La lucha por volver a México desde una jaula llamada Canadá

Bajo presión, Mariana firmó la jurisdicción de su hija para British Columbia, hoy lucha para regresar a su país natal y vivir en familia.

Por Nayeli Martín del Campo

“Yo escucho a mucha gente en México que dice que Canadá es muy bonito, que quisieran vivir aquí, pero para mí es una cárcel… Yo así lo he sentido, es como vivir en una jaula de oro donde no puedo volar”, esta es la historia de Mariana, una mujer que lucha por poder regresar con su hija a México, su país natal. 

Mariana conoció a su ex esposo hace seis años en un recorrido turístico que ella hacía en su natal Puebla. Durante dos semanas, Harry y Mariana tuvieron la oportunidad de conocerse, ya que él hacía grabaciones para crear una fundación civil enfocada en niños sin recursos en México. 

Con una relación a distancia y entre vuelos de Vancouver y México, fue en diciembre de 2018 cuando Mariana quedó embarazada de su hija. Tras ello, es que ambos decidieron vivir juntos, pero fue ahí donde comenzó el tormento para Mariana, ya que era violentada por parte de su esposo. 

Según el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), durante 2021, el 70.1% de mujeres a nivel nacional, han sufrido algún tipo de violencia. La violencia psicológica y la sexual encabezan la lista de abusos con 51.6% y el 49.7% de los casos. 

En Canadá, según el portal de estadísticas, durante 2018, el 44% de las mujeres reportaron haber sufrido violencia íntima por su pareja. Dos de los grupos con altos niveles de violencia de género son las mujeres de color, así como las nuevas inmigrantes ciudadanas en el país. 

 “La violencia era más verbal, económica, me convertí en su sirvienta más que en su pareja, no recibí apoyo para el cuidado de nuestra hija. Le tenía que tener listo la comida, el café, la ropa. Yo tenía que cumplir los deberes al pie de la letra. Todo el tiempo hacía comentarios para denigrarme, hasta que llegó el momento en el que le dije que yo ya no quería vivir con él y que quería regresarme a México”.

El deseo de volver a Puebla y crear su vida en su país natal, provocó que Mariana se viera involucrada en un proceso legal relacionado con su hija, pues debía de salir del país lo antes posible para evitar que su bebé le fuera arrebatado por el gobierno de Canadá. 

“Me llegaron unos documentos para firmar un convenio de patria potestad. Mi inglés era muy malo y no entendía mucho. En el Consulado de México en Vancouver me dijeron que tenía que salir lo antes posible del país para resolver el caso en México, ya que a los seis meses mi hija se convertiría en residente en Canadá; sin embargo, tenía cinco días para conseguir un abogado, firmar y salir del país”. 

Un día antes de que se venciera el plazo para entregar el convenio sobre la patria potestad, a través de la Hague Convention, Mariana aceptó que la jurisdicción de su hija debía ser otorgada a British Columbia, lo que implicaba que su hija debía estar tres meses en México y tres meses en Canadá, así como que cada quien pagaría los traslados, manutención de la niña.

En el Consulado, el consejo fue que dentro de México abogara para probar que el acuerdo había sido firmado bajo coacción, y aunque en Puebla tuvo la custodia temporal y la guardia de su bebé, no pudo anular el acuerdo que había firmado en el desconocimiento en Vancouver, esto porque su ex pareja no se presentó en la Corte en México cuando así se le solicitó. 

La Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado (HCCH) por sus siglas en inglés, protege a los niños y sus familias de los riesgos de ilegales, irregulares o mal preparados procesos de adopción en el extranjero. 

Según el reporte Global de la HCCH, en 2015, la proporción de madres demandadas tanto en las solicitudes de retorno como en las de derecho de visita fue del 73%. La edad promedio de los menores que estaban en una solicitud de derecho de visita era de 8.1 años y 6.7 años para aquellos que estaban en una solicitud de restitución. 

“Llegó una notificadora de la Corte a Puebla, me decía que mi hija se tenía que presentar en su lugar de residencia habitual, que era Canadá. Si yo le hubiera dicho que sí de ir a la Corte en Canadá a mi ex pareja, ahí hubieran determinado que Vancouver no era el lugar de residencia de mi hija y nos hubiera ordenado ir a México a hacer los trámites de guardia y residencia, pero por la ignorancia y la indebida ayuda en el Consulado fue que yo firmé”. 

Mariana a través de Bettered Wome’s Support Services, tuvo la oportunidad de tener apoyo psicológico y emocional sin ningún costo, además de apoyo legal para negociar antes la corte canadiense poder ver con mayor frecuencia a su hija quien se encuentra en Vancouver. 

“Yo le prometí a mi hija que algún día seríamos libres, no sé cómo lo voy a hacer, pero lo vamos a lograr”.

Pese a la discriminación que ella ha sentido por demandar a una persona indígena o first nation, tener su pasaporte retenido para evitar que salga del país, ella no se da por vencido y acude de forma puntual a todas las sesiones en los juzgados. Dice que una de las promesas que le hizo a su hija fue tener la oportunidad de volver a México.

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Nayeli Martin del Campo
Nayeli Martin del Campo
Periodista y politóloga. Vivo en Vancouver, Canadá y como muchos mexicanos, soy inmigrante y trabajo en un oficio completamente completamente diferente a mis profesiones. Hoy doy voz a muchas personas que como yo, luchan, se esfuerzan y mantienen la esperanza Canadá.

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