Pesimismo Esperanzador
Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ
La interdependencia económica, los tratados comerciales y la globalización sociopolítica y cultural que ha tenido el planeta desde hace tres décadas, ha provocado que los fenómenos políticos locales tengan cada vez mayor impacto en otras regiones. Este es el caso del próximo proceso electoral en Estados Unidos para renovar la presidencia de aquel país. Hasta hace unas semanas estaban proyectadas las candidaturas de Joe Biden por el partido Demócrata para buscar la reelección y Donald Trump para volver a contender por este cargo público postulado por el partido Republicano. Recordemos que la elección en el vecino país del Norte será el próximo martes 5 de noviembre.
Este proceso ha tenido varios acontecimientos que le han dado un giro importante a las elecciones y por lo menos son tres: el primero fue el atentado que sufrió el candidato republicano que termino con una herida en la oreja y con la muerte de dos personas. Este hecho fue condenado por todo el país y políticamente apuntaló al magnate que pretender ser presidente nuevamente. El segundo hecho fue la renuncia de Joe Biden a la candidatura demócrata luego de fuertes presiones al interior de su partido, que veían como el todavía presidente de Estados Unidos no sería capaz de ganar la elección a Trump, esta acción posibilitó que la vicepresidenta, Kamala Harris, sea la principal contendiente para obtener la candidatura demócrata a la presidencia. El tercer hecho, que implica directamente a nuestro país, fue la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y de Joaquín Guzmán López, que presuntamente son líderes muy importantes del llamado “Cartel de Sinaloa”, esta operación fue llevada a cabo sin la intervención del Gobierno de México y fortaleció las aspiraciones presidenciales de Kamala Harris, ya que la lucha contra el narcotráfico aparece como una de las agendas más relevantes para la campaña presidencial.
Hay que hacer notar que la próxima presidenta o presidente de los Estados Unidos, comenzará a gobernar unos meses después de que Claudia Sheinbaum asuma el cargo de la presidencia de México, es decir, al próximo primer mandatario estadounidense le tocará todo su primer periodo de gobierno en convivencia de la presidenta electa de México, quien tendrá al menos dos terceras partes de su mandato como interlocutor principal en el ámbito internacional a quienes los estadounidenses elijan en las urnas en noviembre próximo.
Quizá como nunca, lo que pasa en México será materia de debate en las campañas presidenciales en Estados Unidos, por lo menos tres serán los temas estarán sobre la mesa: el primero es la política migratoria, donde Donald Trump ya colocó un discurso anti-inmigrante muy fuerte y se habla de un incremento en el endurecimiento de las políticas migratorias hacia México y Centroamérica, el candidato republicano está generando una narrativa donde culpabiliza de muchos de los problemas en aquel país a los migrantes y este discurso es muy bien recibido en grupos estadounidenses muy conservadores.
El segundo tema es el combate al consumo de fentanilo, que se ha convertido en un grave problema de salud pública en los Estados Unidos y se responsabiliza a los carteles mexicanos de este asunto. Es muy probable que durante la campaña uno de los principales aspectos que se discuta sean las políticas de combate a estos grupos de la delincuencia organizada. Incluso Donald Trump ya puso sobre la mesa la posibilidad de intervenciones militares en México.
El tercer aspecto son las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, donde seguirá el discurso de como propiciar condiciones más favorables para los inversionistas estadounidenses y donde el gobierno de México tenga que ceder. Algunas implicaciones de este debate ya se están dejando sentir, por ejemplo, la inversión de la automotriz Tesla en el estado de Nuevo León se puso en entredicho. Aunque las campañas formalmente no empiezan, ya hubo críticas de Trump hacia futuros funcionarios del gabinete de Claudia Sheinbaum como Marcelo Ebrard.
Viene un momento muy complicado para la presidenta electa de México, ya que tendrá que esquivar los ataques hacia México a lo largo de esta campaña presidencial en Estados Unidos, pero sin generar un ambiente de conflicto ya que quien resulte ganador de esta contienda, será su principal interlocutora o interlocutor para varios asuntos claves para su gobierno, a saber, migración, tratados comerciales y combate a la delincuencia organizada.
Habrá que estar atentos a cómo se desarrollan las campañas.
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