Guadalupe Sarabia y su familia fueron desalojadas cuando un desarrollo inmobiliario ─ “Casa Tejeda”, de Grupo Aravel ─ dañó su propiedad. Hoy, cinco años después, la inmobiliaria no ha reparado el daño y la señora Sarabia está por ser desalojada de nuevo, pues con la pérdida de su subsistencia no ha podido pagar la renta. Relató su historia en entrevista con ZonaDocs.
Video y edición audiovisual por Mónica Vargas / @monnvm_
Texto por Andrés de la Peña / @andres_dlap
En 2018, Grupo Aravel comenzó a construir “Casa Tejeda”, un desarrollo vertical de 26 viviendas en Lerdo de Tejada 2440. Ahí fue cuando empezaron los problemas para la familia de la señora Sarabia. Primero fueron ventanas rotas, azulejos desprendidos y cascajo de las paredes. Al paso de los meses, los daños fueron más severos: grietas que dejaban entrar la lluvia, desniveles que rompían los marcos de las puertas, columnas que se iban inclinando cada vez más.
Cuando la Dirección de Inspección y Vigilancia de Guadalajara revisó la casa, le ordenaron a la señora Sarabia desalojar urgentemente por el riesgo que representaba. Ese día, Guadalupe Sarabia y sus dos hijos perdieron su vivienda, la estética de Guadalupe, la tortería de su hijo, y la agencia de viajes de su hija.
La Dirección aconsejó la firma de un convenio entre partes. El convenio que finalmente celebraron establecía la responsabilidad de la inmobiliaria por los daños, el pago de una renta y una compensación con el dinero liberado por la aseguradora de la compañía, así como un plan de obra con el cual se harían reparaciones para entregar de vuelta el inmueble en cuatro meses. Este último punto nunca se cumplió.
Al tercer mes, un notario y el arquitecto a cargo de Casa Tejeda recibieron a la señora Sarabia para pedirle que firmara un acta donde ella aceptaba que se habían hecho todas las obras. El oficio no contenía la mayoría de los puntos del plan de obra, por lo que se negó a firmarlo. Inició un proceso legal de años y en 2022 recibiría una sentencia a su favor, cuando un peritaje determinó que Aravel no había reparado la casa.
La sentencia establece que la inmobiliaria debe reparar la casa y pagar a la señora Sarabia los costos legales así como la renta que tuvo que pagar mientras su casa fue inhabitable. Ante esto, Aravel desplegó un repertorio de estrategias legales: recurrir ante juzgados federales, tramitar amparos y pedir suspensiones, retrasado el proceso ─y perdiendo en cada juicio─ por dos años más.
Los departamentos de “Casa Tejeda” ya están vendidos ─quedan solo los anuncios, registrando precios de 5.5 a 6 millones de pesos y rentas de 26 mil a 35 mil pesos mensuales─ y Aravel tiene licencias tramitadas aún en 2023, como la licencia municipal número 472159 tramitada ante el municipio de Guadalajara por una oficina administrativa, la cual coincide con la dirección del desarrollo “Casa México”. Para la inmobiliaria, la vida ha seguido desde entonces.
Guadalupe Sarabia no ha vuelto a su casa, y tras años de mudanzas, deudas, y una vida guardada en bodegas y casas de amigos, será desalojada por impago en la casa donde se suponía iba a vivir por sólo cuatro meses.