Vita Activa es una organización feminista que promueve, desde hace cinco años, la creación de entornos digitales seguros a partir de mecanismos de apoyo, protección, escucha empática y contención emocional en línea para acompañar a víctimas de violencia digital y de género.
Con su labor quienes integran esta organización recuerdan que habitar la red también es una acción política; por tanto, señalan la necesidad de construir identidades y expresiones virtuales desde la ética feminista, el autocuidado y la seguridad colectiva, todo con el objetivo de tener un verdadero acceso democrático a internet.
Aitana E. Rodríguez / @aitana.erg
¿Quién cuida a las que cuidan? Esta es la pregunta semilla en la que germina Vita Activa desde 2018. Un año después, en 2019, lanzaron una línea de acompañamiento, anónima y confidencial que, desde hace cinco años, brinda primeros auxilios psicológicos y digitales. Un recurso para mujeres, personas de la diversidad sexual, periodistas, activistas y defensoras de los derechos humanos, víctimas de violencia de género en línea, estrés o ansiedad.
Vita Activa está conformada por ciberfeministas, transfeministas, tecnólogas, periodistas y psicólogas provenientes de Argentina, Bolivia, Colombia, El Salvador y México, y quienes se dedican a la seguridad digital, la comunicación sanadora y al diseño de productos digitales.
El objetivo de esta red es proporcionar apoyo empático, promover la autonomía y seguridad digital, así como avanzar en la comunicación feminista. Para cultivar la resiliencia digital, Vita Activa apuesta por los cuidados colectivos, las redes comunitarias, la escucha empática y el descanso como una forma de resistencia y lucha en un sistema capitalista.
“Apostamos por el cuidado colectivo porque sabemos que hacerlo solo no es posible, y los cuidados son parte indispensable de la vida”, explica Nicole Martín, la directora ejecutiva de Vita Activa.
Las cofundadoras de está organización son Lu Ortiz y Estrella Soria, quienes son activistas y periodistas feminista, ambas fundan esta red a partir de la reflexión del cansancio constante, el crecimiento de la violencia de género en línea, la falta de protocolos de atención y sus consecuencias en la salud integral.
Explican, además, que en un sistema en el que los cuidados se han asignado al rol femenino con tareas de muchísima carga física, emocional y de forma ad honorem; es decir, sin percibir retribución económica alguna, más que por la honra; es necesario reconocer su sentir y su necesidad de cuidarse y ser cuidadas.
“Recuperar la conciencia y nombrar que las defensoras, activistas y periodistas también sienten, necesitan cuidados y requieren pausas para poder continuar nos lleva a la conclusión indiscutible sobre la necesidad de construir espacios para la contención y el acompañamiento en todas sus formas”.
Según su reporte de actividades de 2023, las vivencias que con mayor frecuencia llevan a las personas a solicitar acompañamiento en la línea de Vita Activa son: el cansancio crónico, el desgaste laboral, la persecución y/o censura en lo digital, la discriminación e hipersexualización, además de la falta de apoyo institucional.
“Estas experiencias ilustran la vulnerabilidad inherente a la vida en línea para aquellas que son objeto de ataques basados en el género. La violencia psicológica, la dificultad para acceder a recursos legales y terapéuticos, así como el impacto negativo en la salud mental y emocional, son aspectos comunes. Estos casos subrayan la importancia de crear entornos en línea seguros, promover la educación sobre género y derechos humanos, así como fortalecer los mecanismos de apoyo y protección para quienes enfrentan estas formas de violencia”, así se expone en el informe anual 2023 de Vita Activa.
Cabe mencionar que, en 2023, de los 125 casos que acompañaron, el 40% de las usuarias fueron periodistas. Además, el promedio de edad con mayor número de casos atendidos fue de 25 a 30 años; concentrados en un 52.5% en México, 20% en Argentina y 13.8% en el Salvador y Colombia.
Las estrategias de acompañamiento que ofrece Vita Activa, además de la línea de apoyo, implican también talleres y capacitaciones en primeros auxilios psicológicos, auditorías digitales, empáticas y en soberanía de la cuerpa digital. Otra estrategia de acompañamiento, es la creación de laboratorios de soluciones en los que conectan a las usuarias a redes de apoyo, además, de atención a solicitudes de información.
Por otro lado, Vita Activa también se ha desarrollado en el análisis e investigación de las tecnologías y sus usos. Argumentan que el diseño de nuevas herramientas tecnológicas, como la inteligencia artificial, son construidas con fines de lucro por hombres blancos del norte global que carecen de comprensión de contextos y realidades latinoamericanas. En consecuencia, en un desarrollo tecnológico imparable y constante, las tecnologías han llevado a reproducir la misma violencia estructural.
“Si las tecnologías hilvanan relaciones de poder y, por tanto, generan sistemas de opresión, somos nosotras y nosotres les que podemos impulsar el cambio, al exigir códigos y algoritmos transparentes, pero también una base de datos de entrenamiento transparente con múltiples referencias al género, la sexualidad, el territorio, la raza, el contexto, los ecosistemas, entre otros”.
Los esfuerzos de Vita Activa, son un recordatorio de que habitar la red también es un acto político, ya que internet es también un espacio público en el que se desarrolla la vida y las interacciones sociales. Nicole Martín, puntualiza:
“La voz de las mujeres y las personas LGBT+ son importantes, exigimos que cesen las violencias digitales y que este sea un entorno seguro para que participen. Porque merecemos una vida sin violencia, y porque también nuestras voces y nuestra presencia en internet nutre este espacio y es indispensable para un verdadero acceso democrático en internet“.
A continuación, te compartimos algunas prácticas o estrategias que se recomienda Vita Activa para alcanzar la autonomía y seguridad digital, así como para combatir el burnout:
Autonomía digital y espacios seguros:
- Crea espacios seguros desde el cuidado para expresar cómo está impactando el uso de la tecnología en tu vida.
- Establece límites y utiliza Internet como una fuerza para el bien.
- Crea tu propio plan de autocuidado digital. Conoce las necesidades de tu cuerpa digital, lo que le gusta, lo que no y lo que la hace sentir a salvo.
- Si estás enfrentando algún tipo de ataque en Internet, pide ayuda. Recurre a tu círculo de apoyo, no tienes por qué enfrentarlo solx.
- Agenda descansos para tu cuerpa digital y cuerpa física.
- Agenda tiempos “para ti” todos los días. Eso te ayudará a ponerte entre tus prioridades. Pueden ser tiempos para hacer algo concreto que te guste o simplemente “hacer nada” y desconectarte de las obligaciones.
- Dedícate momentos para compartir con otres que te hagan sentir querida.
- ¡Sacude el sedentarismo! Puedes hacer yoga, aprovechar la rutina de cuidado de tus mascotas para salir a caminar, poner la lista de Spotify de Vita y bailar por la casa.
- Conéctate con el aquí y el ahora. Centrar la atención en las sensaciones y manifestaciones de la cuerpa es un buen entrenamiento para el disfrute. Puedes buscar ejercicios de Mindfulness.
- Busca apoyo. Si tienes los recursos, puedes iniciar una terapia. También puedes compartirle a alguien que necesitas ayuda, y aprender a delegar tareas. Esto también es una muestra de confianza hacia nuestro entorno.
- Aplica la higiene del sueño y cuida los ciclos de descanso.
- Recuerda que si puedes ser dulce y compasiva con otras personas, también puedes ofrecerte eso a ti misma y poner límites. Esto cuenta para familia, amistades y relaciones laborales. No estar las 24 horas del día disponible para el resto es perfectamente sano.
- Conócete para saber qué tipo de cosas te funcionan a ti. No todas nos relajamos o nos sentimos igual con las mismas cosas. ¡Estas solo son sugerencias!
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Contacto de Vita Activa: Somos una línea de ayuda. No estás sola.