En Pie de Paz
Por Guillermo Raúl Zepeda Lecuona / IJA- CEPAZ
En nuestras comunidades se registra un incremento en la conflictiva y la violencia en el ámbito familiar. No solo los asuntos planteados ante los tribunales por temas de separación de personas, divorcios, alimentos y custodia y convivencia van en aumento, sino que cada vez más, estas demandas e iniciativas litigiosas van acompañadas de denuncias de violencia.
Las formas tradicionales de procesar los litigios en materia familiar han demostrado ser ineficientes, e incluso contraproducentes. Las formalidades, las dinámicas legales y las estrategias de litigio son en sí mismas coactivas y exacerban el nivel de violencia en las relaciones familiares. Por ello, se requiere la adopción de métodos integrales para prevenir y abordar los conflictos, como lo son los Métodos Alternos de Solución de Conflictos (MASC). En Jalisco se ha apostado por esta forma de resolver conflictos y se han tenido resultados alentadores.
La justicia alternativa tiene dos áreas de intervención muy importantes en la convivencia familiar: primero, propiciando la armonía en las relaciones familiares y previniendo los conflictos; y en segunda instancia, cuando el conflicto ya se generó, figuras como la mediación implican formas integrales y humanas de abordar el conflicto.
En lo que se refiere a lo preventivo, se impulsan figuras como los círculos de paz o círculos de diálogo. En las semanas posteriores al devastador paso del Huracán Otis por Acapulco, muchas personas coincidieron en que, junto a las afectaciones de durar varias semanas sin energía eléctrica, hubo un aspecto positivo: las familias se reencontraron en la conversación y convivencia. Cuando la falta de electricidad implicó que los celulares y las computadoras se descargarán, y que no hubiera acceso a internet, cada miembro de la familia salió de sus habitaciones y volvieron a conversar en las salas de la casa. Retomaron historias de familia, compartieron inquietudes, anhelos, proyectos.
El diálogo genera empatía y sentido de pertenencia que fortalece las relaciones. Es triste que cuando hay desgracias, como una adicción o, al extremo, de un suicidio en el seno de la familia, la familia no lo vio venir, precisamente por esa falta de contacto, de convivencia. Por ello el Instituto de Justicia Alternativa está haciendo sinergia con otras organizaciones de la sociedad, para promover la iniciativa “círculos de diálogo en familia”, en el que pedimos a las personas que le regalen una hora a la semana a su familia para realizar estos círculos de diálogo y recuperar la esfera de convivencia que la tecnología y la vida cotidiana nos están quitando.
Se propone que las familias acuerden un día a la semana para dedicar una hora a la convivencia y diálogo, que se sienten en círculo donde puedan verse a los ojos, que se turnen cada semana algún tema a abordar, que se escuchen con atención (sin arrebatarse la palabra), respetando el turno de participación que toque en el círculo. Con esta sencilla técnica podremos reconstruir la convivencia, detectar algún problema que se pueda enfrentar juntos y prevenir conflictos.
Cuando ya se da el conflicto familiar, cada vez más familias apuestan por la justicia alternativa. Mientras en todo el país los casos ingresados a los juzgados familiares no dejan de crecer; en Jalisco han disminuido en 36% (pasaron de 47 mil a 30 mil asuntos), y las mediaciones se han incrementado en 112% (pasando de 3,382 a 8,151).
Actualmente 40% de los divorcios de Jalisco se abordan por justicia alternativa. Por ser una opción sencilla y gratuita, en la que no necesitan contratar a un abogado se ha convertido rápidamente en una vía muy accesible para las personas. Por otra parte, las encuestas cuatrimestrales de satisfacción de usuarios, los profesionales del Instituto de Justicia Alternativa de Jalisco, que orientan y realizan mediaciones son evaluados con más de 97% de satisfacción. Una de las cifras que más orgullo nos produce: el 7% de las parejas que acude a la Justicia Alternativa de Jalisco a divorciarse, se reconcilia (ante la metodología del diálogo, la empatía y el consenso).
Fortalecer la convivencia familiar y prevenir conflictos o resolverlos a través del diálogo y apostando por preservar las relaciones, es una forma de construir la anhelada paz desde las familias.