El ataque armado que terminó en el asesinato de siete adolescentes en el cerro del cuatro en la colonia Santa María revela el contexto de “violencia armada y criminal que se está viviendo en el país y que tiene como principales víctimas a niños, niñas y adolescentes, en especial a la niñez y adolescencia en el estado de Jalisco” así lo reconoció el Colectivo Pro Derechos de la Niñez A.C. (CODENI).
Junto la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) revelaron que hasta el mes de enero se habían registrado ya seis homicidios con arma de fuego hacia personas de entre 0 y 17 años en Jalisco, cifra superior a la registrada durante el año pasado 2023.
Por lo tanto, llamaron a las autoridades jaliscienses a no dejar impune el crimen y a esclarecer los hechos.
Por Redacción ZonaDocs / @ZonaDocs
El homicidio de siete jóvenes ocurrido en el Cerro del Cuatro producto de un ataque armado el pasado 18 de febrero en la colonia Nueva Santa María, “representa una grave violación a los derechos de las niñas, niños y adolescentes” denunciaron a través de un comunicado conjunto el Colectivo Pro Derechos de la Niñez A.C. (CODENI) en colaboración con la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Y es que cinco de las víctimas eran menores de 14 años y tres de 15 años. En ese sentido, advirtieron que, en virtud del artículo 14 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes infancias y adolescencias “tienen derecho a que se les preserve la vida, a la supervivencia y al desarrollo”, mientras que las autoridades tienen la obligación de “llevar a cabo las acciones necesarias para garantizar el desarrollo y prevenir cualquier conducta que atente contra su supervivencia”, además de “investigar y sancionar efectivamente los actos de privación de la vida”.
Las organizaciones expresaron su preocupación ante “la violencia armada y criminal que se está viviendo en el país y que tiene como principales víctimas a niños, niñas y adolescentes, en especial a la niñez y adolescencia en el estado de Jalisco”.
Advirtieron que, si bien se han implementado estrategias estatales para proteger a las infancias y adolescencias, las estadísticas oficiales sobre violencia demuestran que no han sido suficientes. Muestra de ello es que tan sólo en enero de 2024 se registraron seis homicidios con arma de fuego de personas entre 0 y 17 años en Jalisco, cinco de estos hombres y una mujer. Las cifras presentan un aumento respecto a los cinco casos reportados en este mismo tiempo en 2023, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Lo cierto es que esto evidencia una constante, ya que durante el último año, Jalisco fue la entidad número 7 con más homicidios cometidos con arma de fuego hacia esta población.
Por otro lado, los homicidios dolosos contabilizados en enero de este año de personas menores de edad son siete (seis hombres y una mujer), tres más que en 2023.
Esta situación sumada al ataque reciente hizo a las organizaciones llamar a las autoridades responsables de garantizar la justicia a que “por ningún motivo quede impune el homicidio”.
Por ello, exigieron una investigación exhaustiva, veraz y pronta capaz de esclarecer los hechos y que permita “dar con los responsables y garantizarles a las víctimas el pleno acceso a la justicia”.
“Las organizaciones condenamos enérgicamente que se sigan REPITIENDO éstas masacres en Jalisco contra la niñez y adolescencia y también en el resto del país, así como todos los actos de violencia armada y criminal en México, que están robando a la infancia y la adolescencia su futuro y su derecho a vivir una libre de violencia, truncando sus sueños y sus posibilidades”.
Recordaron que estas situación ya habían sido documentadas previamente en la investigación de Danielle Strickland, quien reveló “la asimilación que existe respecto a la violencia que sufren los jóvenes del Cerro del Cuatro”.
Finalmente, demandaron a las autoridades que “tomen las medidas necesarias para intervenir en zonas marginadas como el Cerro del Cuatro”, lugares, señalaron que se convirtieron con el tiempo en “focos de violencia para las juventudes”. Al mismo tiempo, exigieron la implementación de políticas públicas que den atención a las causas estructurales de esta violencia, entre ellas la pobreza y la desigualdad.