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Por Anashely Elizondo
Enrique Alfaro se comprometió a convertir el antiguo y bien recordado Trompo Mágico en un nuevo e interactivo museo, que ya no estuviera enfocado en la niñez, sino en mostrar las “maravillas” del estado de Jalisco.
Recordemos que, con la llegada de la administración presidencial actual, López Obrador y Alfaro Ramírez, han sido los protagonistas de un sinfín de desacuerdos, el entonces emecista, siempre declaró que con un gobierno de Morena, no se defenderían los intereses del estado y que Jalisco sería usado como “tapete” del Gobierno Federal.
Estos desacuerdos, escalaron a amenazas, donde el mandatario de Jalisco incluso llegó a advertir a López Obrador que Jalisco abandonaría el acuerdo fiscal nacional, para separarse de esa relación “abusiva”.
Los tiempos cambiaron y poco a poco, ambos gobiernos comenzaron a limar sus asperezas, seguramente por conveniencia. Sin embargo, el gobierno de Enrique Alfaro quedó marcado, entre muchas otras cosas, por las ganas de mostrar y explotar las “riquezas” de todos los rincones de Jalisco.
Estos pensamientos que coquetean con el fascismo fueron llevados hasta las salas de Japi, convirtiendo ese museo en donde las infancias podían divertirse, aprender y pasar prácticamente todo el día, en salas que veneran la “soberanía y el orgullo” de pertenecer al “majestuoso” estado de Jalisco.
Tal como lo explicaba Humberto Eco, el fascismo, entre muchas otras cosas, se ve representado por el “culto a la tradición”, que bien podría interpretarse como el “miedo a la diferencia”, mismo que hace que los dirigentes empapen de lo conocido y “propio” nuestra sociedad, alejando cada vez más a cualquiera que no pertenezca, en este caso, al elite jalisciense.
Las novedades que ofrece Japi están extensamente relacionadas con la tecnología e innovación, mismas que son utilizadas para mostrar:
1) La importancia a nivel nacional de la cultura jalisciense,
2) Los múltiples y destacados deportistas que representan a Jalisco (ojo, no a México) a nivel mundial,
3) Los creativos artistas que han tenido la dicha de permanecer a nuestras tierras (a menos que seas Guillermo del Toro y te hayas pronunciado en contra del autoritarismo Alfareano).
Con personal joven pero poco capacitado, la “interacción” prometida por los cientos de espectaculares y notas que rondaron por diversos medios, se ven amenazados y vuelven las salas de dicho museo, sosas y aburridas. Ahora, el gobierno actual no puede decir que son más “aburridas” porque son más “educativas”, porque si algo caracterizaba al Trompo Mágico, era dicho acercamiento hacía la ciencia, los primeros auxilios, la física y también diversos juegos y actividades que acercaban a los pequeños al arte y a la tecnología.
En internet, Japi es calificado con 3.4 estrellas de 5, dichas calificaciones van acompañadas de comentarios acerca de lo caro que es (150 pesos por adulto, 75 pesos por niño), lo poco que se puede encontrar al interior de las salas, las fallas que ya existen a pesar de que fue inaugurado hace poco tiempo, y sobre todo, múltiples visitantes cuestionan cómo dicha obra pudo costar 680 millones de pesos.
Si en tus planes está conocer Japi durante estas vacaciones, te recomiendo hacerlo desde la reflexión y comparando cada uno de los espacios que fue “restaurado” con la promesa de una mejoría. Además de tener presente, los ideales que han sido plasmados a través de este gobierno en obras públicas, exposiciones y discursos.
Estamos a expensas de que llegue cualquiera a destruir todo. Los trabajadores aguantaron 2 administraciones siempre remando contra corriente, el museo se mantuvo a flote gracias a los trabajadores comprometidos con el proyecto, que al final los hicieron a un lado sin decir gracias.
Necesitamos más organizaciones civiles que se involucren en estos temas y no dejen que unos “creativos” gente de “cultura” y políticos destruyan todo segun para innovar.¿Un museo solo para mostrar Jalisco? El museo podía tocar esos temas en una exposición temporal usando solo mano de obra jalisciense, además hubiera sido itinerante para que pueda viajar a otros lugares y cada cierto tiempo se pudiera crear exposiciones de otro estado, otro país, o porque no?, incluso otro planeta, reino de fantasía o el interior de una celula!, pero los esos “creativos” de JAPI tuvieron la mira muy corta.
Ojalá que alguien algún día arregle lo desarreglado.