#HastaEncontrarles
En el marco de su tercer aniversario, el colectivo “Luz de Esperanza” realizó una acción de recaudación de fondos para continuar con la búsqueda de sus seres queridos y, a la par, continuar como un símbolo de la lucha constante de todas las familias buscadoras de Jalisco.
Textos y fotos por Aletse Torres / @aletsetorres99
“Las horas, minutos y segundos son incontables para el intenso dolor de cada uno de nosotros, pero hemos encontrado momentos de alegría en la adversidad”, afirmó Héctor Flores, uno de los coordinadores de Luz de Esperanza, colectivo de búsqueda de personas desaparecidas que conmemoró su tercer aniversario, la tarde de 6 de octubre de 2024, en el parque “La Calma” de Zapopan.
En este espacio público, además, de la constante pega de fichas de sus amores desaparecidos también realizaron una recaudación de fondos para continuar con sus procesos de búsqueda, pues todo los recursos que emplean para localizar a las más de 15 mil personas que han sido desaparecidas en el estado, provienen de sus integrantes y de la ayuda solidaria que reciben de la ciudadanía.
A través de la venta de comida, las familias buscadoras también buscaron compartir la esperanza y la unidad que les ha permitido tener templanza y fuerza, sensaciones que buscaron compartir con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sobre la gravedad de las desapariciones en el estado y la necesidad de apoyo para todas las personas que les buscan.
Héctor Flores -quien busca a su hijo Daniel Flores Hernández, desaparecido el 18 de mayo de 2021 en la colonia Vallarta en Guadalajara- explicó que no sólo celebran tres años de resistencia, sino también la creación de nuevas familias unidas por la causa.
El buscador compartió los desafíos que han enfrentado durante estos años de lucha por la justicia y la búsqueda de sus seres queridos, siendo uno los más reiterativos, la actitud de las autoridades han sido un obstáculo significativo.
Héctor Flores señaló que han experimentado una violencia institucional que se manifiesta desde el Congreso hasta el Poder Ejecutivo, lo que afecta tanto la atención a las familias como el avance en las investigaciones.
“El principal reto ha sido lograr la empatía de las autoridades. Desde el inicio, hemos intentado presentar nuestras exigencias, pero esa conexión nunca se ha logrado por completo. Nos enfrentamos a una política de Estado que, aunque no prohíbe abiertamente la difusión del tema, sí inhibe su tratamiento y atención”.
Y pese a que el colectivo Luz de Esperanza cuenta con, al menos, 500 familias que buscan a sus seres queridos, sólo 180 se unieron tras el último aniversario.
Jalisco cuenta con un registro oficial de 14 mil 953 personas desaparecidas, lo que lo posiciona como el estado número uno a nivel nacional, esto de acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) de la Secretaría de Gobernación.
Pese a este panorama, Luz de Esperanza ha alcanzado algunos logros que “aunque son sutiles, han sido significativos”; al respecto, Héctor Flores, explicó que tras un año de diálogo con las autoridades, lograron establecer un apoyo mínimo de 100 pesos para el transporte de las familias que participan en las búsquedas.
Además, han conseguido mayor difusión de las cédulas de búsqueda en el transporte público y un incremento en la apertura de la Comisión de Búsqueda. Ademad también se implementaron medidas de seguridad, como la entrega de botones de pánico para las familias en riesgo, facilitando así el acceso a la protección sin que tuvieran que enfrentarse a procesos legales complejos.
Otro logro notable fue la posibilidad para algunas madres del colectivo de registrar a sus hijos con el apellido de sus parejas desaparecidas, un paso importante en su proceso de sanación.
“Si bien, el camino es largo y las fallas institucionales siguen presentes, hemos avanzado en la lucha por nuestros seres queridos. Cada pequeño logro es un paso hacia la justicia”, concluyó Héctor Flores.
Historias de búsqueda y esperanza
Como parte de la conmemoración de su tercer aniversario, instalaron un puesto con comida y otros artículos para recaudar fondos. Y mientras algunas y algunos de los integrantes preparaban los tacos, las papas, la fruta y diversas bebidas, otra parte del colectivo alistaba los “juegos” de las fichas de búsqueda para pegarlas, como lo hacen cada fin de semana desde hace casi tres años.
En esta ocasión, tomaron las vallas metálicas que rodean la Glorieta “La Calma” con el propósito de que quienes transitan la ciudad las observen y les provean información sobre su paradero -sí es que cuentan con ella-.
En esta acción también estuvo presente la familia de Francisco Alberto, quien fue desaparecido el 2 de noviembre de 2023 en el Cerro del Gargantillo, en Tomatlán, Jalisco.
“Ese mismo día comenzamos una búsqueda que duró aproximadamente diez días. Revisamos el cerro y otros cuatro colindantes, pero no encontramos ninguna pista: ni rastro de él, ni sangre, ni un cuerpo. Hasta la fecha, no hemos tenido ninguna razón para mantener la esperanza” relató su hermano, Víctor Hugo.
Desde entonces, no se han registrado avances en el caso, ya que la oficina de la Fiscalía de Jalisco en Puerto Vallarta -instancia que lleva el caso- ha obstaculizado la investigación. Ha sido la propia familia quien ha tomado la iniciativa y realizado los esfuerzos necesarios para avanzar en la búsqueda de Francisco.
“No solicitamos nada fuera de lo común, solo que hagan lo que les corresponde y que realmente se comprometan con la investigación de los casos. No queremos que nos nieguen la ayuda que necesitamos”.
En la conmemoración también se habló sobre el significado de buscar apoyo en los colectivos de familias de desaparecidos, espacios donde es posible encontrar una “segunda familia”, misma que les ha proporcionado información y ánimos para seguir en la búsqueda de su hermano.
En el evento también se hizo presente Héctor, padre de Héctor Adrián Águila Corona, quien fue desaparecido el 21 de julio de 2023 en Jardines de San José, Zapopan. Ha transcurrido ya más de un año sin que su familia tenga noticias sobre su paradero.
Desde hace seis meses, el padre se unió al colectivo, y pese al dolor y a los escenarios que se ha enfrentado, el amor por su hijo mayor ha sido el motor para seguir en la lucha.
“Al principio, no queríamos enfrentar esa realidad, pero la empatía que se siente al compartir el mismo sufrimiento con otros es un alivio. Todos estamos pagando un alto costo físico y emocional por esta situación”, expresó.
Héctor Adrián espera que el nuevo gobierno estatal tome medidas efectivas en la búsqueda de personas desaparecidas y haga visible el caso de su hijo, así como el de todas y todos los “tesoros” desaparecidos.
Conforme avanzó la tarde, las familias se organizaron para llamar la atención del resto de la comunidad, a quienes invitaron para que conocieran los rostros de sus seres queridos y para que supieran por qué los buscan.
Junto al puesto de comida se encontraba María de Jesús González, quien busca a su hijo, Ricardo Cepeda González, quien fue desaparecido el 22 de septiembre de 2022 en su casa, ubicada en la colonia Polanco en Guadalajara.
Desde su desaparición, María ha llevado a las autoridades “muchísima” información, incluyendo nombres, fotografías y direcciones de las personas involucradas en el caso. A pesar de que existe una orden de aprehensión, no ha habido avances significativos en la investigación.
“La orden de aprehensión lleva casi dos años y no hemos visto resultados”, lamentó María.
A lo largo de estos casi dos años, María ha estado activa en el colectivo, y desde que su hijo fue desaparecido, Luz de Esperanza se ha convertido en “una segunda familia” para ella. Gracias a su apoyo, ha aprendido a manejar el caso y, a la par, a conocer sus derechos.
“El colectivo me ha dado apoyo emocional, e información sobre mis derechos y procedimientos. Con ellos me siento respaldada y sé que estoy haciendo algo por mi hijo”, compartió la madre.
Cada octubre, en el marco de su aniversario, Luz de Esperanza busca conmemorar el espíritu de búsqueda y sororidad que ha marcado su trayecto, para ellas y ellos todo esto es un recordatorio para no rendirse hasta que todas las personas desaparecidas sean encontradas.
¿Cómo podemos apoyar a las familias buscadoras de Luz de Esperanza?
El colectivo busca apoyo a través de donaciones económicas y en especie. Las donaciones pueden incluir cintas, guantes, bloqueador solar, líquidos y alimentos. Todos estos recursos son esenciales para llevar a cabo sus actividades y movilizaciones.
También, aceptan ropa y otros artículos, no solo para las familias de personas desaparecidas, sino también para aquellas de escasos recursos que no tienen un ser querido desaparecido.
Puedes contactarles en redes sociales “@Colectivo Luz de esperanza”.
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