En México, 7 de cada 10 personas menstruantes tenía poca o ninguna información cuando tuvieron su primera menstruación, así se reportó en la Encuesta Nacional sobre Gestión Menstrual, la cual se presentó en Guadalajara, Jalisco.
Por Aletse Torres / @aletse1799
¿A qué nos referimos cuando hablamos de tener una menstruación digna? Tener una menstruación digna implica el acceso a la información, a los servicios básicos en el hogar como agua potable para lavarse las manos, contar con espacios privados y seguros que permitan realizar los cambios de tampones o toallas, acceder a servicios de salud complementarios que monitoreen y detecten condiciones relacionadas con la menstruación, como la endometriosis.
Sin embargo, esto no es una realidad en México, debido a que el 69% de las adolescentes, mujeres y/o personas menstruantes tiene poca o nada de información cuando tuvieron su primera menstruación, así se reportó en la Encuesta Nacional sobre Gestión Menstrual realizada por la organización Menstruación Digna junto con UNICEF México y Essity, una compañía internacional de productos de higiene y salud.
Este y otros datos, fueron presentados en la Secretaria de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres del Estado de Jalisco con el objetivo de conocer el panorama a nivel nacional y, a la par, puntualizar que es lo que hace falta en materia legal y educativa.
Anahí Rodríguez, integrante de Menstruación Digna, señaló que la falta de información sobre el tema así como los problemas estructurales que había experimentado toda su vida, originaron la encuesta.
“Yo me acuerdo cuando estaba en primaria y no quería pararme porque sentía que estaba manchada, nadie me dijo que no sangraba cuatro litros y sobre todo, que era normal hacerlo”, comentó la activista.
En la encuesta presentada en Guadalajara, este 26 de febrero, se analizó cómo viven su periodo las adolescentes, mujeres y personas menstruantes, profundizando sobre temas de infraestructura sanitaria, legislación, aspectos fisiológicos, métodos de gestión y contexto sociocultural (casa, escuela, trabajo o comunidad) de la menstruación.
Asimismo, el instrumento fue aplicado a tres mil adolescentes, mujeres adultas y otras personas menstruantes, de entre los 12 y 70 años, que viven en todo el país, aunque se realizó con especial atención en Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Tamaulipas.
Uno de sus hallazgos fue que 7 de cada 10 personas menstruantes señalaron que su madre fue la primera persona con quien hablaron de menstruación, citando a internet o las redes sociales como la segunda fuente de información.
Sin embargo, Rodríguez explicó que los tabúes sobre la menstruación pueden ocasionar una mala comunicación entre las familias y la falta de información el refuerzo de los mismos tabúes.
Además, el 20% de las encuestadas que estudiaban o trabajaban no contaban con la infraestructura necesaria para la gestión menstrual en sus escuelas, oficinas u hogares, lo cual puede ocasionar un conflicto en la asistencia de las personas menstruantes en dichos espacios, priorizando y obstaculizando su desarrollo pleno.
Y de estas, el 56% de las encuestadas refirieron que su escuela o lugar de trabajo no proveía gratuitamente los productos de gestión menstrual. Igualmente, el 30% había tenido problemas con comprar una toalla o tampón, debido a la falta de dinero o espacios para conseguir los productos.
“No tenemos dinero para lo esencial, no tenemos espacios donde vendan opciones para nosotres, debemos de repensar, de crear planes que posibiliten el acceso a estos productos y que sea gratuito, es un derecho”, sentenció Anahí Rodríguez.
Zoe García, presidenta de la Federación de Estudiantes de Universitarios, narró que estos mismos obstáculos e inquietudes son los que se buscan resolver en la Universidad de Guadalajara, institución que -en 2022- aprobó el Programa Menstruación Digna para ofrecer productos de higiene como toallas sanitarias o tampones de manera gratuita en toda la red universitaria.
En el marco de este Programa también se realizó una encuesta donde se encontró que al interior de la Universidad de Guadalajara existen 132 maneras de no decir la palabra “menstruación”; la presidenta de la FEU compartió que lxs encuestadxs optaron por cambiarla por palabras como “vampiro”, esto para que fuera más “cómodo” hablar sobre el tema.
Otros de los resultados de la encuesta que presentará la FEU la semana entrante es que el 50% de las personas menstruantes encuestada ve como un obstáculo en sus vidas, el tener la menstruación. Dato que coincide con el de la encuesta nacional, donde 8 de cada 10 mujeres cree que tiene una desventaja por ser persona menstruante.
“Esto nos habla de una realidad, de un discurso que hemos visto y que todavía escuchamos, nos silenciamos, no decimos que estamos menstruando, no hay información al respecto y lo dejamos de lado, como todas las demás personas”, puntualizó Zoe García.
Frente a esto, Paola Lazo, directora de la Secretaria de Secretaria de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres del Estado de Jalisco, expresó que las tradiciones machistas han construido una concepción de la menstruación, donde las personas deben de sentirse avergonzadas por un proceso biológico en su cuerpo.
La funcionaria, además, manifestó que en 2022 se aprobó un presupuesto de 7 millones de pesos para el programa “Menstruación digna”, el cual comenzó con un programa piloto para que las niñas y adolescentes de las escuelas públicas de Jalisco tengan acceso gratuito a toallas y otros productos de gestión menstrual.
Ese mismo año, a través del ejercicio fiscal, en México se eliminó la tasa de 16% de IVA en las toallas, tampones y copas menstruales, esto no solamente a escala federal sino también en materia de gratuidad a nivel local.
Sin embargo, las panelistas reconocieron que aún “hacen falta muchas cosas”, como la presencia de dichos productos en zonas rurales y urbanas. O la creación y difusión de información para gestionar los flujos, así como el acceso a instituciones de salud y medicamentos.
Anahí Rodríguez de Menstruación Digna marcó la urgencia de concientizar a las personas menstruantes de acudir a las instituciones de salud cuando tengan algún malestar o para realizarse los estudios necesarios y así seguir monitoreando su salud menstrual.
Como dato, acorde a los resultados de la encuesta, 4 de cada 100 personas menstruantes va al médico cuando tiene alguna molestia en su ciclo; es decir, es casi nula la ayuda que piden, debido a las creencias de que “el dolor” es normal y debe de ser soportable, cuando al final, nadie debería hacerlo.
Tanto para Anahí Rodríguez, como para las otras participantes, es primordial promover la salud y gestión menstrual en el país, esto para que las personas menstruantes vivan con dignidad su salud, bienestar, la igualdad de género, la educación, así como el respeto a sus derechos humanos.
Una forma de hacerlo, es apoderarse del lenguaje; es decir, reivindicar la palabra menstruación y menstruar, utilizarla en el vocabulario y en los espacios que en ocasiones han silenciado el tema, como en el trabajo, la escuela o espacios de convivencia, como la familia.
Finalmente, en Menstruación Digna esperan que los resultados funcionen como base para la creación de busca de políticas públicas y, así, se alcance una “equidad menstrual”, empezando por la eliminación del impuesto en 2022 y seguir con la construcción de espacios libres de acoso y discriminación para todes.
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Aquí puede verse la Encuesta completa:
