Pesimismo Esperanzador
Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ
El pasado fin de semana estuvo marcado por asuntos donde las autoridades electorales estaban inmiscuidas. Por un lado, la determinación del Tribunal Electoral del Estado de Jalisco de pedir a la alianza del Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido Verde, Partido del Trabajo (PT), Futuro y Hagamos, de que tenían que modificar el orden de sus candidaturas en diez municipios de Jalisco, para atender la paridad de género.
Esta resolución tenía al menos tres consecuencias: que el actual presidente municipal de Zapotlán El Grande, Alejandro Barragán del PT, no puede reelegirse en el cargo; la misma circunstancia tendría el presidente municipal de Ocotlán, Josué Avila de Morena, que tampoco podría volver a competir por este cargo; y Pedro Kumamoto de Futuro, que estaría imposibilitado a contender por esta responsabilidad pública.
Las reacciones no se hicieron esperar, ya que la mega alianza de Morena y sus aliados, expresan que esta resolución es injusta porque sólo se les exige a ellos y no a sus contrincantes, es decir, no hay ninguna disposición hacia Movimiento Ciudadano (MC) o hacia la alianza de los partidos Acción Nacional-Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática (PAN-PRI-PRD). Esta resolución, esté sustentada o no, genera una turbulencia electoral negativa, que puede tener un efecto de menor participación de la ciudadanía en la próxima jornada electoral, además de profundizar la negativa polarización que vive el país y el estado. Ante este asunto la mega alianza cambió su coalición, que ahora será sólo en 92 municipios en lugar de los 101 en los que irían juntos originalmente.
El otro asunto es lo referente a la impugnación que Morena y sus aliados hicieron al acuerdo que el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) tomó por unanimidad, de que el Laboratorio Signa-Lab del ITESO, sea la organización académica que procese y aglutine las preguntas que se mandarán al INE para utilizarlas en el primer debate presidencial. La razón que arguye este partido político es que Signa-Lab no garantiza la imparcialidad de este ejercicio.
En ambos casos, uno de los asuntos que está en el fondo de estas dos situaciones, son los jaloneos de los partidos políticos con los organismos electorales, que, desde sus dichos, se sienten agraviados por el proceder de estas instituciones, ya que, desde su parecer, no se dan las condiciones de piso parejo en la arena electoral.
El problema de esta manera de ver y procesar la política, es que desde el desconocimiento se hacen aseveraciones sin fundamento y donde se “llevan de corbata” a instituciones que “ni la deben, ni la temen”. Este es el caso de los señalamientos que Morena y sus aliados hacen a la Universidad Jesuita de Guadalajara, el ITESO. Si se analiza con detalle la metodología que propuso Signa-Lab al Consejo General del INE, está claro que es un proceso técnico cuidado, riguroso y con un blindaje metodológico muy sólido, que garantiza que no se generen sesgos que favorezcan o perjudiquen a ninguna o ninguno de los tres candidatos presidenciales en lo que se refiere a las preguntas que deberán responder en el primer debate presidencial.
Poner en entredicho la imparcialidad y rigurosidad académica del ITESO me parece un despropósito, que enturbia el proceso electoral, que profundiza la negativa polarización política que vive el país y que desdeña el conocimiento científico que se genera en el país. Estos asuntos también favorecen que la ciudadanía tenga menores certezas de lo que está ocurriendo en la arena electoral.
Desafortunadamente en México no tenemos en este momento condiciones para entablar diálogos y debates constructivos sobre los problemas del país, no es posible conversar de forma respetuosa las agendas de mayor interés de la ciudadanía, todo se polarizó y desde esa perspectiva se construyen narrativas de buenos y malos o de ganadores y perdedores.
Esta forma de procesar el debate público nos imposibilita a construir soluciones y mucho menos a consensarlas y varios de los problemas que nos aquejan requieren del concurso de muchas y muchos actores sociales para su resolución. La discordia jamás nos llevará a nada bueno. Ver todo lo público desde este cristal nos lleva a mirar la realidad social donde todos los que no comparten mi opinión son malos y son el enemigo. No hay nada más alejado de la democracia que esta forma de pensar y de actuar.
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