Deshacernos de las sombras. Sobre “Nadie nos va extrañar, la nostalgia y cómo nos podemos salvar”

Desde Mujeres

Por Sharon Fernández /@shaa_fm (X / IG)

Desde que terminé “Nadie nos va a extrañar” , serie recién estrenada en Amazon Prime Vídeo y que ahora mismo ocupa el top uno de la plataforma, me quede con una sensación muy agridulce (no es queja), este texto va con un poco de spoilers, es aviso.

Tuve miedo y sentimientos encontrados, pensé que yo siempre extrañaría a mis amistades y recordé el momento exacto en el que por última vez pensé que me quería morir y sólo pensé en una cosa: “No puede ser que mi mamá se quede con este último recuerdo de mí, no se lo merece” y entonces procedí a escribirle a uno de mis mejores amigos para decirle textualmente: “Me siento mal y los pensamientos están siendo más fuertes ¿puedes venir?” yo vivía sola, y él llegó a los 30 minutos.

Entre una majestuosa selección musical y visual, a lo largo de 8 episodios acompañamos a un grupo de adolescentes que en plenos 90´s se enfrentan a lo turbio que es vivir con información cruzada, juicios de moral, ganas de pertenecer y miedos acumulados ¿Por qué Alex se alejó cuando su mamá se murió? Alguna vez leí por ahí que nadie nos prepara para acompañar a las amistades en una pérdida, después me tocó acompañar a un gran amigo y después ví de lejitos y entre lo nubladito de la depresión cómo mis amistades se las ingeniaron para estar conmigo después de la muerte de mi papá, nadie les enseñó pero ahí estuvieron; sosteniendo.

Me puse chipil porque en la serie, con la inexperiencia, dejan que Alex se aleje porque sus amistades creen que es lo que necesita. En mi libro favorito “Todos los días son nuestros” que justamente es de Catalina Aguilar Mastretta, hay una frase que dice la protagonista “Gracias por cuidarme a pesar de que estoy actuando como una completa chiflada” así cuidan las verdaderas amistades, siempre y sin juzgar, así llegó Memo a la vida del grupo. Catalina (no creo que sea coincidencia) es la directora de Nadie nos va a extrañar.

¿Pero cómo cuidar a los 14-15? En la serie vemos cómo los protagonistas se enfrentan en lo individual a los problemas propios de la edad, algunos con demonios más complejos que otros. Las desigualdades estructurales, el acoso escolar, las pérdidas y las ganas de hacerlo mejor, son un determinante para entender cada historia.

La producción y dirección de la serie fueron impecables en abordar el suicio, la sexualidad, ser puberto. En la actualidad se ha ficcionado tanto el suicidio en la televisión que en esta serie llega de una manera un tanto silenciosa pero que cuando volteas a ver, tiene sentido y se agradece el cuidado con el tema. Ese fue mi miedo, no ver las señales desapercibidas o no ser lo que mi amigo fue para mí y que cuando todo parece dejar de tener sentido, poderlo encontrar con alguien.

Yo tengo 26, en un mes tendré 27. Esta serie le ha llegado a chicos, jóvenes y grandes, transitamos la nostalgia de esa ciudad ¡El distrito federal! que nos vio crecer y a la que nunca más volveremos porque cada vez en más colonias se deja de sentir la comunidad y nos consume la gentrificación y la individualización. Pensé y sentí cada papita que se comían saliendo de la secundaria ¿todas y todos lo haciamos no?. Entendí perfecto a Tenoch, porque como alumna becada que fui, sé la presión de mantener una beca y de pensar que tus capacidades académicas marcaran tu éxito futuro.

Me reí con Marifer explorando con los patinetos, pensé que a todas nos ha salvado un poquito un wei que usa poncho, nos cambia la perspectiva y nos demuestra la importancia de cambiar el rumbo. Pensé también que pocas hicimos lo que Daniela, leer sobre sexualidad y preguntar, siempre deseo que las adolescentes de ahora, lo hagan mejor que nosotras. La escena con su mamá y su hermana me recordó a algunas noches con mi hermana y mi mamá, yo sí soy la mujer que lo quiere hacer mejor que otras que me antecedieron.

Tengo 26 y estoy parada entre la línea que divide todo lo que amé de lo que amaré, y por eso desde que ví el episodio uno, quedé cautivada con la forma maravillosa en la que una serie decidió acompañar el proceso de entendimiento de varias generaciones. Ojalá ese sentimiento colectivo que nos dejó, sirva para que todas y todos lo hagamos mejor y podamos deshacernos de las sombras.

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1 COMENTARIO

  1. Acabo de terminarla, y decidí buscar una nota sobre la serie; que suerte que me decidí por la tuya. Gracias.

    A mi me recordó lo afortunada que fui con esa adolescencia, donde solo me preocupaba por mis asuntos y los de mis amigos, y no por el miedo de ir, de salir… y recordé a uno de mis compañeros, o varios que ya no están.

    Me gustó la serie y esa escena de la biblioteca vacía, me pegó, porque no nos dimos cuenta cuando dejamos esos espacios para no volver.

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