Por Anashely Elizondo
Foto tomada del grupo: El ejército de los compas.
Navegando por Tik Tok, encontré un video realizado por Tropicxs Media, un medio de comunicación alternativo e independiente. En dicho video, los reporteros se adentraron a una reunión de los “Compas de Hierro”, el grupo de seguidores del creador de contenido “Temach”.
No es sorprendente darnos cuenta como muchos de los “compas de hierro” entrevistados respondían que para ellos: Temach no era machista y abogaban por su derecho a la libre expresión.
Recordemos que el Temach, ha sido puesto en el ojo del huracán debido a las acusaciones por parte de colectivos feministas, en el que lo nombran misógino y machista por aconsejar cosas como; “ignorar a una mujer hará que se enamoren de ti”, “las mujeres siempre eligen al que no las pela”, “el valor de una mujer para un hombre, no está en su capacidad, si no en su físico”. En estos consejos, se podrían replicar diferentes tipos de violencia sistemática en contra de las mujeres, mismos que las nuevas olas feministas han intentado eliminar poco a poco del imaginario relacional.
En algún otro contexto, “El Temach” podría ser sólo un creador de contenido más, hablando desde su punto de vista sin que ningún conocimiento (más que el “empírico”) lo respalde. Sin embargo, es común encontrarse con como muchos de sus seguidores lo consideran un “gurú” o “maestro” en el arte de “ser hombre” y no perder “los valores de la masculinidad”.
El patriarcado, modelo social impuesto, ha convertido a los varones en personas enfocadas en el poder, en proveer, en mostrarse “fuerte”, “poco vulnerable” y nada “emocional”. A pesar de que los cambios han sido notorios y cada día, muchos de los hombres quieren desprenderse del papel social de “ser un hombre”, contenidos como el del “Temach” vuelven a poner sobre la mesa esas costumbres tradicionalistas que resultan ser nocivas para los hombres.
En el estudio “El suicidio masculino: una cuestión de género, publicado en Revista Prisma Social” en 2014, expusó varias líneas de investigación sobre este tema. «Por un lado, la opresión que experimentan aquellos hombres que por diversas razones no encajan en el modelo; por otro, la ausencia de recursos económicos, emocionales, de autoayuda, etc., destinados a los hombres cuando se les presentan problemas que les tornan vulnerables, pues la vulnerabilidad es un tema tabú para la masculinidad». Dicho estudio también habla del:
«silencio de los hombres cuando se sienten vulnerables por el incumplimiento de su rol de género, como la falta de trabajo, el no poder suministrar recursos económicos a la familia, su falta de autoestima por un sentimiento de inferioridad ante otros hombres o alguna causa que les haga sentirse débiles».
Teniendo entendido el peso emocional que implica ser un hombre dentro de esta sociedad, es común ver a jóvenes de entre 18 y 27 años de edad, adentrarse a grupos como “los compas de hierro”, donde pueden convivir con otros varones y “formar lazos de amistad”, apegados a la idea “masculina”, es decir, sin mostrar emociones, resaltando la competencia y repartiendo las mismas ideas misóginas entorno a sus relaciones afectivas (en este caso, sólo heterosexuales), donde ellos tiene que tener el control de la relación. Donde la manipulación y el engaño, convergen para lograr “una conquista”.
Aunque no todo es “malo”, en Guadalajara, por ejemplo, los jóvenes suelen reunirse a practicar deporte y estar cerca de la naturaleza. Sin embargo, son la doctrinas filosóficas que se suelen abordar, las que podrían causar un peligro, en su desarrollo social y en la manera en la que se pueden llegar a relacionar con hombres que no cumplan con dichas “creencias”, así como con las mujeres, ya sea para una amistad o para un vínculo afectivo.
Estos grupos, se han distribuido meticulosamente a través de América Latina y algunos países de Europa. En sus redes sociales, ya cuentan con más de mil seguidores. Mientras que en algunas partes de México, los shows del Temach han sido cancelados debido a los discursos de odio que podrían ser compartidos por el influencer.