A diez años de la tragedia, la herida de Ayotzinapa sigue abierta, y la exigencia de justicia se mantiene más viva que nunca.
Por Mario Marlo / @Mariomarlo
A pocos meses de cumplirse una década de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, padres y madres marcharon del Ángel de la Independencia al antimonumento +43 en la Ciudad de México, esto en el marco de la 117 jornada de lucha; en ésta exigieron respuestas y el cumplimiento de la promesa presidencial de esclarecer el caso.
Bajo la lluvia, el mítin resonó con las consignas: “¡Presentación con vida y castigo a los culpables! ¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
Las madres, padres y estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, avanzaron a paso firme sobre la avenida Reforma hasta el Antimonumento +43; en este lugar de memoria, Isidoro Vicario, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, señaló que las investigaciones se estancaron al toparse con la participación del ejército.
Todo esto, a pesar de las evidencias que apuntan a la implicación de militares; sin embargo, el gobierno federal sigue negando cualquier responsabilidad de los uniformados.
“Hemos reiterado que las líneas de investigación se estacaron cuando se topo con el muro vestido de color verde olivo”.
El abogado de Tlachinollan, resaltó que el crimen de estado sigue sin ser resuelto, a pesar de que se sabe que hubo participación de los tres ámbitos del gobierno: Estatal, municipal y federal.
“Es lamentable que va de salida este gobierno de Andrés Manuel López Obrador sin cumplir su promesa de esclarecer el caso, sobre todo, encontrar a los jóvenes.”
“Hoy en México, el tema de la desaparición forzada, una de las violaciones graves en el país, sigue en aumento. Por eso necesitamos seguir levantando la voz para saber que sucedió el 26 de septiembre del 2014.”
Durante la participación de Mario César González -padre de César Manuel González, uno de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa-, criticó la falta de avances en el caso y acusó al presidente de desgastarse en culpar a los abogados en lugar de buscar la verdad y seguir las líneas de investigación que involucran al ejército.
Mario César González denunció también la existencia de más de 800 folios del archivo militar que podrían contener información crucial sobre el paradero de los 43 jóvenes.
Por tanto, lamentó la cerrazón del presidente y su negativa a permitir la participación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), cuyas investigaciones han sido fundamentales para descubrir la verdad.
“Decirles que son unos totales cobardes por ese ataque tan cruel que les hicieron. Ahorita que no nos quiera ver la cara de tontos el presidente. Tenemos la información suficiente donde el ejército tuvo mucha más participación por el descubrimiento del GIEI y por eso él no quiere que estén aquí los expertos, porque todo lo que se ha descubierto es gracias al GIEI.”
Mario César González igualmente destacó que desde hace 10 años, no han podido abrazar a su hijos:
“No podemos saber dónde están. 10 años de nuestra vida que no hemos convivido con el resto de los familiares como son sus hermanos. Lo único que nos resta de vida es seguir buscando a nuestro hijo.”
A pesar del dolor y la frustración, los padres de los 43 reafirmaron su compromiso de seguir buscando a sus hijos y exigir justicia; así mismo hicieron un llamado a la sociedad y a los medios de comunicación para que los acompañen en esta lucha y no permitan que la verdad sea silenciada.