Pueblos en Resistencia se pronuncian ante el “negocio criminal de la basura”

Organizaciones civiles que conforman la Asamblea de Pueblos en Resistencia de la Cuenca Chapala-Santiago se pronunciaron en contra del modelo vigente de gestión de residuos en Guadalajara,  debido a que aseguran que en beneficio de empresas privadas y zonas exclusivas de la metrópoli se sacrifica la salud de los ecosistemas y de las personas habitantes de los pueblos de la periferia. 

Entre sus exigencias está el retiro definitivo de las concesiones, el cierre de basureros metropolitanos, el abandono del basurero Los Laureles, así como la planeación de un nuevo modelo de gestión de residuos. 

Por Aitana E. Rodríguez/ @aitana.erg

“No somos ingenuos en pensar que el problema principal es el manejo de la basura, sino que es todo un sistema capitalista que no tiene la más mínima consideración por la vida y que el problema completo de los residuos se encuentra desde la extracción de materias primas y, sobre todo, en la producción industrial. El manejo de la basura solo es el último eslabón de una larga cadena de perjuicios y crímenes contra nuestros pueblos”, pronunciamiento de la Asamblea de Pueblos en Resistencia. 

En el centro social La Terka, integrantes de organizaciones civiles de las poblaciones de San Francisco de Ixcatán, Santa Cruz, El Salto, Tala y Tonalá se pronunciaron sobre el modelo de gestión de la basura de la zona conurbada de Guadalajara, encabezada por la empresa privada CAABSA Eagle. Explicaron que se mantiene un modelo de gestión de residuos desastroso y lucrativo y exigieron un alto al “negocio criminal de la basura”.

Esto tras las múltiples denuncias por el mal manejo de los basureros, como lo son: Matatlán, Los Laureles, Picachos, Copalita y el Taray; algunos de ellos, a pesar de estar abandonados, siguen repercutiendo en los ecosistemas, causando la muerte de flora y fauna silvestre. También hay otros que se encuentran saturados, trabajando sin ningún control, en la clandestinidad y sin recibir sanciones reales por parte de las autoridades. 

Como ejemplo, Armando Castro, integrante del colectivo Resistencia Civil por el Valle de Tala, explicó que  después del cierre del basurero de Los Laureles, la empresa CAABSA Eagle. intentó abrir uno nuevo en Tala, pero la movilización social lo impidió. Sin embargo, el terreno sigue siendo arrendado y aunque se detuvo el proyecto, se sospecha que podría reactivarse. 

Además, denunció que un basurero clandestino comenzó a operar en el poblado de Huaxtla colindando con el Área Natural Protegida del Bosque La Primavera. Este basurero, sin permisos, recibe basura diariamente de varios municipios y empresas sin control adecuado, contaminando ríos que abastecen a la región. Aunque este basurero fue clausurado desde hace seis días por la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROEPA), sigue operando con normalidad, aseguró.

Aunado a ello, destacaron que los procesos industriales y la gestión inadecuada de residuos sólidos están afectando la salud de las poblaciones, especialmente de niños, niñas y personas con problemas de salud crónicos, así como, ha afectado los sistemas productivos, comunitarios, agrícolas y campesinos.

Por otro lado, explicaron que las comunidades han logrado detener varios proyectos de basureros y plantas de residuos a través de la movilización social y legal. Sin embargo, los problemas persisten debido a la falta de un manejo adecuado de residuos por parte de las autoridades, quienes lamentablemente, no respetan la dignidad de las personas que trabajan en la gestión de la basura. Ante estas situaciones, precisaron:

“Consideramos que, para que sea posible cambiar el modelo actual, habría que comenzar por descentralizar la gestión de la basura con una coordinación entre municipios que no implique delegación de sus responsabilidades a través del otorgamiento de concesiones. No debe apostarse nunca más por la construcción y operación de un modelo metropolitano homogéneo y totalizante, que siga apostando por la construcción de plantas de transferencia que reproducen la lógica insostenible de los vertederos, como está siendo en El Cielo, en la localidad de Jauja en Tonalá”.

La Asamblea de Pueblos en Resistencia de la Cuenca Chapala-Santiago sostiene que  la solución de estas problemáticas deben priorizar la descentralización para permitir que barrios, colonias y pueblos autogestionen sus residuos, con apoyo municipal y con la participación comunitaria para la toma de decisiones. Asimismo, señalaron que  es necesaria la coordinación entre municipios sin concesiones privadas, la recolección diferenciada de residuos desde los hogares, dotar de infraestructura adecuada para el tratamiento de residuos y las campañas masivas sobre separación de residuos.

En ese sentido, las organizaciones civiles se pronunciaron en el marco de las próximas elecciones y exigieron de forma puntual: 

1. El retiro definitivo de las concesiones a las empresas privadas del manejo de residuos sólidos urbanos.
2. Que se inicie la planeación de un modelo de gestión de residuos, con participación de especialistas, organizaciones dedicadas a este propósito y grupos comunitarios organizados.
3. El cierre definitivo de todos los basureros metropolitanos.
4. El cumplimiento al 100% del Plan de Cierre y Abandono de Los Laureles por parte de la empresa CAABSA Eagle.
5. La vigilancia de la clausura por parte de la PROEPA del basurero clandestino en la localidad de Huaxtla en El Arenal. 
6. El saneamiento de los basureros abandonados de Copalita y el Taray en Zapopan.
7. La remediación integral del basurero ilegal de Matatlán para que se construya en su lugar un bosque urbano comunitario. 
8. La reubicación inmediata de la Planta de Transferencia Metropolitana del Oriente de la zona de Jauja. 
9. El cierre definitivo y el saneamiento de la planta de transferencia denominada El Cielo.
10. Justicia y esclarecimiento por el asesinato de la compañera Verónica Guerrero, quien encabezó la lucha contra Matatlán en 2021.