sino personas locales, pues Dulce menciona que suelen ser “muy cerrados” en cuestión gastronómica. 

“Había una señora que iba con un tanque de oxígeno y cuando yo recién abrí la señora se metió a mi local y me dijo: “Oye, te voy a comprar algo, pero porque me da mucha lástima de que siempre que paso no hay nadie y pues para que vendas algo.”, pero al ver las filas enormes que se hacían durante ese día, se formó y le pidió disculpas a la repostera por lo que le había dicho anteriormente y la felicitó:

“Ahora que lo veo varias semanas después, pues ya digo tú, sí, mira, fue un gran logro, porque a veces no lo dimensionamos, estás ahí adentro con el día a día y no, no te das cuenta.”, comentó Dulce González. 

Resistir, emprender y migrar como mujer mexicana

Dulce González migró a Barcelona, España desde hace 6 años con la intención de estudiar periodismo gastronómico; se formó como periodista en México y tras realizar periodismo de investigación con temas como lavado de dinero, política y tráfico de animales, la inseguridad y violencia que enfrentan los periodistas en el país, llevó a que su madre la alentara a mudarse para estudiar aquello que siempre deseó. 

Al llegar a Barcelona el curso fue cancelado por no alcanzar el cupo de personas que se requerían. Esto no detuvo a Dulce, ya que su amor por la gastronomía la llevó a inscribirse a un taller de alta cocina, en el que por su gran desempeño logró obtener una beca del 100% en pastelería. 

Como mujer migrante, Dulce se ha enfrentado a desafíos como la pandemia del COVID-19 lejos de su familia, la compleja burocracia europea y la dificultad de encontrar un hogar. Ha tenido que lidiar también con el racismo y discriminación por ser latina. Sin embargo, gracias a la ayuda de su novio, quien es europeo, las inmobiliarias comenzaron a rentarle a Dulce. 

Cuando Casa Dulce comenzó a crecer y con ella la búsqueda de un lugar donde establecerse, la situación fue opuesta. Pues al sur de Barcelona, cerca de la iglesia de la Sagrada Familia, encontró un lugar en el que los arrendatarios buscaban rentarle solo a personas latinoamericanas, ya que con ellas habían tenido muy buenas experiencias. 

“Menos mal que es a la inversa, porque ya me tocó muchos que te discriminan por ser latina, por ser mexicana, mujer y luego migrante. En una industria, que aparte es muy machista, que es la pastelería.”, contó Dulce. 

Durante su recorrido como una mujer migrante, ha encontrado redes de apoyo feministas, como lo son la agrupación Furia Mexicana, una colectiva que visibiliza y concientiza la violencia machista y feminicida en México desde Barcelona, España. Dulce explica que ellas han sido sus clientas desde el inicio. 

“Está padre tener una red de apoyo en la que pues sé que puedo contar con alguien. Porque realmente estar sola en el extranjero, aunque tenga pareja, no es lo mismo. Nadie te va a entender por todo lo que pasas si no ha sido migrante”, expresó. 

En cuanto a su experiencia como mujer y migrante la describe como un “volver a nacer”: 

“A seis años después, te puedo decir que no me arrepiento. Pero si esta entrevista hubiera sido hace dos o tres años, yo creo que te hubiera dicho, me arrepiento por completo. Pero es verdad que lo que uno cosecha por años, tarde o temprano te va a rendir frutos, pero hay que ser paciente y constante y persistente.”, concluyó. 

 

Finalmente, Dulce regala un consejo a mujeres que, como ella, son migrantes y quieren emprender. Las llama a no rendirse y a animarse a hacer lo que quieren hacer “sin tener ningún plan b”:

“Mi mentalidad siempre ha sido de “no hay plan B”. Es o es. Y le buscas y le das vueltas hasta que lo logras. No ha sido fácil, la verdad es que le lloras mucho porque es muy frustrante a veces.”, explicó Dulce, sin embargo, lo que la ha llevado a lograr sus sueños es la terquedad que la caracteriza y su paciencia. 

Comparte

Karen Garcia
Karen Garcia
Fotógrafa y periodista en proceso. Fiel creyente de que el amor y la ternura son revolucionarios. Quiero contar historias que defiendan los derechos humanos y tengan un impacto en la estructura de la sociedad.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Quizás también te interese leer