Pesimismo Esperanzador
Por Jorge Rocha, académico del ITESO / @JorgeRochaQ
Desde el año pasado se habían dado una serie de encontronazos los principales líderes políticos del partido Movimiento Ciudadano (MC) a propósito de sus estrategias electorales, primero en la elección del Estado de México, donde inexplicablemente no presentaron candidato a gobernador, luego con la posibilidad de integrarse a una alianza nacional opositora; y ahora por la designación del candidato a presidente para los comicios de este año.
En este partido podemos encontrar tres grandes ejes de poder: Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León, que desde hace algunos años han conducido este partido y le han otorgado sus principales logros en materia electoral, entre los que destacan las gubernaturas de Jalisco y Nuevo León y algunas alcaldías muy importantes como Guadalajara, Zapopan, Monterrey, San Nicolás de los Garza, entre otras. También cuentan con una representación en la Cámara de Diputados y de Senadores, que ha colocado algunos temas de agenda, pero por su tamaño no son determinantes en las decisiones. En este momento MC tiene 29 diputados que representan el 5.8% de la totalidad de los legisladores y es la sexta fuerza política de siete que conforman este cuerpo legislativo. En el senado el Movimiento naranja tiene 13 de 128 senadores que representa el 10% de esta Cámara y se ubica como la tercera fuerza política junto con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Para las elecciones del año 2024 el partido de Dante Delgado tiene varios retos muy importantes, a saber:
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- Refrendar la gubernatura de Jalisco, así como mantener la mayoría en el Congreso y repetir en los municipios más importantes de esa entidad.
- Refrendar el gobierno en Monterrey, además de avanzar en municipios importantes de aquella entidad. Es clave para este partido obtener la mayoría en el Congreso Local de Nuevo León, ya que no tenerla ha generado muchos conflictos políticos en ese estado.
- Incrementar su votación integrada por diputados federales, para mantener el registro electoral y aumentar su presencia en ambas cámaras. Hay que recordar que de las elecciones de 2018 a 2021, MC no pudo ganar más diputados.
- Tener más presencia en congresos locales y gobernar en más capitales del país. Ya que la gran crítica a este partido es que tiene poca presencia nacional y está concentrada su fuerza sólo en dos entidades.
- En la narrativa de este partido ha estado presente la necesidad de configurarse como una fuerza política independiente, autónoma y con una nueva forma de hacer política. Esta idea necesita estar clara para las y los electores con el fin de convertirse en una “tercera vía”.
En este escenario y con estas necesidades, está claro que los ejes de poder al interior de MC no están de acuerdo con las rutas para tener estos avances y ahora quedan más que claro que no se comparten las estrategias a seguir. Por un lado, la dirigencia central del partido naranja junto con el grupo Monterrey consideran que este partido debe competir sólo, tratando de diferenciarse de las dos grandes alianzas nacionales. Son dos los argumentos principales para sostener su propuesta: el primero es que hay una distancia ideológica irreconciliable con el PRI; el segundo es que en la práctica la alianza PRI-Acción Nacional (PAN) ha impedido avanzar en proyectos de gobierno en Nuevo León. Para este sector del partido lo mejor es apostar por un crecimiento sin alianzas para consolidarse como una tercera fuerza electoral autónoma que claramente se distinga de los partidos tradicionales del país.
Por otro lado, el grupo Jalisco, en concreto el alfarismo, consideró que en este momento de país lo más importante era integrarse a una alianza opositora y por ello tuvo acercamientos con Xóchitl Gálvez a la que consideran una buena candidata a la presidencia. Sus argumentos son que MC puede perderse en medio de dos locomotoras electorales y consideran que los agravios del gobierno federal de Morena hacia Jalisco han sido muchos. Es cierto que en el último año hay un acercamiento entre Enrique Alfaro y Andrés Manuel López Obrador, pero son conocidos los desencuentros entre estos dos personajes.
La designación del diputado Jorge Alvarez Maynez como candidato presidencial de MC volvió a avivar los conflictos en este partido y profundizó la brecha entre el grupo Jalisco frente a la administración central y el grupo Monterrey. Los primeros no ven con buenos ojos esta elección, los segundos la respaldan. En medio de esto algunos personajes políticos se quedaron a la mitad del río, entre ellos están el candidato Pablo Lemus y el senador Clemente Castañeda. Lo que debería ser un proceso de unidad en este partido, está provocando mayor distancia. Podemos decir que la naranja se desgajó.
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