¿Cuáles son los sentipensares de la juventud a 10 años de la desaparición forzada de los 43 Normalistas de Ayotzinapa?

#NosFaltan43

Este 26 de septiembre de 2024 se conmemoran 10 años de la desaparición forzada de los 43 normalistas de la Escuela Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa; la búsqueda emprendida por sus familias y por una parte importante de la sociedad mexicana colocó la mirada no sólo en la localización de los jóvenes sino también en las más de 115 mil personas desaparecidas que existen en todo México.

¿Qué piensan las y los jóvenes sobre la desaparición de los 43 normalistas? ¿Cómo reflexionan sobre las desapariciones que ocurren en México? ¿Y qué sensaciones les provoca que, lamentablemente, las juventudes sean las principales víctimas de desaparición en el país?

Por Alondra Angel Rodriguez  / @AlondraAngelRo

La madrugada del 26 de septiembre de 2014, los estudiantes -de entre 17 y 25 años- de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, se dirigían a Iguala, a una manifestación en conmemoración de la represión cometida contra la comunidad estudiantil, el 2 de octubre de 1968. Para poder hacerlo recurrían a la toma de autobuses y, si bien esto ya resultaba habitual para empresas y autoridades, aquel día se tornaron confusas y violentas.

Policías municipales de Iguala y Cocula en colaboración con otras corporaciones e integrantes del crimen organizado atacaron a los estudiantes para impedir que los autobuses que habían tomado salieran de la ciudad. Con violencia y en total impunidad no sólo se logró detener los cinco autobuses, sino que además se desapareció a 43 normalistas para ser entregados al grupo criminal Guerreros Unidos, cártel que domina una parte del estado de Guerrero a través del control de agentes de gobierno, quienes forman parte de su estructura criminal.

Desde entonces, el paradero de los 43 normalistas es desconocido y las demandas de búsqueda y justicia son encabezadas por sus madres y padres, así como por sus compañeros normalistas.

Lamentablemente, aquel 26 de septiembre, también se dieron otras agresiones contra otros normalistas y la población en general, pues la represión comandada por Guerreros Unidos, de acuerdo a las investigaciones realizadas por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), incluyeron también las lesiones a 40 personas, la ejecución extrajudicial de seis personas, entre ellas tres normalistas, uno de ellos (Julio César Mondragón), incluso, fue localizado un día después en un espacio inhabitado con muestras claras de tortura.

“En total, más de 180 personas fueron víctimas directas de violaciones a derechos humanos esa noche y alrededor de 700 personas resultaron víctimas indirectas, considerando a los familiares de los agraviados”, precisa el informe del Centro Prodh. 

La desaparición de los 43 normalistas ha sido un precedente icónico en torno a la respuesta que el Estado Mexicano ante casos de desaparición, tanto es así que el 18 de noviembre de 2014 se creó el Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI), por medio de un acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y las familias de las víctimas.

Su misión era proporcionar asistencia para la búsqueda de los 43 normalistas que fueron desaparecidos, pero también investigar a fondo el caso con el objetivo de acceder a la verdad, con lo que se podrían sancionar a los responsables de estos crímenes de lesa humanidad. 

Lamentablemente, los tres informes elaborados por el GIEI no tuvieron eco en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien desestimó las denuncias realizadas y se negó a aceptar la participación de la milicia mexicana en los hechos.

Además, para resolver el caso también se crearon otras instituciones como la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa (COVAJ); ninguna de las dos instancia ha dado los resultados esperados y la promesa de López Obrador de resolver el caso antes del final de su sexenio, no se cumplió.

Si bien, se dio una gran movilización social en todo el país y diversos organismos de derechos humanos presentaron análisis e investigaciones, este 26 de septiembre de 2024 se cumplen 10 años de la desaparición de lo 43 normalistas y, lamentablemente, no ha existido una investigación seria del Estado Mexicano para esclarecer qué pasó aquella madrugada del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero. 

Y, por consecuencia, la“verdad histórica” planteada por el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto, sigue vigente en el imaginario social sobre este caso. En esa “verdad” se concluyó que el grupo Guerreros Unidos confundió a los estudiantes con sus enemigos, lo que propició que éstos fueran desaparecidos, ejecutados, incinerados y, posteriormente, arrojados sus restos a un río y un basurero. 

En esta versión se deslinda completamente la participación de mandos militares, así como de civiles y policías municipales en el caso, la cual fue y ha sido una de las principales líneas de investigación que exigen las madres y padres de los 43. 

En el gobierno de López Obrador, los avances más significativos han sido la detención del exprocurador general, Jesús Murillo Karam, la aprehensión de los militares Gustavo Rodríguez de la Cruz, Omar Torres Marquillo, Juan Andrés Flores Lagunes, Ramiro Manzanares Sanabria, Roberto de los Santos Eduviges, Eloy Estrada Díaz, Uri Yashiel Reyes Lazos y Juan Sotelo Díaz; así como la detención alrededor de 100 personas más, entre presuntos delincuentes, funcionarios y agentes policíacos.

Sin embargo, esto no ha llevado ni a la verdad ni a la localización de los 43 normalistas, lo que ha permitido que, por falta de pruebas, se hayan dado liberaciones provisionales, como las ocurridas en mayo de 2024, fecha en que 8 de los 20 miembros del ejército detenidos fueron liberados. Y aunque existen nuevas órdenes de aprehensión, aún no hay condenas para ningún implicado.

#IlustradoresConAyotzinapa

¿Qué piensan las juventudes sobre Ayotzinapa y sobre las desapariciones que afectan a su generación?

De acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México existen 115 mil personas desaparecidas, lo que significa que durante los últimos tres sexenios fueron desaparecidas 16 personas por día. 

Lo anterior se agravó en el actual sexenio, pues de acuerdo a información del sitio Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en el sexenio de López Obrador, 26 personas fueron desaparecidas cada día; cifra que rebasa las 16 en el sexenio de Enrique Peña Nieto y las 8 ocurridas en la administración de Felipe Calderón.

De todas estas víctimas de desaparición, el 46% son personas entre los 14 y 29 años de edad; por ello, salimos a preguntar a las juventudes cómo recuerdan la desaparición de los 43 normalistas, pero sobre todo cuáles son sus sentipensares respecto de la marca que están dejando las desapariciones en su generación.

“Hablando de responsabilidades tenemos que sumarnos a esta lucha y exigir el esclarecimiento del caso Al tener una cifra de más de 100 mil desaparecidos en el país y tampoco ha mostrado justicia tendríamos que hacer énfasis en esto que nos marca y tristemente nos identifica como país, tener tantas personas desaparecidas”, expresó Miguel.

“Este caso me pone a pensar cómo millones de mexicanos, familiares, amigos o simplemente sus conocidos se sienten al tener un familiar desaparecido. El dolor, la impotencia e incertidumbre que terminará sólo cuando sepan qué pasó con ellos o cuando eventualmente fallezcan sin saber qué pasó”, comentó Emiliano.

“Es súper fuerte y turbio ese tema… y es increíble que, a la fecha, no se haya dado la verdad… porque se sabe que el gobierno y el crimen organizado estuvieron coludidos. Es algo que te hace preguntarte en qué tipo de país vivimos, y cuestionarte en quién realmente confiar. Es frustrante que después de tantos años, las familias sigan sin saber la verdad. Al final, esto nos afecta a todos porque esos estudiantes bien pudieron ser cualquiera de nosotros, luchando por algo justo, y terminaron siendo víctimas de una injusticia”, expresó Saúl.

“Creo que el caso Ayotzinapa fue para muchos, no solamente para las familias el quiebre. Significa toda la desesperanza, la resignación hacia la clase política, la rabia, pero también el medio para quienes actualmente luchan por un cambio, el que sea” expresó Aitana.

“Cómo jóvenes estudiantes siempre estamos corriendo riesgo porque siempre ha existido esta violencia para con nosotros. El gobierno de México, la corrupción siempre ha silenciado nuestro derecho a educarnos, pensar diferente, crear y analizar diferente a lo que se nos norma de manera tan violenta”, expresó Elizabeth.

“Me causa mucho dolor que se viva tanta corrupción e inseguridad en el país y que no puedas confiar ni en las instituciones que son que se encargan de cuidarnos. Aunque ya han pasado 10 años sigue habiendo muchas inconsistencias y no se ha llegado a una verdad absoluta”, comentó Cristian.

Ante este panorama para las y los jóvenes consultados resulta agobiante el futuro en materia de justicia y desapariciones… 

“Que se cumplan 10 años de que estudiantes organizados fueran a exigir justicia por algo que pasó hace más tiempo y no haya resoluciones me llena de frustración, rabia y coraje y mi cabeza no alcanza a dimensionar la crueldad y la inhumanidad por parte del Estado para tener represalias contra estudiantes que estaban exigiendo condiciones dignas de entrada y ejerciendo su derecho a manifestarse”, expresó Miguel.

“Fue un acontecimiento que ejemplifica lo peor de los gobiernos en México, la violencia que se pudo haber prevenido, complicidad entre el crimen organizado y autoridades gubernamentales, falta de voluntad política para transparentar información y el uso de la tragedia como motor electoral para presidir un cargo que finalmente cambiará poco o nada los problemas que como funcionario público uno se comprometió a tratar”, comentó Emiliano.

“Es una herida que no va a sanar porque el Estado se ha burlado de nuestra inteligencia con un cinismo descarado y hasta que por fin haya transparencia y justicia será la luz de todos lo que se movilizan por todas las causas”, confesó Aitana.

Con respecto al accionar del gobierno actual en materia de búsqueda de respuestas sobre la desaparición de los 43 normalistas, pero también de las y los miles de personas desaparecidas expresaron:;

“Me hierve la sangre, me revuelve el estómago saber cómo han jugado para atender con dignidad y humanidad a las familias que buscan a los estudiantes. Siento que tanto el gobierno de aquel entonces tiene responsabilidad, pero también este, porque tuvo todo el poder de ejercer y gastar los recursos necesarios para esclarecer y dar las respuestas que los familiares están buscando desde hace 10 años”, expresó Miguel

“Es lamentable que una de las grandes promesas de este gobierno fue la aclaración de lo sucedido y se iba a asegurar el acceso a la justicia. Era uno de los mayores aciertos y que le daba mucha fuerza, porque el actual presidente se comprometía a hacer la justicia un camino”, comentó Aitana.

“El mexicano no va a poder olvidar esta realidad y mientras los 43 estudiantes sigan presentes en nuestras memorias amas vamos a olvidar que como mexicanos es imposible cambiar la realidad en la que estamos viviendo, porque nuestra realidad nos pisa y es más grande que nosotros”, expresó Elizabeth.

“Creo que este caso marcó un antes y un después en términos de percepción, ya que desde este caso las personas tomaron más conciencia en cuanto a esta cuestión de las desapariciones y recuerdo que comenzaron a haber protestas constantes por la indignación y confusión ante el caso”, expresó Cristian.

“Lo peor a mi parecer (del caso Ayotzinapa) es que las condiciones gubernamentales y delictivas que el país sigue sufriendo permitirían que otro caso de características similares ocurriera con poca esperanza de que se obtuvieron resultados mejores en el tiempo presente”, expresó Emiliano.

“La impunidad del caso me da mucho coraje porque somos personas que buscamos tener mejores oportunidades, opciones y terminan muertas porque así es este país, así funciona. Me da mucha tristeza y coraje saber que el día de mañana puede volver a pasar con 63, con 100, con 200 y aun así nadie va a hacer nada y en uno de esos podría entrar yo”, expresó Mariana.

Familiares de los estudiantes desaparecidos siguen en la lucha para que se esclarezca el caso y para exigir justicia por lo que para estos 10 años han organizado sinfín de actividades para que no se olvide a los 43, pero también para que el actual gobierno reconozca que no fue capaz de cumplir su palabra. 

“Creo que la próxima administración federal tendrá poco interés en combatir a profundidad al crimen organizado. Finalmente, la inseguridad parecía un tema secundario para millones de mexicanos quienes aprobaron y ratificaron la continuidad del partido en turno y mientras que falte una política que evite la afiliación de mexicanos a grupos delictivos, una política que evite la desaparición o destrucción irreparable de cuerpos humanos y falte una política que eficiente las capacidades y transparencias de las instituciones encargadas de investigar y sancionar los delitos pues este país será un estado fallido que se mantendrá con máscara de país en vías de desarrollo”, concluyó Emiliano.

“Este sexenio ha sido con más personas desaparecidas y no se ve alguna preocupación de las autoridades y creo que si ahorita no se puede como controlar en unos años va a estar peor, llegando al punto donde si o si cada familia mexicana va a tener un hijo desaparecido”, expresó Mariana.

“En un futuro, tal vez, medios independientes puedan abarcar estos temas de manera más libre y puedan llegar a otros públicos, pues cada vez toman más fuerza en comunidades y grupos sociales, pero definitivamente por parte del gobierno y autoridades son temas que aún son muy delicados, y que pueden seguir poniendo en riesgo tanto a personas que lo saben y quienes lo difunden, entonces, también es un reto como los medios pueden representar este tipo de temas”, expresó Santiago.

“Todo está muy incierto y el tema de los desaparecidos es como si no le importara a nuestro gobierno, incluso, es como si el mismo gobierno estuviera relacionado con las desapariciones, pero no pierdo la esperanza de que el tejido social no esté podrido y que nosotros como jóvenes, desde nuestras trincheras, podemos impulsar un cambio para que se siga visibilizando… nos toca a nosotros hacer esa chamba”, expresó Leslie.

#IlustradoresConAyotzinapa

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Estos son los nombres de los 43 normalistas que están desaparecidos:

Abel García Hernández

Abelardo Vázquez Penitén

Adán Abraján De la Cruz

Alexander Mora Venancio

Antonio Santana Maestro

Benjamín Ascencio Bautista

Bernardo Flores Alcaraz

Carlos Iván Ramírez Villarreal

Carlos Lorenzo Hernández Muñoz

César Manuel González Hernández

Christian Alfonso Rodríguez Telumbre

Christian Tomás Colón Gárnica

Cutberto Ortiz Ramos

Doriam González Parral

Emiliano Alen Gaspar de la Cruz

Everardo Rodríguez Bello

Felipe Arnulfo Rosa

Giovanni Galindez Guerrero

Israel Caballero Sánchez

Israel Jacinto Lugardo

Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa

Jonás Trujillo González

Jorge Álvarez Nava

Jorge Aníbal Cruz Mendoza

Jorge Antonio Tizapa Legideño

Jorge Luis González Parral

José Ángel Campos Cantor

José Ángel Navarrete González

José Eduardo Bartolo Tlatempa

José Luis Luna Torres

Jhosivani Guerrero de la Cruz

Julio César López Potoltzin

Leonel Castro Abarca

Luis Ángel Abarca Carrillo

Luis Ángel Francisco Arzola

Magdaleno Rubén Lauro Villegas

Marcial Pablo Baranda

Marco Antonio Gómez Molina

Martin Getsemany Sánchez García

Mauricio Ortega Valerio

Miguel Ángel Hernández Martínez

Miguel Ángel Mendoza Zacarías

Saúl Bruno García

Estos son los nombres de los tres jóvenes normalistas asesinados: Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón Fontes. 

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Alondra Angel
Alondra Angel
Soy estudiante de Comunicación Pública. Me gusta el color blanco, escuchar música y tomar café. Me encanta estar con mi familia. Creo que el periodismo es una manera de hacer algo frente a las problemáticas de hoy y las que tendrán un impacto en el futuro.

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