Manos Libres
Por Francisco Macías Medina / @pacommedina (X) / @FranciscoMacias (TG)
Cuando se defiende se necesita contar con una postura sobre lo que se discute, la que basamos en lo que somos, lo que conocemos y nuestras experiencias, hasta lo que sentimos, porque en muchas ocasiones lo que percibimos es lo que nos hace tomar decisiones.
Cuando se trata de lo justo e injusto, nos conectamos con lo que queremos y deseamos, con lo que podemos hacer en nuestra propia vida como comunidad. Bentham ponía el ejemplo maravilloso de que no sabemos como se fabrican los zapatos, pero si como nos quedan.
Lo injusto se siente y cuando los hechos taladran las capacidades que tienen relación con nuestra dignidad, siempre hay personas y grupos de personas que deciden precisamente poner a un límite a lo injusto.
Así surgió en Acteal el grupo de “Las Abejas”, quienes frente a una masacre en su comunidad decidieron en vez de vivir con el dolor y el sentimiento de venganza, reconstruir con la no violencia.
El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad emergió cuando el dolor de miles de personas en lo individual se dio cuenta que era colectivo por las desapariciones y asesinatos, su caminar por todo el país, su fuerza de palabra y exigencias, permitieron que nos diéramos cuenta del horror y de esa manera limitar el accionar de muerte de la autoridad en la guerra contra el narco.
Hay otras personas defensoras que motivan a la movilización, expresan exigencias y críticas porque son útiles para darnos cuenta de lo que falta en garantizar y proteger los derechos.
El discurso de los derechos humanos expresados en las salas de poder, leyes e incluso en boletines de autoridades policiacas, nos confunde porque se convierte en un instrumento del cual el poder sabe apropiárselo, lo que queda claro es que los derechos no son un pronunciamiento sino las acciones que favorecen lo que sentimos, queremos y podemos en favor de la dignidad de las personas.
Abraham Alejandro Gobel, presidía la Asociación de Talleres para las Emisiones y Reparaciones Vehiculares, se pronunció siempre en contra del actual sistema de verificación vehicular por considerarlo recaudatorio y distante en realidad de la obligación de quienes manejan un automotor con el medio ambiente.
Murió asesinado cuando intentaba vender una motocicleta, sin embargo la respuesta del Gobierno de Jalisco fue escueta en el sentido del contexto de su deceso y su activismo, por ello varias personas y colectivos realizaron una vigilia donde exigieron el esclarecimiento y justicia para él su familia.
Lo escueto es una forma más de restricción al derecho a defender los derechos humanos por parte de las autoridades, ya que implica una falta de reconocimiento sobre su labor. Un gobierno democrático hubiera lamentado su asesinato y se hubiera comprometido al pronto esclarecimiento.
El Centro Mexicano por el Derecho Ambiental documentó que durante 2023 existieron 123 eventos de agresión en contra de defensores ambientales y 20 asesinatos. En lo que va del sexenio de Enrique Alfaro, han ocurrido ocho asesinato de activistas relacionados con la vida y el territorio.
Gobel, solamente exigía que una medida propuesta tuviera realmente implicaciones para la salud y la vida de las personas, con su asesinato se silencia una voz que además nos recordaba que pueden existir muchas medidas o políticas, pero no todas ellas guardan relación con los derechos humanos, aunque se expresen así, ya que éstos son irrenunciables y generan obligaciones las cuales no son visibles en su cumplimiento por parte del Gobierno de Jalisco.
Es un buen momento para recordar que todas las personas tenemos el derecho y la obligación para promover, proteger y luchar por los derechos humanos, ya sea de forma individual o en asociación con otros u otras.
Recabar información, recibirla, manifestarse, denunciar y debatir sobre los derechos humanos tendría que ser un ejercicio cotidiano al cual las autoridades deberían de dar respuesta, si es que quieren hacer visible el tan mencionado el derecho a la “participación ciudadana” que tanto han mencionado.
Por lo que en este caso deberá de existir una justicia pronta y completa, donde se incluya el contexto de la defensa a los derechos humanos que realizaba Gobel, sin dar oportunidad a la revictimización ni etiquetas que solo buscan reducir el peso del cumplimiento para la Fiscalía.
Las personas defensoras le faltan a la sociedad y nos faltan a todos para recordarnos que los derechos humanos existen.