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Esta película de Leonor Maldonado retrata la historia de un grupo de danzantes que, ante el incremento de las muertes y desapariciones en su ciudad, utilizan el arte como una ruta de escape
Texto: Andi Pastrana / Pie de Página
Foto: Tomada del trailer oficial
Dirigida por Leonor Maldonado, esta es la historia de un grupo de danzantes en Matamoros, Tamaulipas, una de las regiones afectadas por la narcoviolencia del país.
En el ejido 20 se encuentra un colectivo de gente que utiliza la danza como ruta de escape ante el incremento de las muertes y desapariciones. Entre ellos se encuentra Rodrigo, que es uno de los fundadores de la agrupación y es quien nos guía en la mayoría del relato.
Nos habla de los orígenes del grupo y cómo este ha ido evolucionando conforme lo ha hecho también la violencia. En su inicio, eran él junto con unos amigos de su colonia que se juntaban para improvisar y bailar; con el tiempo, fueron cada vez más los que se unieron golpeando la tierra y los tambores con el propósito de despejarse y expresarse colectivamente a través de la música.
Vivir en esa constante situación de alerta genera una incertidumbre acompañada de todo tipo de emociones que es necesario sacar para poder sobrellevar la situación. Entonces el arte se vuelve algo fundamental, pues es una forma de externar todo lo que venimos cargando; es la expresión de lo que somos y una manera de resignificar nuestro sentir. El arte es la muestra de que somos sensibles y diversos, es por ello que no hay un modelo definido sobre cómo hacerlo pues arte es todo aquello que transmita una emoción.
La expresión de estos hombres se hace presente en la música. Convierten el enojo y la tristeza en saltos y tamborazos, bailando con la fuerza de sus sentimientos.
Aquella es una de las razones por las que todos se toman tan en serio la danza. No lo hacen por dinero ni por seguir órdenes de nadie, se organizan por su propia voluntad, por mera pasión y eso se siente al verlos tanto ensayando como presentándose. En toda su vida está presente de alguna forma la danza.
Además, podemos ver que no se juntan únicamente por la música en sí sino también por los vínculos formados gracias a esta.
El colectivo se ha convertido en parte fundamental de sus cotidianidades debido a que igualmente se volvió una fuerte red de apoyo, en la cual todos se unen entendiendo lo que es habitar ahí y comprendiendo la relevancia que tienen las presentaciones para los demás. Son compañeros de vida, que interpretan las situaciones de un modo en que ningún externo lo puede hacer. Esto es otro motor de fuerza para seguir ante las agresiones, saben que no están solos. Cuando el miedo gobierna, la colectividad se vuelve revolucionaria.
Lo único que ha quebrantado al colectivo, en cierta medida, ha sido la misma violencia. Entre desapariciones, asesinatos y desplazamientos, han presenciado la ausencia de varios de sus compañeros; no obstante, eso no quita el hecho que la música siga presente en sus vidas como medio de expresión, atesorando siempre a la agrupación. Pero así como muchos se han ido, muchos también se han sumado, en un ciclo que mantiene la esperanza.
Por otra parte, la cinta también nos muestra cómo las creencias religiosas sirven también como un soporte para la comunidad. La gente necesita algo en qué aferrarse, algo en qué tener fe, ya que la situación política se ha encargado de acabar con lo que nos puede dar ánimos.
Entre la ola de violencia y la vida migrante que implica existir en la frontera, a la gente de Matamoros no le ha quedado más que sostenerse con lo que tienen, que no es más que su espíritu.
Politizaron sus voces y sus cuerpos, ocupándose como herramienta para sacar sus preocupaciones y así, resistir, que es lo que les queda.
Igualmente, cambiaron el ánimo dentro de su entorno. Los niños ya no ven solo a los grupos armados porque también ven a sus padres danzando, cantando y tocando. Cambian la forma de recibir la violencia y por lo tanto, abren camino a que futuras generaciones vean otras vías para no bajar l guardia y exigir un mundo mejor.
M20 / Matamoros Ejido 20 está disponible en la Cineteca Nacional y en algunas salas Cinemex.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.